En 1860 se descubrieron restos arqueológicos durante la puesta en
marcha de una cantera destinada a proporcionar pumita para la
construcción del canal de Suez. Hasta 1967 no se emprendieron
excavaciones sistemáticas, bajo la dirección del polémico Spyridon
Marinatos. Como resultado se comprobó que la isla había sido sede de una
sociedad rica y desarrollada, culturalmente muy relacionada con la
civilización minoica. Entre los restos han aparecido objetos y frescos
que revelan una intensa relación comercial, con objetos procedentes no
sólo del Egeo, sino de Chipre, Egipto o Anatolia.
En la Antigüedad la isla estuvo sucesivamente sujeta a los diversos
poderes que dominaron el Egeo. Pasó de la dependencia de la liga de
Delos a la del reino ptolemaico de Egipto, Roma y finalmente el Imperio
Bizantino. Desde 1204 y hasta 1579 estuvo bajo dominio de la república
veneciana, hasta que pasando luego a dominio otomano. En 1840, con el
Tratado de Londres, se incorporó a Grecia.
Entre 1628 y 1627 a. de C. la erupción del volcán terminó con una
gigantesca explosión de caldera, del mismo tipo que la mucho más
estudiada de Krakatoa (Indonesia) de 1883. Como efecto de la explosión
la isla perdió buena parte de su superficie, y se puso en marcha un
tsunami que asoló el Mediterráneo Oriental, provocando, entre otros
efectos, una grave crisis de la civilización minoica de Creta. Parece
que la población encontró tiempo suficiente para evacuar la isla,
llevándose muchos de sus bienes muebles. Marinatos popularizó la idea de
que la explosión prehistórica de Tera Santorini está
en el origen del mito de la Atlántida. La explosión fue muy intensa y la
emisión de polvo oscureció la atmósfera lo suficiente como para que el
hecho fuera observado en China. El enfriamiento del tiempo ha quedado
registrado en anillos de los árboles incluso en Canadá. En Egipto,
jeroglíficos datados de ese periodo muestran que la nube lo asoló; un
escriba egipcio escribió: El sol se ha ocultado, nadie se ve la sombra,
las cosechas han muerto, ahora debemos sobrevivir. Este fenómeno duró
nueve días en Egipto, medio día en China y se estima que una hora en la
Antártida.
Santorini es uno de los cinco volcanes elegidos por
la Unión Europea para centrar un proyecto de estudio vulcanológico, y
también uno de los de la lista de los “Decade Volcanoes” (volcanes de la
década), un proyecto internacional sobre investigación de riesgos
volcánicos. El volcán sigue activo y ha presenciado erupciones,
esencialmente efusivas (no explosivas), desde la gran erupción
prehistórica.
Fuente: grecotour.com
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