En 15 minutos, y sólo con lápiz y papel, un hipertenso
puede enterarse de si la presión le está deteriorando alguna función
mental. Con una batería de tests que se pueden aplicar en la consulta
clínica de las personas con factores de riesgo cardiovascular, un equipo
de cardiólogos detectó en un estudio "a pulmón" que los pacientes con hipertensión tenían más comprometida la función cognitiva de lo que deberían para la edad.
Si la hipertensión estaba mal controlada, el deterioro, que podía dar signos de demencia, era aún mayor.
"Siempre se habla de las consecuencias neurológicas de
la hipertensión, cuando en realidad son complicaciones
neuropsiquiátricas. Estamos viendo que con el tratamiento intensivo de la enfermedad no sólo estaríamos previniendo los trastornos neurológicos,
sino también las demencias", comentó el doctor Augusto Vicario,
presidente de la Sociedad de Cardiología de Buenos Aires y coordinador
general del Grupo de Estudio Corazón Cerebro.
Con el respaldo de la Federación Argentina de
Cardiología (FAC), los doctores Judith Zilberman, Gustavo Cerezo y
Vicario organizaron el grupo de trabajo que elaboró el I Registro
Nacional del Estado Cognitivo en Pacientes Hipertensos. A fin de mes, en
el próximo Congreso Argentino de Cardiología, en Rosario, el grupo
presentará los resultados preliminares obtenidos en los 300 pacientes
evaluados en siete centros cardiológicos del país.
Allí trabajaron 30 médicos entrenados por el grupo de
estudio en el uso de los tests que adaptó el equipo del Centro de
Enfermedades Cognitivas del Cemic, que dirige el doctor Fernando
Taragano. Los médicos evaluaron a los pacientes con hipertensión y otros
factores de riesgo cardiovascular, como diabetes y colesterol elevado,
que se prestaron voluntariamente a participar en el registro. Todos son
mayores de 18 años; la edad promedio es de 65 años.
Al analizar los resultados de la pesquisa cognitiva,
que no tiene valor diagnóstico, los especialistas observaron que el
grupo que ya tenía signos de alteración cognitiva y/o demencia tenía más
inconvenientes para responder satisfactoriamente los ejercicios de
orientación, recuerdo, fijación, lenguaje o planificación, entre otras
funciones. Pero algo que llamó la atención de los investigadores es que
el control adecuado de la hipertensión influía positivamente en el
retraso de la aparición de esos signos de alarma.
Amenaza silenciosa
En ese subgrupo, el 25% de los pacientes con la presión
sin controlar tenía alteraciones en los tests con valores por debajo de
24 puntos, lo que indica una alta probabilidad de padecer trastornos
cognitivos. El área más comprometida era la que gobierna las funciones
ejecutivas.
En cambio, menos de la mitad (alrededor de 11%) de los hipertensos bien medicados y controlados alcanzaron ese puntaje.
"Si todos los centros de atención del país contaran con
la misma herramienta de detección, podríamos hacer prevención de los
trastornos neurológicos y psiquiátricos asociados con la enfermedad
vascular y sus factores de riesgo. No sólo podríamos prevenir las
complicaciones como el infarto agudo de miocardio o el accidente
cerebrovascular", agregó Vicario.
La batería de tests adaptada por el grupo del doctor
Taragano, del Cemic, está publicada en las Guías para la Evaluación
Cognitiva en Pacientes Hipertensos, que editó hace seis años el Grupo de
Estudio Corazón Cerebro, y se pueden consultar libremente en el sitio
de Internet www.corazoncerebro.com.ar . En el próximo congreso de Rosario se presentará la primera actualización de esas recomendaciones.
Su aplicación, según explican los especialistas, es
sencilla y les demanda apenas un cuarto de hora a los pacientes. Ellos
sólo utilizan una hoja de papel y un lápiz para hacer dibujos o cumplir
ciertas consignas verbales. La pueden aplicar médicos clínicos,
cardiólogos, neurólogos, psiquiatras o todo profesional médico que se
ocupe de los factores de riesgo cardiovasculares y sus consecuencias.
La idea del grupo de trabajo que respalda la FAC y
trabaja de manera independiente, sin auspiciantes, es empezar a generar
conciencia de prevención. "El deterioro cognitivo se puede detectar
precozmente", insistió Vicario. La incorporación de pacientes al
registro online sigue adelante y se autorizó la incorporación
de 25 investigadores más, con lo que ya se cubriría casi todo el país.
Los pacientes que participan conservan su anonimato.
"Los pacientes pueden tener otros problemas, como
diabetes, colesterol alto, obesidad, etcétera, y lo importante de
unificar el uso de esta herramienta es que nos permitirá ver qué
población está en riesgo, quiénes están bien tratados y a aquellos con
un mal control de las enfermedades poder tratarlos bien y derivarlos a
un psiquiatra para retrasar las complicaciones cognitivas y/o
demencias", sostuvo Vicario.
Se estima que si se refuerza el control de los factores
de riesgo cardiovasculares y se retrasa cinco años la aparición de una
demencia, la cantidad de pacientes dementes bajará a la mitad en los
próximos diez años. De hecho, el especialista mencionó que estudios en
Estados Unidos mostraron que si se controla apenas un 10% más los
factores de riesgo, disminuiría en un millón el número de pacientes con
demencia.
"Cuando a una persona de 75 años se le diagnostica una
demencia porque perdió la memoria, 20 años antes, cuando tenía 55, ya
tenía marcadores clínicos en el líquido cerebrorraquídeo. Pero en
nuestro país, la encuesta de factores de riesgo nos está diciendo que a
los 50 años ya hay otros factores en los que se puede intervenir para
hacer prevención. El 40% es hipertenso, el 10% es diabético y el 60% es
obeso en la mitad de la vida, y esos factores de riesgo no se están
controlando adecuadamente -dijo Vicario-. Es la enfermedad vascular, que
va lesionando también los vasos sanguíneos del cerebro, lo que
determinará que la demencia aparezca antes o no. Es más, a veces,
parecería que anticipa el Alzheimer."
Fuente: lanacion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario