No sé si te pasa como a mí que me cansó el discurso formal del vino. Los
últimos años fuimos espectadores de cómo se llevó a ese perfecto e
histórico compañero a lugares tan altos que de tanta altura se alejó de
tu copa. Entonces, muchos amigos del vino se pasaron a la cerveza, esa
bebida simple que (en sus marcas masivas) no te exige nada, solamente te
plantea diferencias en su nombre y la temperatura con la que el dueño
del bar la cuide. A le cerveza, como al vino hace muchos años,
simplemente se la toma. Si bien hay algunas reglas muy generales de
temperaturas, sabores e intensidades, siempre me entretiene plantear
combinaciones más divertidas para los vinos. Una de ellas es pensar qué
vino se debe elegir según el estados de ánimo. Entonces, de acuerdo a
como me sienta puedo encarar uno de poesía, o uno de cuentos, o tal vez
alguna buena biografía. Así como suceden mis libros, en el vino repito
la ecuación. Te propongo algunos consejos, así podés revertir algunos
malos ratos o elevar tus buenos momentos al cielo de los héroes.
Triste. A las lágrimas, burbujas
A ese estado de ánimo que te conecta con la peor parte de este mundo, deberías (en primer lugar) combatirlo con afectos. Es decir, lo que bebas que sea en compañía de algún amigo o amiga bueno para la charla. Acá mi recomendación es contundente, espumante. La vida desde los ojos maquillados de burbujas, pasa a ser bella, liviana, optimista, alegre en esencia y estructura.
Algunos buenísimos:
Zamia de bodega Huarpe, un distinto, exótico y adictivo. (125 aprox.) Kaiken, fresco, fácil, alegre (120 aprox.) Reginatto celestina, uno de color vivo y riquísimo (250 aprox.) Chandon Brut nature, un clásico exquisito (100aprox.)
El secreto: para pisotear a la tristeza tiene que quedar al menos una botella vacía.
Enojado. Al ceño fruncido, bolsillo suelto
Al enojo, hay que responderle con altura. Nada mejor que descorchar un gran vino. Te concentrarás tanto en él que los primeros minutos te olvidarás de la amargura y a la hora, reirás sin ataduras, habrás olvidado y volverás a la alegría.
Algunos mataenojos:
Emma, familia Zuccardi: Bonarda expresivo, equilibrado, novedoso (250 aprox.) Lindaflor, Monteviejo: Un clásico gran malbec, simplemente impresionante (280 aprox.) G Lot, Ernesto Catena: Impecable chardonnay argentino, fresco, sofisticado (290 aprox.) Amano, Decero: Potente y elegante corte, vinazo en todo sentido, ampuloso, redondo. (450 aprox.) Lauren s Single Vineyard, Casarena: Gran cabernet franc vino demostrativo, cariñoso, muy rico. (260 aprox.)
El secreto: sólo acompañalo con buenos quesos, una botella está muy bien, pero estos vinos piden más, acordate de mi y no te enojes...
Alegre. A la sonrisa, inteligencia
La alegría se la alimenta con más alegría. Este es de los estados de ánimo que uno debe potenciar. Nada será mas satisfactorio a la hora de beber un vino que la sensación de tener en la copa una muy buena calidad a un precio razonable.
Algunos que funcionarán:
Cafayate Reserva, Etchart: Cabernet sauvignon salteño al alcance de muchos, extrovertido, amable. (65 aprox.) RD, Tacuil: Sauvignon blanc exquisito para beberlo bien frío y hablar de el hasta el cansancio (110 aprox) Reserva, Lamadrid: Gran bonarda, de buena boca, felicísimo (100 aprox.) La Linda, Luigi Bosca: Buen exponente de cabernet sauvignon que te acompañará siempre muy bien (65 aprox.)
El secreto: si ahorrás, entonces abundancia. Si son tres personas 2 botellas van bien, si son cuatro o cinco, 3 botellas salen rápido.
Festivo. A la celebración, explosión
Cuando estés con esas ganas de agregarle festival a tu día, porque hay algo que festejar, porque querés detenerte y agradecer, entonces sería bueno elegir alguno de esos vinos que te cambian la mirada, que la fortalecen. Los sabios deciden celebrar la vida y cada cosa maravillosa que esta nos regala, anímate.
Algunos celebratorios:
Gran Malbec, de Angeles: Nuestra cepa de bandera en su máxima expresión (330 aprox.) Gran Enemigo, Aleana: Cabernet franc tan pero tan rico que es irresistible (400 aprox.) Pelleriti Reserve, MPW: Gran malbec de un perfecto balance y un final feliz (150 aprox.) Guarda de familia, SinFin: Pentavarietal homenaje a los hijos de una gran familia de vinos (480 aprox.) Bressia Piel Negra: Pinot noir especiado y sofisticado, gran exponente (350 aprox.)
El secreto: celebrá con ganas, sin tiempos, con amor y agradecimiento
Melancólico. A la nostalgia, dulzura
Si la saudade te ganó la tarde. Si los ojos se pusieron grises pero no tienen ganas de llorar, la dulzura será el mejor remedio. Existen vinos elaborados para llenarte la boca de alegría. Los hay de diferentes precios, colores y sabores.
Algunos muy buenos son:
Rosé ice, Las perdices: Rosado perfecto de uvas congeladas (125 aprox) Solería, Zuccardi: Fortificado de torrontés para beber lento con un libro, un puro, una peli, un amor (230 aprox.) Cosecha tardía, Norton: Un espumante lleno de vida para beber sin prejuicios (45 aprox.)
Recomendación: demasiada dulzura empalaga, combinalos entre sí, o empezá con ellos y pasá a un buen tinto.
Acordate que el vino es la perfecta excusa para bonitos encuentros, que permite estos juegos y lo que realmente importa sos vos y tu capacidad de generar afecto. El vino es el marco perfecto para esa gran obra de arte que el corazón de las personas... Brindá, reite, demostrá tus sentimientos, salú!
Fuente: http://www.mdzol.com/nota/529012-dime-como-te-sientes-y-te-dire-que-vino-tomar/
por Jose Bahamonde
Triste. A las lágrimas, burbujas
A ese estado de ánimo que te conecta con la peor parte de este mundo, deberías (en primer lugar) combatirlo con afectos. Es decir, lo que bebas que sea en compañía de algún amigo o amiga bueno para la charla. Acá mi recomendación es contundente, espumante. La vida desde los ojos maquillados de burbujas, pasa a ser bella, liviana, optimista, alegre en esencia y estructura.
Algunos buenísimos:
Zamia de bodega Huarpe, un distinto, exótico y adictivo. (125 aprox.) Kaiken, fresco, fácil, alegre (120 aprox.) Reginatto celestina, uno de color vivo y riquísimo (250 aprox.) Chandon Brut nature, un clásico exquisito (100aprox.)
El secreto: para pisotear a la tristeza tiene que quedar al menos una botella vacía.
Enojado. Al ceño fruncido, bolsillo suelto
Al enojo, hay que responderle con altura. Nada mejor que descorchar un gran vino. Te concentrarás tanto en él que los primeros minutos te olvidarás de la amargura y a la hora, reirás sin ataduras, habrás olvidado y volverás a la alegría.
Algunos mataenojos:
Emma, familia Zuccardi: Bonarda expresivo, equilibrado, novedoso (250 aprox.) Lindaflor, Monteviejo: Un clásico gran malbec, simplemente impresionante (280 aprox.) G Lot, Ernesto Catena: Impecable chardonnay argentino, fresco, sofisticado (290 aprox.) Amano, Decero: Potente y elegante corte, vinazo en todo sentido, ampuloso, redondo. (450 aprox.) Lauren s Single Vineyard, Casarena: Gran cabernet franc vino demostrativo, cariñoso, muy rico. (260 aprox.)
El secreto: sólo acompañalo con buenos quesos, una botella está muy bien, pero estos vinos piden más, acordate de mi y no te enojes...
Alegre. A la sonrisa, inteligencia
La alegría se la alimenta con más alegría. Este es de los estados de ánimo que uno debe potenciar. Nada será mas satisfactorio a la hora de beber un vino que la sensación de tener en la copa una muy buena calidad a un precio razonable.
Algunos que funcionarán:
Cafayate Reserva, Etchart: Cabernet sauvignon salteño al alcance de muchos, extrovertido, amable. (65 aprox.) RD, Tacuil: Sauvignon blanc exquisito para beberlo bien frío y hablar de el hasta el cansancio (110 aprox) Reserva, Lamadrid: Gran bonarda, de buena boca, felicísimo (100 aprox.) La Linda, Luigi Bosca: Buen exponente de cabernet sauvignon que te acompañará siempre muy bien (65 aprox.)
El secreto: si ahorrás, entonces abundancia. Si son tres personas 2 botellas van bien, si son cuatro o cinco, 3 botellas salen rápido.
Festivo. A la celebración, explosión
Cuando estés con esas ganas de agregarle festival a tu día, porque hay algo que festejar, porque querés detenerte y agradecer, entonces sería bueno elegir alguno de esos vinos que te cambian la mirada, que la fortalecen. Los sabios deciden celebrar la vida y cada cosa maravillosa que esta nos regala, anímate.
Algunos celebratorios:
Gran Malbec, de Angeles: Nuestra cepa de bandera en su máxima expresión (330 aprox.) Gran Enemigo, Aleana: Cabernet franc tan pero tan rico que es irresistible (400 aprox.) Pelleriti Reserve, MPW: Gran malbec de un perfecto balance y un final feliz (150 aprox.) Guarda de familia, SinFin: Pentavarietal homenaje a los hijos de una gran familia de vinos (480 aprox.) Bressia Piel Negra: Pinot noir especiado y sofisticado, gran exponente (350 aprox.)
El secreto: celebrá con ganas, sin tiempos, con amor y agradecimiento
Melancólico. A la nostalgia, dulzura
Si la saudade te ganó la tarde. Si los ojos se pusieron grises pero no tienen ganas de llorar, la dulzura será el mejor remedio. Existen vinos elaborados para llenarte la boca de alegría. Los hay de diferentes precios, colores y sabores.
Algunos muy buenos son:
Rosé ice, Las perdices: Rosado perfecto de uvas congeladas (125 aprox) Solería, Zuccardi: Fortificado de torrontés para beber lento con un libro, un puro, una peli, un amor (230 aprox.) Cosecha tardía, Norton: Un espumante lleno de vida para beber sin prejuicios (45 aprox.)
Recomendación: demasiada dulzura empalaga, combinalos entre sí, o empezá con ellos y pasá a un buen tinto.
Acordate que el vino es la perfecta excusa para bonitos encuentros, que permite estos juegos y lo que realmente importa sos vos y tu capacidad de generar afecto. El vino es el marco perfecto para esa gran obra de arte que el corazón de las personas... Brindá, reite, demostrá tus sentimientos, salú!
Fuente: http://www.mdzol.com/nota/529012-dime-como-te-sientes-y-te-dire-que-vino-tomar/
por Jose Bahamonde
Fuente. Area del Vino
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