Las
nueces, las almendras, las castañas o los pistachos son un ingrediente
delicioso en cualquier plato y un excelente aperitivo tanto crudos como
tostados. Actualmente se cultivan unas 25 clases de frutos secos en todo
el mundo y son parte tradicional de muchas cocinas étnicas. Hoy se sabe
que son sanos y que su consumo moderado no sólo no engorda (hasta 30
gramos por día es la cantidad recomendada) sino que el poder de
saciedad que les da su riqueza en grasas saludables y proteínas
vegetales hace que al comerlos no comamos otra cosa. Son ideales
para picar entre horas y aunque muchas personas evitan su consumo,
conscientes de las calorías que contienen, tienen tanto para dar que
merecen ocupar un lugar en nuestra dieta. Aquí, cualidades de los más
importantes.
Almendras
Son el fruto del almendro, se cultivan desde la
antigüedad y tienen su origen en la región de Asia Central (Persia,
Mesopotamia). Muy usadas en la dieta mediterránea, poseen gran cantidad
de fibra, calcio y vitamina B, son buenas para la piel y muy
energéticas, aunque son de los que más calorías tienen. También aportan cantidades significativas de vitamina E, previenen las enfermedades del corazón y mejoran la circulación.
Nueces
Hay 15 tipos distintos de nueces, tienen un alto nivel de
ácido linoleico (considerado responsable de reducir el colesterol) y
más antioxidantes que cualquier otro fruto seco. Provienen de las
semillas del nogal común, son ricas en proteínas, vitaminas del grupo B, oligoelementos, aceites, lecitina y ácidos grasos omega 3 (poliinsaturados). También son muy recomendadas para personas que sufren del corazón ya que reducen los niveles de colesterol.
Pistachos
Con buena cantidad de hierro y calcio, son un excelente
complemento en la dieta de un vegetariano. Provienen de un árbol llamado
Alfónsigo o Alfóncigo, una especie nativa de Asia Central y Asia Menor y
son los frutos secos con menos calorías y más vitamina A. Ricos en
proteínas, fibras y vitamina E, tienen tres veces más vitamina B6 que
otros, son un excelente aperitivo y uno de los productos típicos de la repostería de Medio Oriente.
Castañas de Cajú
Muy ricas en minerales como selenio, calcio, magnesio, fósforo y potasio, son una gran fuete de energía.
Provienen de un árbol de origen tropical que se desarrolla a lo largo
de casi toda América Central desde México hasta Perú y tienen distintos
nombres según la región: cajuil en República Dominicana; marañón en
Perú, sureste de México, Panamá, Colombia y Centroamérica; merey en
Venezuela; castaña de cajú en Argentina, Chile y Uruguay, y anacardo en
España.
Avellanas
El avellano común es un gran arbusto cuyo origen está en Europa Central y Asia Occidental y sus frutos parecen una nuez. Poseen
un elevado contenido de ácidos grasos mono insaturados, por eso ayudan a
reducir el colesterol y son ricos en calcio, potasio, magnesio, hierro,
fósforo y cinc. La composición del aceite de avellanas es similar a
la del aceite de oliva y los niveles muy elevados de vitamina E ayudan a
evitar que se pongan rancias.
Por Verónica Gurisatti
Especial para ConexiónBrando
Especial para ConexiónBrando
Fuente: conexionbrando.com
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