· 500 g de espinacas congeladas
· 50 g de jamón serrano
· 70 g de harina
· 3 cucharadas de aceite de oliva
· ½ l de leche entera
· 2 huevos
· 4 cucharadas de queso rallado
· Pan rallado
· Nuez moscada
· Sal
Procedimiento:
Sumergimos en agua hirviendo las espinacas congeladas. Cuando estén cocidas, las escurrimos bien para eliminar el agua. Picamos el jamón serrano en pequeños trozos.
Colocamos las espinacas en el vaso de la batidora y añadimos el jamón, la harina, el aceite, ½ l de leche y sal. Batimos bien hasta conseguir una mezcla homogénea.
Ponemos la mezcla en una sartén y la cocinamos a fuego medio, sin dejar de remover hasta que espese. Si queda demasiado densa, agregamos un poco de leche, removiendo poco a poco.
Continuamos cociéndola durante 20 minutos, hasta que tenga la consistencia de la masa de las croquetas.
Antes de retirar la mezcla del fuego, agregamos el queso rallado y una pizca de nuez moscada.
Vertemos la masa en una fuente y dejamos que enfríe para que podamos manejarla.
Las freímos en abundante aceite y las servimos acompañadas con papas fritas o con una rica ensalada o solas como entrantes.
Colocamos las espinacas en el vaso de la batidora y añadimos el jamón, la harina, el aceite, ½ l de leche y sal. Batimos bien hasta conseguir una mezcla homogénea.
Ponemos la mezcla en una sartén y la cocinamos a fuego medio, sin dejar de remover hasta que espese. Si queda demasiado densa, agregamos un poco de leche, removiendo poco a poco.
Continuamos cociéndola durante 20 minutos, hasta que tenga la consistencia de la masa de las croquetas.
Antes de retirar la mezcla del fuego, agregamos el queso rallado y una pizca de nuez moscada.
Vertemos la masa en una fuente y dejamos que enfríe para que podamos manejarla.
Las freímos en abundante aceite y las servimos acompañadas con papas fritas o con una rica ensalada o solas como entrantes.
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