Los principales beneficios de la semilla de chía se centran en la gran cantidad de omega 3 que contienen , sumado a sus altos niveles antioxidantes. Además, la chía aporta un considerable porcentaje de proteínas y vitaminas del grupo B. Debido a que no contiene gluten son una de las pocas semillas que pueden ser consumidas por los celíacos.
Las semillas de chía son especialmente indicadas en mujeres pre menopáusicas, ya que aportan una buena cantidad de minerales y calcio, importantes para prevenir la osteoporosis.
Otro grupo de población que se ve muy favorecido por su consumo son las personas que sufren de hígado graso. Está comprobado que beber diariamente una infusión hecha con semillas de chía reduce las grasas hepáticas.
La chía también es muy utilizada en dietas preventivas del cáncer por los antioxidantes que contiene, y debido a su gran aporte de fibra es indicada para combatir el estreñimiento.
Existen muchas maneras diferentes de consumir la chía y de beneficiarse con sus propiedades. Las semillas pueden añadirse a múltiples preparaciones frías o calientes. Se recomienda utilizarla en rellenos, panes, sopas y ensaladas.
Además, puede consumirse en forma de infusión, dejando reposar un rato las semillas con agua hirviendo y luego filtrándolas. Debido a su alto contenido graso, veremos cómo se forma una capa superior gelatinosa. Eso es lo que desecharemos, bebiendo el líquido restante.
El aceite de chía es otra excelente opción para incluir este alimento en nuestras comidas diarias. En muchos países de Latinoamérica también es posible conseguir harina de chía.
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