A pesar de la piedra, parece que la cosecha
2013 se destacará en cantidad, comparándola con el 2012. Fincas dialogó
con diversos ingenieros agrónomos, de norte a sur, para conocer la
actualidad de las viñas. La graduación, madurez, calidad y sanidad,
parecen ser excepcionales.
Según datos brindados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, el cual dio a conocer el informe sobre el proceso de vendimia y elaboración de vinos 2013 en las zonas vitivinícolas de Argentina, hasta el 24 de febrero (semana Nº 12), el total de uva cosechada en el país fue de 318.699.461 kilos. Esto se ha traducido en 62.306.034 litros de vino elaborado y 44.886.184 litros de mosto.
Marcelo Belmonte, gerente de viñedos del Grupo Peñaflor, comentó que con respecto al volumen, considerando cuarteles ya terminados, los rendimientos están aproximadamente 20% por encima de los registrados en la cosecha 2012. "Esto es teniendo en cuenta tanto los viñedos de San Juan, Mendoza y Salta. En Catamarca estamos recién comenzando la cosecha con la variedad pinot noir. De todas formas la tendencia es diferente en cada provincia. En Mendoza y Cafayate hay un mayor incremento, superior al 30% respecto al año anterior. De todas formas solamente se ha cosechado un 20% del volumen total estimado".
En concordancia, Pablo Minatelli, gerente de fincas de Bodega Norton, coincidió que hasta ahora la cantidad se mantiene en un valor cercano al promedio de las cosechas históricas.
Sin embargo, destacó que "si comparamos esta cosecha con la de 2012 o 2011 es probable que haya sectores que manifiesten un incremento importante de producción que se ubica entre el 15% y el 30%. Siempre teniendo en cuenta que estos sectores fueron los que de alguna manera sufrieron los accidentes climáticos registrados en esas cosechas (heladas, fríos primaverales, granizo, viento Zonda)".
Por su parte, Enzo Mugnani, quien asesora a bodega de Valle de Uco, Luján de Cuyo, Maipú y Patagonia, expresó que "en la poda pasada la mayor parte de los viñedos destinados a la venta de uvas quedaron con una producción potencial más alta de lo habitual. En la brotación parecía que venía una gran cosecha. Después de floración, el cuaje fue normal a mediocre y se bajaron las expectativas de producción. Estos factores sumados a algunos temas sanitarios y a los daños del granizo dejan un balance igualmente positivo con respecto a la cosecha 2012, que a mi juicio es de aproximadamente un 10% a 15% más de uva en los varietales finos para esta cosecha 2013".
Belmonte aclaró que algunos viñedos ubicados en Los Árboles, Tunuyán, en Alto Verde en la zona Este y en el departamento de Caucete, San Juan, sufrieron inclemencias climáticas, con pérdidas cercanas al 80% en Tunuyán y 50% en Alto Verde. No obstante, "la incidencia en el volumen total no es considerable".
Calidad y sanidad
Para Belmonte, cualitativamente las uvas han madurado muy bien y por el momento la sanidad es muy buena, con algunos problemas puntuales de podredumbre de los racimos en la provincia de San Juan en algunas variedades de racimo compacto.
Al igual que el ingeniero de Peñaflor, para Mugnani "la sanidad en general es buena, pero con focos bien definidos de oídio (en todas las zonas) y un incremento paulatino de plagas, que años atrás no producían daños significativos, pero ahora comienzan a tomar importancia. En conjunto, enfermedades (oídio) y plagas han generado este año daños que provocaron una merma en los rendimientos del orden de 4% a 6%".
Asimismo, Minatelli hizo hincapié en la presencia del oídio. "Hay algunas fincas en donde se ve una incidencia de esta enfermedad, superior a la normal, con lo cual se están extremando los controles de calidad de cosecha para evitar traer los racimos afectados".
Por otro lado, comentó que este año hay un incremento de azúcar en comparación con la cosecha pasada, esto podría traducirse en un atraso entre 7 y 10 días dependiendo de la variedad y de la zona en la cosecha. Sin embargo, "si se compara con los valores históricos, podemos enmarcarla dentro de los parámetros normales".
Este "atraso" respecto del año pasado puede tener su origen en la mayor cantidad de uva respecto de la cosecha 2012. "No hay una evolución violenta de azúcar que nos haga pensar en un desfasaje entre la madurez azucarina y la madurez fenólica, más allá de los desfasajes normales que pueden ocurrir para algunas variedades o zonas en relación al objetivo enológico propuesto para esas uvas", sostuvo el ingeniero agrónomo de Norton.
En relación a la temporalidad de la cosecha, Belmonte puntualizó que depende mucho de las variedades. "En general en el caso del chardonnay lo vemos similar al 2012, el sauvignon blanc algo más atrasado y el pinot noir para vino tranquilo algo más adelantado. No se puede generalizar ya que depende no solamente de la marcha climática de la temporada, sino también del estilo de vino buscado y de variables agronómicas del cuartel como su relación hoja/fruto, situación fisiológica de la canopia particularmente su potencial agua y si se posicionan o no sus brotes. Estos factores afectan directamente la capacidad fotosintética de la planta y por lo tanto la tasa de acumulación de azúcares".
"En síntesis -agregó- en cuanto a la calidad de uva esperamos un muy buen año. La duda puede ser el cabernet sauvignon que fue la variedad que más sufrió el atraso en la brotación y que tuvo un envero más desparejo que las otras variedades".
Según datos brindados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, el cual dio a conocer el informe sobre el proceso de vendimia y elaboración de vinos 2013 en las zonas vitivinícolas de Argentina, hasta el 24 de febrero (semana Nº 12), el total de uva cosechada en el país fue de 318.699.461 kilos. Esto se ha traducido en 62.306.034 litros de vino elaborado y 44.886.184 litros de mosto.
Marcelo Belmonte, gerente de viñedos del Grupo Peñaflor, comentó que con respecto al volumen, considerando cuarteles ya terminados, los rendimientos están aproximadamente 20% por encima de los registrados en la cosecha 2012. "Esto es teniendo en cuenta tanto los viñedos de San Juan, Mendoza y Salta. En Catamarca estamos recién comenzando la cosecha con la variedad pinot noir. De todas formas la tendencia es diferente en cada provincia. En Mendoza y Cafayate hay un mayor incremento, superior al 30% respecto al año anterior. De todas formas solamente se ha cosechado un 20% del volumen total estimado".
En concordancia, Pablo Minatelli, gerente de fincas de Bodega Norton, coincidió que hasta ahora la cantidad se mantiene en un valor cercano al promedio de las cosechas históricas.
Sin embargo, destacó que "si comparamos esta cosecha con la de 2012 o 2011 es probable que haya sectores que manifiesten un incremento importante de producción que se ubica entre el 15% y el 30%. Siempre teniendo en cuenta que estos sectores fueron los que de alguna manera sufrieron los accidentes climáticos registrados en esas cosechas (heladas, fríos primaverales, granizo, viento Zonda)".
Por su parte, Enzo Mugnani, quien asesora a bodega de Valle de Uco, Luján de Cuyo, Maipú y Patagonia, expresó que "en la poda pasada la mayor parte de los viñedos destinados a la venta de uvas quedaron con una producción potencial más alta de lo habitual. En la brotación parecía que venía una gran cosecha. Después de floración, el cuaje fue normal a mediocre y se bajaron las expectativas de producción. Estos factores sumados a algunos temas sanitarios y a los daños del granizo dejan un balance igualmente positivo con respecto a la cosecha 2012, que a mi juicio es de aproximadamente un 10% a 15% más de uva en los varietales finos para esta cosecha 2013".
Belmonte aclaró que algunos viñedos ubicados en Los Árboles, Tunuyán, en Alto Verde en la zona Este y en el departamento de Caucete, San Juan, sufrieron inclemencias climáticas, con pérdidas cercanas al 80% en Tunuyán y 50% en Alto Verde. No obstante, "la incidencia en el volumen total no es considerable".
Calidad y sanidad
Para Belmonte, cualitativamente las uvas han madurado muy bien y por el momento la sanidad es muy buena, con algunos problemas puntuales de podredumbre de los racimos en la provincia de San Juan en algunas variedades de racimo compacto.
Al igual que el ingeniero de Peñaflor, para Mugnani "la sanidad en general es buena, pero con focos bien definidos de oídio (en todas las zonas) y un incremento paulatino de plagas, que años atrás no producían daños significativos, pero ahora comienzan a tomar importancia. En conjunto, enfermedades (oídio) y plagas han generado este año daños que provocaron una merma en los rendimientos del orden de 4% a 6%".
Asimismo, Minatelli hizo hincapié en la presencia del oídio. "Hay algunas fincas en donde se ve una incidencia de esta enfermedad, superior a la normal, con lo cual se están extremando los controles de calidad de cosecha para evitar traer los racimos afectados".
Por otro lado, comentó que este año hay un incremento de azúcar en comparación con la cosecha pasada, esto podría traducirse en un atraso entre 7 y 10 días dependiendo de la variedad y de la zona en la cosecha. Sin embargo, "si se compara con los valores históricos, podemos enmarcarla dentro de los parámetros normales".
Este "atraso" respecto del año pasado puede tener su origen en la mayor cantidad de uva respecto de la cosecha 2012. "No hay una evolución violenta de azúcar que nos haga pensar en un desfasaje entre la madurez azucarina y la madurez fenólica, más allá de los desfasajes normales que pueden ocurrir para algunas variedades o zonas en relación al objetivo enológico propuesto para esas uvas", sostuvo el ingeniero agrónomo de Norton.
En relación a la temporalidad de la cosecha, Belmonte puntualizó que depende mucho de las variedades. "En general en el caso del chardonnay lo vemos similar al 2012, el sauvignon blanc algo más atrasado y el pinot noir para vino tranquilo algo más adelantado. No se puede generalizar ya que depende no solamente de la marcha climática de la temporada, sino también del estilo de vino buscado y de variables agronómicas del cuartel como su relación hoja/fruto, situación fisiológica de la canopia particularmente su potencial agua y si se posicionan o no sus brotes. Estos factores afectan directamente la capacidad fotosintética de la planta y por lo tanto la tasa de acumulación de azúcares".
"En síntesis -agregó- en cuanto a la calidad de uva esperamos un muy buen año. La duda puede ser el cabernet sauvignon que fue la variedad que más sufrió el atraso en la brotación y que tuvo un envero más desparejo que las otras variedades".
La situación en cada región vitivinícola
Marcelo
Casazza, ingeniero agrónomo asesor de viñas, dio un panorama de cada
una de las regiones vitivinícolas, en relación a la calidad, cantidad y
sanidad.
En primero lugar, habló del norte argentino, principalmente de Cafayate. "Aquí la cosecha es normal, con buena sanidad. Hubo meses muy húmedos, pero se revirtió en enero-febrero con un clima más seco. En esta zona, el torrontés y las tintas en sanidad y calidad, vienen excelente. Además, se espera un mayor volumen, en comparación con el año pasado".
Con respecto a San Juan destacó que este año se caracterizará por ser un año más productivo. "Hemos observado algunos problemas menores de sanidad en variedades blancas (botrytis ) ya cosechadas, pero nada llamativo hasta el momento. Por lo que observamos, en las tintas vienen bien, en especial el syrah y el malbec, que presentan buen grado y buena sanidad", mencionó Casazza.
En relación a Mendoza, la zona Este se muestra con una cosecha sana y productiva. "Aquí, lo que hemos evaluado, es que hay lugares que se han visto perjudicados por el granizo. Esto puede traer problemas de sanidad en variedades con azúcar, por lo que hemos hecho tratamientos preventivos sin perjudicar la fermentación y usando productos permitidos".
En el caso de Luján de Cuyo y Maipú, continúo Casazza, se habla de una cosecha normal en kilos. "El Zonda ha perjudicado algo la floración, pero no ha influido en el volumen. Además, el granizo tocó una buena zona de Luján, aproximadamente unas 500 hectáreas fueron dañadas". Sin embargo, aclaró que esto no hace a una disminución importante en el volumen final.
Valle de Uco también fue otra zona que sufrió el granizo en primavera en algunos sectores como Agua Amarga en Tunuyán, no obstante, viene con una producción similar al año pasado. Asimismo, indicó que "el viento Zonda ha dañado el cuaje en algunas variedades. Además de romper brotes y hojas dejando uva expuesta al sol que se quemó y deshidrató. Pero nada grave en general. Son casos puntuales de viñedos en zonas más expuestas". En este caso, remarcó la calidad del cabernet franc.
Finalmente, en Patagonia (Neuquén y Río Negro), "presentó un diciembre y enero más lluvioso de lo normal, pero luego febrero se mostró más seco, lo que estabilizó la vendimia. De esta manera, tendremos una muy buena producción y sanidad, sobre todo en el malbec y pinot noir".
En primero lugar, habló del norte argentino, principalmente de Cafayate. "Aquí la cosecha es normal, con buena sanidad. Hubo meses muy húmedos, pero se revirtió en enero-febrero con un clima más seco. En esta zona, el torrontés y las tintas en sanidad y calidad, vienen excelente. Además, se espera un mayor volumen, en comparación con el año pasado".
Con respecto a San Juan destacó que este año se caracterizará por ser un año más productivo. "Hemos observado algunos problemas menores de sanidad en variedades blancas (botrytis ) ya cosechadas, pero nada llamativo hasta el momento. Por lo que observamos, en las tintas vienen bien, en especial el syrah y el malbec, que presentan buen grado y buena sanidad", mencionó Casazza.
En relación a Mendoza, la zona Este se muestra con una cosecha sana y productiva. "Aquí, lo que hemos evaluado, es que hay lugares que se han visto perjudicados por el granizo. Esto puede traer problemas de sanidad en variedades con azúcar, por lo que hemos hecho tratamientos preventivos sin perjudicar la fermentación y usando productos permitidos".
En el caso de Luján de Cuyo y Maipú, continúo Casazza, se habla de una cosecha normal en kilos. "El Zonda ha perjudicado algo la floración, pero no ha influido en el volumen. Además, el granizo tocó una buena zona de Luján, aproximadamente unas 500 hectáreas fueron dañadas". Sin embargo, aclaró que esto no hace a una disminución importante en el volumen final.
Valle de Uco también fue otra zona que sufrió el granizo en primavera en algunos sectores como Agua Amarga en Tunuyán, no obstante, viene con una producción similar al año pasado. Asimismo, indicó que "el viento Zonda ha dañado el cuaje en algunas variedades. Además de romper brotes y hojas dejando uva expuesta al sol que se quemó y deshidrató. Pero nada grave en general. Son casos puntuales de viñedos en zonas más expuestas". En este caso, remarcó la calidad del cabernet franc.
Finalmente, en Patagonia (Neuquén y Río Negro), "presentó un diciembre y enero más lluvioso de lo normal, pero luego febrero se mostró más seco, lo que estabilizó la vendimia. De esta manera, tendremos una muy buena producción y sanidad, sobre todo en el malbec y pinot noir".
Pronóstico de cosecha
El Instituto Nacional
de Vitivinicultura dio a conocer el informe sobre el Ajuste del
Pronóstico de la Producción de Uvas 2013. Esta es la segunda etapa de
evaluación y se realizó en las regiones productoras de vid de todo el
país, estima para la República Argentina una cosecha de 26.600.000
quintales de uva lo que representa un aumento del 18% con respecto a la
Vendimia 2012.
Para la provincia de Mendoza, se espera una
producción de 18.110.000 quintales lo que significa un crecimiento del
22% con respecto a la cosecha 2012. Para la provincia de San Juan el
INV estima una producción de 7.011.000 quintales de uva lo que
significa un incremento del 16%.
El informe destaca que la buena
sanidad de los viñedos y aporta datos sobre los elementos que afectaron
a la presente cosecha que son:
Granizo: afectó a departamentos
de la provincia de Mendoza (San Martín, Junín, Lavalle, Luján y San
Rafael entre los de mayor incidencia), provincia de San Juan
(Sarmiento), y en las provincias de La Rioja y Catamarca, con distintos
grados de daños.
Altas temperaturas: se produjeron olas de
calor importantes en San Juan (se sumó el viento Zonda), La Rioja y
Catamarca. En estas dos provincias se sumó un significativo déficit
hídrico.
Deshidratación: en algunas variedades de alta calidad
se empiezan a ver síntomas (sobremanera en San Juan) La demora en su
cosecha puede ocasionar una disminución de peso en el fruto.
Además
de Mendoza y San Juan, se informan los datos de producción para las
provincias de La Rioja, Salta, Catamarca, Córdoba, Río Negro y Neuquén.
Fuente: Area del Vino
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