El somatotipo ectoformo tiene poca predisposición a
almacenar grasa y generar músculo, por lo que suelen ser personas muy
delgadas. A muchos ectomorfos no les gusta estar tan delgados e intentan
ganar peso, pero por sus características les es muy difícil, una
solución es comer cada dos horas.
Una de las razones por la que los ectomorfos están tan delgados es
porque constantemente se recurre a las reservas energéticas para el
consumo calórico diario, por tanto los depósitos de grasa y músculos
están siempre bajo mínimos. Comer cada dos horas hace que se tengan nutrientes exógenos a las reservas, algo que impide el “autocanibalismo”.
Aunque pueda parecer algo absurdo, al igual que a una persona obesa
no le gusta tener tantos kilos de más, a una persona ectomorfa le puede
resultar molesto tener kilos de menos. Comer cada dos horas requiere de
una gran disciplina, pero tampoco se trata de “hacer una gran comida”
cada dos horas, sino de hacer tentempiés e ir metiendo energía poco a
poco de manera constante.
Por ejemplo, después de hacer un buen desayuno,
podemos hacer dos medias mañanas: a las 10:30 y a las 12:30, así nos
aseguramos que el cuerpo no tira de reservas. Después de la comida
principal se pueden hacer dos meriendas: a las 17:30 y a las 19:30, para
al final hacer la última comida en la cena.
En estas comidas más livianas podemos incluir: fruta, yogur,
cereales, zumos, pequeños bocadillos, frutos secos, sandwich, batidos
naturales, barritas de cereales…hay muchas opciones y lo ideal es que
esas comidas sean de unas 200-250 kcal, energía suficiente hasta la siguiente comida.
Y si tu objetivo es ganar masa muscular, con más razón se debe de
complir este régimen alimenticio, ya que no hay que dejar al organismo
que utilice las reservas musculares que queremos ampliar.
Fuente: vitonica.com
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