1 manojo de espárragos, 1 litro de leche, 7 Huevos, Mantequilla, Perejil, Sal y pimienta, Cebolla.
En primer lugar, vamos a lavar muy bien los espárragos. Con la ayuda de un cuchillo afilado, separamos la parte de fibra del tallo dando pequeños tirones como si lo despellejásemos.
Tras esto, cortamos las puntas de los espárragos y las reservamos en un poco de agua con limón para que no se ennegrezcan. A los tallos les damos unos cortes y los disponemos en una cacerola con leche y sal al fuego.
Cuando los espárragos estén cocidos, los batimos añadiéndole perejil fresco y hacemos un puré suave, que debemos rectificar de sal y pimienta.
Una vez hecha esta operación, batimos los huevos en un bol amplio y le añadimos el puré de espárragos colado de impurezas, mezclando en su totalidad.
Posteriormente lo pasamos a un molde de horno tipo flanera que habremos engrasado con mantequilla y preparamos una placa mayor donde echaremos agua para preparar un baño María dentro del horno.
Calentamos el horno al máximo e introducimos la mezcla tapada con papel aluminio durante diez minutos conservando esta temperatura y bajando a un tercio de potencia después.
Pasados unos cuarenta minutos, más o menos, debe estar el flan salado casi a punto así que punzamos con una aguja de punto o con una brocheta para comprobar si sale limpia, signo inequívoco de que está terminado.
Cuando tengamos el flan enfriado y desmoldado, pasado un tiempo prudencial, utilizamos las yemas de los espárragos junto a una juliana de cebolla a modo de guarnición, salteándolas a fuego lento en una sartén y decorando el flan con éstos por encima.
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