Siempre y cuando el objetivo de perder peso no se convierta
en una obsesión y pueda ser administrado con responsabilidad, una gran
dosis de sentido común y control médico, los resultados seguramente
serán los esperados.
Pero cuando sólo se apuesta a dietas de moda
o a regímenes que abogan por la supresión de un grupo de alimentos o
sólo a darle jerarquía a algunos, aparecen las llamadas dietas yo-yo,
cuando el peso corporal baja y sube sin rumbo alguno porque en ellas no
se consideran todos los factores de comportamiento y bioquímicos.
Es
que las dietas yo-yo, en el mejor de los casos se dirigen a desarrollar
un hábito a corto plazo de un problema que requiere más dedicación y
tiempo que un repentino espasmo de "comida sana".
"Para
quienes llevan años luchando contra los kilos de más, una dieta nueva o
un suplemento milagroso siempre aparecen como una luz de esperanza ",
explica el doctor Daniel Klotzman, médico especialista en nutrición y
obesidad y psiquiatra.
"Ayunos, dietas paleolíticas
-una variante del clásico "churrasco y ensalada" - o la ingesta de un
solo alimento no favorecen el descenso de peso duradero, que implica
verdaderos cambios de hábitos. Lejos de todo mito o creencia popular, la
mejor manera de perder peso o mantener el peso adecuado, es aprender a
convivir con la comida y con nuestro entorno. Las buenas costumbres de
nutrición y hábitos saludables deben mantenerse a lo largo de la vida y
son las únicas vías seguras", agrega Klotzman.
A
continuación siete sugerencias revisadas por el doctor Klotzman que
deben considerarse si se desea realmente bajar de peso y comenzar a
disfrutar de una vida más sana, llena de energía y vitalidad.
TIP 1.
El cuerpo tiene un número dado de células para el almacenamiento de
grasas (adiposas), que aumentan o disminuyen de tamaño para acomodarse a
los niveles cambiantes de necesidad de almacenamiento de grasas. Es por
esto que las grasas de la dieta se almacenan con mucha facilidad en las
células adiposas. Debe, por esto, emplearse una dieta pobre en grasas
que reduzca los depósitos de grasas existentes en el cuerpo.
TIP 2.
Para perder peso con éxito, deberían reducirse gradualmente las grasas
de la dieta hasta el nivel mínimo tolerable. Para la mayoría de la
gente, este nivel se situará en torno al 20% de las calorías. Una
proporción inferior hace que las comidas no sean satisfactorias, debido a
su rápida liberación desde el estómago al intestino y el rápido inicio
del hambre. Será necesario realizar una disminución gradual y consciente
para evitar el malestar, y para asegurar un cambio con éxito, y a largo
plazo, de los hábitos alimenticios.
TIP 3. Las
grasas de pescado y el aceite de oliva son realmente buenas para el
cuerpo, y deberían idealmente componer la mayoría de las calorías
grasas. Las grasas de origen animal (esto es, las que contienen las
carnes y productos lácteos) son menos sanas, y deberían tomarse al
mínimo. Para esto, ingerir proteínas vegetales, pollo sin piel y
pescado. Recuerda que la grasa de la dieta es hoy tu enemigo para la
pérdida de peso, y, a largo plazo, tu enemigo para las dolencias
cardíacas.
TIP 4. Mantener al mínimo las calorías
grasas. Adoptar estrategias de reducción de grasas como evitar
restaurantes que carezcan de opciones saludables en el menú, y pedir que
te traigan por separado las salsas y el condimento de la ensalada.
Estudiando los envases de los alimentos en el supermercado, podemos
conocer el contenido graso de aquellos. Todos los envases de alimentos
deben dar la lista de ingredientes por orden de cantidades, de modo que
los alimentos más sanos mostrarán las grasas como uno de los últimos
ingredientes. La manteca, margarina y aceites son fuente de grasas que
se encuentran en los alimentos procesados y en las recetas. Seguir
recetas y libros de cocina que se concentren en alimentos pobres en
grasas.
TIP 5. Todos los alimentos se convertirán
en grasa almacenada si se consumen en exceso de las necesidades
energéticas. Las necesidades de proteínas y grasas de los seres humanos
suelen ser fijas, y los hidratos de carbono complejos deberían
contribuir con energía (calorías) cuando se necesite. Para reducir los
cúmulos de grasa en el cuerpo, es necesario utilizar más energía de la
que se consume en los alimentos, por medio de actividades y ejercicios
corporales. El contenido en nutrientes de los alimentos debe ser
elevado, especialmente si se consumen menos calorías. Los dulces
(hidratos de carbono simples) deberían ser evitados, debido a la baja
densidad de nutrientes y al alto contenido en grasas que a menudo se
encuentra en ellos.
TIP 6. Las dietas muy bajas
en calorías y la carencia de ejercicio contribuyen a quemar tanto la
masa muscular como la grasa corporal. El cuerpo recupera la grasa más
fácilmente, y con el tiempo cambia la composición del cuerpo a un mayor
porcentaje de grasa. El enfoque correcto es el de aumentar gradualmente
el ejercicio al tiempo que se disminuye gradualmente la ingesta de
calorías (provista desde las grasas). Un cambio rápido no funcionará a
largo plazo.
TIP 7. Un cuerpo bien ejercitado estará
bioquímicamente entrenado para utilizar más eficientemente las grasas
procedentes de la dieta y de las reservas como fuentes de energía. La
tendencia a almacenar grasas se reduce con el entrenamiento atlético. Si
la intensidad del ejercicio es bastante alta, el cuerpo quemará energía
durante horas después de que el ejercicio haya acabado. Este efecto
incrementa el metabolismo basal, que es la energía que se quema en
reposo. Sin el aumento del metabolismo basal inducido por el ejercicio,
hacer una dieta para perder grasa corporal se convierte en un esfuerzo
sin resultados.
Fuente: infobae.com
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