jueves, 22 de marzo de 2012

"Las bodegas no van a poder trasladar la inflación a sus precios de venta"

El gerente de la bodega sanjuanina vaticinó que la rentabilidad del negocio cada año será menor. Dijo que ya es una "utopía" pensar en exportar botellas de U$S2 FOB desde Argentina.

Carlos Pujador es Gerente administrativo y de finanzas de Casa Montes, ubicada en Caucete, San Juan. Esta bodega pertenece a la familia Montes, dueña de Diario de Cuyo, el periódico más importante de San Juan, que aprovechó el diferimiento impositivo del Gobierno para transformarse de bodega trasladista a elaboradora de vinos de alta gama en el año 2004.

Pujador dialogó con ADV sobre el panorama actual de la cosecha 2012 de San Juan, así como sobre las principales complicaciones del sector.

- ¿Cómo va la cosecha en San Juan?

En términos generales, se verifica una merma en la producción respecto al año anterior, esta realidad ya ratificada por el estimado de cosecha del INV, es generalizada en las distintas zonas vitivinícolas de la provincia. La merma de la cosecha afectó tanto a varietales como uvas comunes.

- ¿Cuáles han sido las principales causas de la merma este año?

Entendemos que está vinculada a la conjunción de una serie de factores climáticos, entre los que cabe mencionar, por un lado, las heladas tardías con temperaturas bajo cero en el mes de septiembre. A esto hay que sumarle las altas temperaturas con un promedio entre fines de diciembre y mediados de enero con más de 15 días en donde se superaron los 38 grados de temperatura. En San Juan hemos tenido la complicación de la falta de agua para riego en la cantidad requerida. A esto hay que sumar los siniestros puntuales por granizo que afectaron determinadas zonas del valle de Tulum principalmente. Todo esto provocó una combinación perfecta para la merma de más del 30%. A pesar de esto, la calidad de la uva no ha sido afectada.

-Pese a que hay menos uva, ¿han tenido problemas para conseguir mano de obra?

Existen problemas de mano de obra que son consecuencia de diversos factores. Por un lado, de un deterioro sistemático que se sufre en nuestro país respecto a la cultura de trabajo. Además, la existencia de planes sociales, que en núcleos familiares informales otorgan un ingreso mensual garantiza cubrir necesidades mínimas sin trabajar. Y finalmente, la falta de adecuación de la remuneración de un trabajo que exige un gran sacrificio. Si comparamos el ajuste anual de cosecha respecto al proceso inflacionario que vivimos, cada vez es menos atractivo trabajar en esta industria, prefiriendo de este modo migrar a otros sectores.

-¿Cuáles son los principales problemas y amenazas que avizora este año?

Este año entiendo va a ser bastante complicado en términos generales para las bodegas, sin embargo hay que diferenciar desde lo comercial el panorama que se avizora en mercado interno del externo.

En mercado interno continuaremos comercializando el vino en un contexto de fuertísima competencia, producto del ingreso al mercado de productos que antes tenían como destino la exportación. Como viene pasando en los últimos tres años, las bodegas no van a poder trasladar a sus precios de venta la inflación de costos, por lo cual la rentabilidad del negocio en su conjunto va a disminuir.

Es de esperar que como se viene verificando exista una disminución en los volúmenes comercializados de los segmentos de menor precio y aumenten los volúmenes de los vinos de alta gama, los cuales en su conjunto no son representativos porcentualmente.

En mercado externo las bodegas deberán dirigir sus esfuerzos comerciales hacia vinos de segmento medio y alto. El promedio de U$S 2 por botella que caracterizaba las exportaciones argentinas, hoy es una utopía. En un esquema en donde el gobierno no efectúe modificaciones al tipo de cambio, la única alternativa será exportar productos sin valor agregado (graneles), perdiendo la inversión y el esfuerzo de años de desarrollo de marcas.

La pérdida de los beneficios de garantizar derechos de exportación, la falta de reintegros de los mismos y el alto costo logístico de exportar, son agravantes al tipo de cambio que  nos han hecho perder competitividad.

-Con la nuevas resoluciones hacia las importaciones ¿sintieron la falta de insumos?

En términos generales, el cluster del sector vinos es bastante autosuficiente en cuanto a la producción de insumos nacionales; es en las inversiones tecnológicas y de bienes de capital que requiere el sector donde se produce el mayor problema. Si las restricciones respecto a las importaciones se agudizan, vamos a ir quedando retrasados y obsoletos en términos de equipamiento y tecnología de punta. Hoy es normal que se proponga a las bodegas importar equipamiento en forma directa porque pueden demostrar exportaciones; esto genera un contexto de incertidumbre en los proveedores de bienes de capital que nuestro país no está en condiciones de producir, ya sea por motivos tecnológicos o de infraestructura.

Casa Montes en números

  • Facturación anual: U$S 5.000.000
  • Exportación anual: U$S 1.200.000
  • Marcas de exportación: Ampakama, Ampakama Intenso, Don Baltazar, Alzamora Grand Reserve
  • Destinos de exportación: Estados Unidos, Canadá, México, Perú, Colombia, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Brasil, Reino Unido, Bélgica, Suiza, Luxemburgo, Francia, Polonia, Estonia, Alemania, Dinamarca, Austria, China, Japón, Vietnam, Taiwán, Australia, Nueva Zelanda
Fuente: Area del Vino

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