Favorecidos por la suba del dólar y el acuerdo entre la industria, el comercio minorista y distribuidores para estimular la venta de productos nacionales, los vinos finos brasileños tuvieron una excelente performance frente a los importados en 2013. No en volumen, porque la diferencia a favor de los vinos extranjeros aún es muy grande, pero sí considerando el aumento de las ventas, lo que garantizará una mayor participación de la bebida hecha en el país sobre el mercado total.
En los espumantes, la ventaja de los rótulos nacionales, que es amplia, tiende a aumentar con el refuerzo de las ventas de noviembre y diciembre, que concentran entre un tercio y 40% del movimiento de todo el año en el segmento. Como en el caso de los vinos finos, las ventas de los productos brasileños crecerán en el mercado interno mientras las importaciones caminan a cerrar el año en rojo.
Para el director de la Unión Brasileña de Vitivinicultura (Uvibra), Henrique Benedetti, la venta de rótulos nacionales sumará entre 20 millones y 21 millones de litros de vinos finos y 18 millones de litros de espumantes, lo que representa subas de 6,6% a 11,9% y de 22,1%, respectivamente, con relación a 2012. En los importados, prevé una caída de 3% en los vinos y de 6% en los espumantes.
El director ejecutivo del Instituto Brasileño del Vino (Ibravin), Carlos Paviani, prevé una expansión de entre 7% y 8% en el caso de los vinos nacionales y de 10% en los espumantes. Prefiere no proyectar importaciones, pero señala que hubo una “pequeña sustitución” de rótulos extranjeros por nacionales debido al acuerdo para la promoción del vino brasileño que se firmó en octubre de 2012 como alternativa al pedido de salvaguardias contra las importaciones que las vinícolas habían presentado al gobierno.
Sin embargo, tanto Benedetti como Paviani consideraron que 2013 dejó un poco que desear porque el crecimiento de las ventas de los nacionales no fue suficiente para impedir la caída del mercado total, influenciada por la resistencia de la inflación, el débil desempeño de la economía y la cautela de los consumidores. “El mercado está un poco frenado”, evaluó Paviani. Para Benedetti, las ventas no fueron tan “pujantes” como se esperaba.
En los primeros diez meses del año, las ventas internas totales de vinos finos retrocedieron 5% sobre igual período de 2012 y la participación de los nacionales pasó de 20,4% a 23,1% en el período. La comercialización de los espumantes retrocedió 3% en la misma base de comparación, pero la participación de las etiquetas brasileñas creció de 69,9% a 76,8%.Para los dos ejecutivos el desempeño de los vinos importados puede estar enmascarado por los stocks que formaron los minoristas y los distribuidores antes del acuerdo con la industria nacional, cuando todavía existía el riesgo de que se impusieran salvaguardias contra el ingreso de productos extranjeros al país. “La caída de las importaciones no significa necesariamente una baja de ventas, porque hay mucho stock yendo al mercado”, comentó Paviani.
Benedetti considera que la tendencia para 2014 es que la importación de vinos no vuelva a caer y se mantenga estable en relación a este año, porque los stocks deberán ajustarse. Para los nacionales, ambas entidades prevén una suba moderada de hasta 10% en los vinos y de 10% a 13% en los espumantes.
En la Cooperativa Vinícola Aurora, la expectativa es que las ventas de vinos finos crezcan un 13%, a 8 millones de litros y las de espumantes 10%, a 2,4 millones de litros, de los cuales 5% hacia el mercado externo, según el director general Além Guerra.
Fuente: http://www.cronista.com/contenidos/2013/12/24/noticia_0023.html
Fuente: Area del Vino
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