martes, 27 de marzo de 2012

El relanzamiento de Cruzat: otra imagen y nuevos espumantes con el tradicional sello de elegancia

En la Argentina se pueden contar numerosísimas bodegas que tienen, en su portfolio, algún espumante en el mercado.

Sin embargo, a la hora de hablar exclusivamente de bodegas que sólo se dedican a alumbrar espumantes, entonces la muestra se reduce de manera drástica.

En este contexto, Cruzat emerge hoy como una de las marcas más prestigiosas de un segmento que no para de ganar share entre los consumidores.

Y esto es por varios motivos: se encargan de elaborar productos para otras bodegas de renombre; al frente del departamento de enología está Pedro Rosell, una de las mayores autoridades en la materia, y además tienen un producto cuidado al máximo.

Es en este contexto en el que la bodega se embarcó en un ambicioso proyecto para relanzar la marca en el país y en el exterior, incrementar la producción, aumentar el nivel de ventas y de exportaciones, y así dejar de ser una selecta bodega boutique para pasar a manejar mayores volúmenes, pero siempre manteniendo el espíritu "artesanal".


En diálogo con Vinos & Bodegas, Andrés Heiremans, gerente general de Cruzat, explicó que "la bodega nació en 2004 y en 2007 salió al mercado el primer producto. Ahora estamos en pleno relanzamiento de la marca, que fue bastante exigente en todos los frentes: en lo comercial, en el desarrollo de la imagen, en la generación de nuevos productos y también a nivel productivo".
La imagen

El principal cambio que notará el consumidor está vinculado con el nombre: los productos de la compañía dejarán de lado "Larraín" y pasarán a llamarse "Cruzat" a secas.

Por otro lado, hubo un restyling generalizado para las etiquetas, con la incorporación de un isoipo -una cruz- que refuerza la imagen de marca.


Al respecto, Heiremans explicó que "realizamos diversos focus groups para ver qué pensaba el consumidor sobre Cruzat: la presentación, la calidad del producto... Para nosotros era fundamental ver qué era lo que decía la gente. Y la verdad es que fue muy enriquecedor".

A la hora de hablar de las conclusiones, el directivo aseguró que "teníamos dudas sobre la presentación y la etiqueta. Y lo cierto es que el producto está bastante cerca de lo que pretendíamos al iniciar el proyecto".

En concreto, destacó que "es percibido como artesanal, bien cuidado, de alta calidad, muy sobrio y elegante. En ningún caso salieron atributos negativos. Sí detectamos que había cosas que se podían mejorar para aumentar la visibilidad del producto".

"Ahora logramos dejar mucho más claro el concepto. Al apelar al nombre Cruzat e incorporar un isotipo dentro de la marca le dimos mucha fuerza y realzamos la marca. Además, mejoramos la legibilidad de la etiqueta para que se vea mejor en una góndola, pero siempre manteniendo la esencia y la sobriedad", recalcó Heiremans.
El portfolio

En la actualidad, Cruzat tiene tres etiquetas en el mercado y que están en el segmento de los $105: Cruzat Reserve Cuvee - Nature, Brut y Rosé.

Y el plan de negocios contempla el inminente lanzamiento de una línea que estará especialmente dirigida a un público más joven. Estos espumantes costarán alrededor de $75 y serán más frutados, menos complejo pero igual contarán con una cuidadosa guarda de 12 meses en botella.

Posteriormente saldrá al mercado el espumante ícono de la bodega: su millesimé, es decir, aquél que únicamente se elabora cuando la añada cumple con las condiciones de calidad estipuladas y por lo tanto llevan impreso el año de cosecha, a diferencia de las etiquetas tradicionales.

Según el directivo, este espumante "verá la luz a principios de 2013 tras pasar 24 meses en botella. Es un producto que, cuando salga, su precio rondará los u$s80".

La producción

En línea con este relanzamiento, la bodega también viene desarrollando un intenso plan de inversiones para duplicar la capacidad de elaboración en los próximos meses, que actualmente está en 150.000 litros.

En este contexto, Heiremans aseguró que la iniciativa es más ambiciosa aun, dado que contempla llevar la producción a las 500.000 botellas en un lapso de tres años.

Paralelamente a este crecimiento en cuanto a capacidad, la bodega apunta también a incrementar sus niveles de ventas. En efecto: para este 2012 los directivos apuestan a pasar de las 140.000 botellas a unas 250.000, lo que implicará un alza del 78%.

Y para ello, además de fortalecer su presencia en el mercado interno, también contemplan avanzar con más fuerza en el negocio de la exportación.


"El objetivo es apuntar primero a Sudamérica, donde tenemos fortalezas de imagen, cercanía geográfica y distribución", explicó Heiremans, quien destacó que "el gran mercado es el brasileño, pero también hay un consumo creciente en países como Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador y México".

Luego, el gran objetivo es dar el gran salto y llegar a Oriente, con China y Japón a la cabeza.

Como queda de manifiesto, varios son los desafíos de Cruzat para este 2012.

Fuente: iprofesional.com

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