jueves, 24 de marzo de 2011

Mijo, alimento humano básico

Pocos saben que el mijo fue uno de los primeros cereales del hombre. En China e India ha sido el alimento básico durante más de 3.000 años. Hoy en día es el principal cereal para más de 400 millones de personas.

Pueblos guerreros (etruscos, romanos, galos, griegos, persas, asirios, tártaros y visigodos) se alimentaban con mijo para mantenerse en forma física y mental. Los hunzas del Himalaya (famosos por su longevidad) lo tienen como cereal básico.

Es gustoso, dulce, liviano y alcalinizante. Además es más nutriente, energético y rico en sales minerales que los cereales más difundidos. Increíblemente, en nuestro país se lo consume muy poco y la gran mayoría lo considera despectivamente como alimento para pájaros.

En zonas secas, el mijo (Panicum miliaceum) significa una barrera contra el hambre. Crece en tierras pobres con pocas lluvias y si éstas no se producen, las plantas hibernan para esperar las siguientes lluvias. Además el mijo cosechado puede almacenarse sin dificultad por algunos años.

Desde el punto de vista nutricional, tiene un alto contenido proteico. Sus proteínas son de elevado valor biológico, más completas que las de trigo, arroz y maíz, y en mayor cantidad. Es, junto a la avena, el cereal más energético que se conozca.

Tiene alto contenido en hierro, calcio, fósforo, potasio, sodio, magnesio, cinc, manganeso y vitaminas (A, B y PP).

La presencia del magnesio lo convierte en un gran fijador de calcio. Uno de sus componentes (ácido silícico) explica su acción estimulante sobre el esmalte dental (como lo demuestran las dentaduras de los africanos, grandes consumidores de mijo) y también sobre el cabello, las uñas, la piel y el tono intestinal (el silicio estimula la contracción y evita la distensión del colon). En cosmética se producen extractos salinos de mijo destinados a dar lucidez y vigor al cabello.

Usos y aplicaciones

Es un alimento energético, vitalizante, digestivo y diurético; útil en astenias, anemias y embarazos (tiene la capacidad de impedir abortos espontáneos y de suplir carencias nutricionales de dicho estadio). Su contenido de lecitina y de colina, lo hace indicado para organismos debilitados y para quién realiza trabajo intelectual. La medicina naturista lo considera un alimento anti-estrés, mientras que los macrobióticos incentivan su consumo dado que es un cereal alcalinizante, tiene mucho hierro y silicio, y es bueno para el bazo, el estómago y el páncreas.

Por su versatilidad, el mijo ha sido tradicionalmente sustituto del arroz en casi todas las recetas. Pese a no tener gluten (lo pueden utilizar los celíacos), tiene buen poder aglutinante, gracias a su fibra soluble. Esto permite usarlo en budines y tortas, sin necesidad de adicionar huevos o almidón. Siendo el más dulce de los cereales, tiene la propiedad de adaptarse, sea a platos salados que a postres.

Veamos su cocción base del grano pelado.

Como muchos cereales, se beneficia de un tostado previo, que puede realizarse en seco, en la misma olla de cocción. Luego se añaden tres partes de agua por cada una de mijo, se tapa y se pone a hervir a fuego lento durante unos 45'.

Durante los últimos 5 o 10' se quita la tapa y se deja evaporar todo el líquido sobrante para que los granos queden sueltos.

No se ha de remover más de una vez y mejor con tenedor, por el riesgo que el grano se rompa demasiado y quede gomoso. Resulta ideal cuando se quieren preparar budines o convertirlo en masa base para pizzas, tartas o milanesas. También se lo puede conseguir en forma de harina, utilizándolo para la preparación de panificados, panqueques, fainá ó como reemplazo de sémolas y polentas. Ver la receta de crepes en “Sarraceno”.

Algunas recetas con mijo

Guisado de mijo y lentejas

3 tazas de mijo cocido, 1 taza de lentejas cocidas, 2 cucharadas de aceite de oliva, 3 dientes de ajo picados, 1 cebolla picada, 1 clavo de olor, ½ cucharadita de cardamomo molido, ½ cucharadita de canela molida, 2 hojas de laurel, sal marina enriquecida, pimienta opcional.

Sofreír el ajo y la cebolla en una cacerola. Añadir el resto de los ingredientes, mezclar y cocinar 15’ a fuego suave. Acompañar con ensalada de hojas verdes (rúcula, berro, achicoria, diente de león…).

Croquetas de mijo y tofu

3 tazas de mijo cocido, 1 taza de tofú, 2 cucharadas de salsa de soja, 50g de almendras picadas, 50g de germen de trigo, rebozador de arroz, 1 cucharadita de perejil picado, sal rosada, pimienta de cayena, aceite de oliva.

Se mezclan el mijo, el tofú y la salsa de soja con la batidora hasta que formen una pasta espesa. Luego se pasa a un recipiente añadiendo las almendras y el germen de trigo. Se añaden los condimentos. Con las manos húmedas formar croquetas planas y rebozar. Dorar de ambos lados, en plancha de hierro pincelada.

Budín de mijo y frutas

2 tazas de mijo cocido, ½ litro de leche de sésamo, 4 medallones de durazno remojados, 2 cucharadas de pasas de uva, 3 cucharadas de azúcar integral mascabo, cáscara de limón amarillo, frutas de estación para decorar, canela en polvo, extracto natural de vainilla.

Llevar al fuego la leche con la cáscara de limón. Cuando rompe el hervor, agregar el mijo, los duraznos, el azúcar y las pasas. Dejar hervir 5’. Retirar, agregar la canela y la vainilla. Disponer en budinera acaramelada, dejar enfriar y servir decorado con frutas.

Pizza de mijo

2 tazas de mijo cocido, 1 cucharadita de sal marina enriquecida, 1 cucharada de aceite de oliva, tomates en rodajas, 2 cebollas grandes en aritos, 1 pimiento morrón asado y pelado, 50g de aceitunas negras, provenzal.

Acomodar el mijo en una pizzera aceitada, presionando con manos húmedas. Cubrir con tomates previamente salteados en aceite de oliva y provenzal. Agregar los demás ingredientes y llevar nuevamente al horno. Servir tibio para facilitar el corte en porciones.

Mijo con verduras

3 tazas de mijo cocido, ¼ kilo de repollo en juliana, 300g de zapallo cortado en cubos, 1 choclo rallado, 100g de tofú en daditos, 1 cucharada de aceite de oliva, 4 cucharadas de salsa de soja, pizcas de: sal marina enriquecida, coriandro, comino y jengibre.

En el fondo de una olla agregar una cucharada de aceite de oliva y los condimentos. Acomodar las verduras, tapar y cocinar 5' a fuego bajo. Incorporar la salsa de soja con 4 cucharadas de agua. Cuando todo este tierno agregar el mijo y el tofú. Mezclar y cocinar 10’ más. Si fuese necesario, agregar más agua. Este plato es bueno para diabéticos, pues el mijo actúa sobre el páncreas; por ello es recomendable preparar mijo con vegetales dulces.

Hamburguesas de mijo

3 tazas de mijo cocido, 4 cebollas de verdeo picadas, 4 dientes de ajo, 1 puñado de perejil, pizcas de jengibre y pimentón, rebozador de arroz, 2 cucharadas de aceite de oliva.

Sofreír la cebolla y el ajo. Añadir el mijo y los condimentos. Mezclar y cocinar 5’. Dejar entibiar. Con las manos húmedas tomar porciones y darle forma de hamburguesas, rebozar y colocar en plancha de hierro untada, dorando de ambos lados.

Extraído del libro “Alimentos Saludables”.

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