El mercado del vino ha tenido un aumento notable en los últimos años en
Colombia, superando ampliamente el crecimiento de las bebidas
alcohólicas en general. El consumo per cápita de este país ha pasado de sólo una copa por habitante al año a 1,5 litros anuales en sólo 15 años.
Según las estimaciones de Área del Vino, se espera que para el 2016 las importaciones de Colombia de vinos fraccionados alcancen los 54 millones de dólares, un 25% más que las importaciones de 2012, que llegaron a 43,5 millones.
A diferencia de otros países latinoamericanos importantes en la importación de vinos, en Colombia Argentina no tuvo una posición arancelaria preferencial durante muchos años. A diferencia de Chile, que desde 1997 cuenta con aranceles 0% gracias al Tratado de Libre Comercio firmado entre ambos países. Sólo 10 años después, con la firma del acuerdo del Mercosur, Argentina logró el mismo trato arancelario, en comparación con la alícuota general del 15% que se aplica a otros países. Esta situación ha contribuido durante años a fortalecer la posición de liderazgo de los vinos chilenos en este destino.
Sin embargo la posición de Argentina ha mejorado notablemente en la última década. En 2003 el share no llegaba al 7%, con mayor preponderancia de los vinos europeos luego del líder, que era Chile. Hoy los vinos chilenos han perdido participación pero lo europeos han caído a casi un tercio y Argentina se sitúa alrededor del 25%.
Algunos estudios señalan que si bien los vinos chilenos siguen siendo los preferidos por los consumidores colombianos de mayor edad, los argentinos se han convertido en la alternativa preferida de las personas entre 20 y 30 años, los cuáles recién se involucran en el mundo del vino.
No obstante en los últimos dos años este gran avance de los vinos argentinos parece estancarse. En estos últimos años Argentina ya no crece en participación, aunque sí en términos de valor, reflejando la pérdida de competitividad cambiaria experimentada por toda la industria.
La reacción de los exportadores de vinos embotellados argentinos para recuperar competitividad ha sido la de aumentar los precios promedio de exportación. De están manera, se consolida la presencia de los vinos argentinos en franjas de precios más altas, en comparación con los vinos chilenos, que son bien aceptados por el consumidor colombiano.
Los datos de exportaciones del primer trimestre de 2013 no presentan un buen pronóstico para este año. Respecto del primer trimestre de 2012, las exportaciones se redujeron más del 30%, aunque aún se podría experimentar un repunte en lo que queda del año. Además, nuevamente se advierte la tendencia de incremento de precios mencionada.
Según las estimaciones de Área del Vino, se espera que para el 2016 las importaciones de Colombia de vinos fraccionados alcancen los 54 millones de dólares, un 25% más que las importaciones de 2012, que llegaron a 43,5 millones.
A diferencia de otros países latinoamericanos importantes en la importación de vinos, en Colombia Argentina no tuvo una posición arancelaria preferencial durante muchos años. A diferencia de Chile, que desde 1997 cuenta con aranceles 0% gracias al Tratado de Libre Comercio firmado entre ambos países. Sólo 10 años después, con la firma del acuerdo del Mercosur, Argentina logró el mismo trato arancelario, en comparación con la alícuota general del 15% que se aplica a otros países. Esta situación ha contribuido durante años a fortalecer la posición de liderazgo de los vinos chilenos en este destino.
Sin embargo la posición de Argentina ha mejorado notablemente en la última década. En 2003 el share no llegaba al 7%, con mayor preponderancia de los vinos europeos luego del líder, que era Chile. Hoy los vinos chilenos han perdido participación pero lo europeos han caído a casi un tercio y Argentina se sitúa alrededor del 25%.
Algunos estudios señalan que si bien los vinos chilenos siguen siendo los preferidos por los consumidores colombianos de mayor edad, los argentinos se han convertido en la alternativa preferida de las personas entre 20 y 30 años, los cuáles recién se involucran en el mundo del vino.
No obstante en los últimos dos años este gran avance de los vinos argentinos parece estancarse. En estos últimos años Argentina ya no crece en participación, aunque sí en términos de valor, reflejando la pérdida de competitividad cambiaria experimentada por toda la industria.
La reacción de los exportadores de vinos embotellados argentinos para recuperar competitividad ha sido la de aumentar los precios promedio de exportación. De están manera, se consolida la presencia de los vinos argentinos en franjas de precios más altas, en comparación con los vinos chilenos, que son bien aceptados por el consumidor colombiano.
Los datos de exportaciones del primer trimestre de 2013 no presentan un buen pronóstico para este año. Respecto del primer trimestre de 2012, las exportaciones se redujeron más del 30%, aunque aún se podría experimentar un repunte en lo que queda del año. Además, nuevamente se advierte la tendencia de incremento de precios mencionada.
Fuente: Area del Vino
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