Cuando hablamos del proceso de elaboración del vino, de su conservación y guarda, siempre hacemos hincapié en la delicadeza que se debe tener en todas las etapas para que al abrir la botella nos desprenda ese mundo de sensaciones visuales, olfativas y gustativas tan maravilloso que contiene.
Este hecho nos lleva a pensar en la importancia de la copa que utilizaremos para la degustación del vino. Tan importante es su forma y diámetro como su limpieza.
Nos habrá pasado alguna vez que hemos tomado un vino en casa, y el mismo en un restaurante y hay notables diferencias. A parte del hecho que cada botella, aun siendo de la misma referencia evoluciona diferente, existe el factor copa. Y la importancia de este factor queda reflejado claramente en una cata de copas.
¿Y como se realiza una cata de copas?
Pues tomando varias copas de formas y diámetros de boca distintos, sirviendo el vino de la misma botella y catándolo. Ya veran las increíbles diferencias!!!
Tiene una explicación muy sencilla:
En la lengua encontramos las papilas gustativas, del dulce en la punta, las del salado en el lateral anterior, las del ácido en el lateral posterior y las del amargo al final de la misma. Entonces, al tomar un vino en una copa de diámetro pequeño debemos inclinar más la cabeza por lo que el vino se dirige hacia la punta de la lengua, mientras que si la boca de la copa es de mayor diámetro fluye hacia los laterales.
Por eso, podemos acertar con la copa adecuada para cada vino pensando en como es el vino: si tomamos un vino blanco de una zona fría (en España podríamos poner el ejemplo de los vinos de Galicia), al ser generalmente ácidos se adaptarán más a una copa de diámetro pequeño que hará que al tomar el vino lo direccionaremos hacia la punta de la lengua, con lo cual nos disminuirá la sensación de acidez.
En cuanto a la limpieza, la primera recomendación es oler la copa vacía. Muchas veces nos sacan las copas "limpias" de dentro de una caja de cartón o de un armario. Pero si llevan mucho tiempo allí estarán impregnadas de esos olores por lo que, al ponerle el vino, el aroma y el gusto de éste quedará desvirtuado por completo. Igualmente en caso de haber lavado las copas con algún detergente muy aromático. Entonces, la segunda recomendación es que en caso de tener presente uno de estos olores enjuagar con bastante agua limpia hasta hacerlos desaparecer.
Con todo esto solamente nos quedará disfrutar de una buena copa de vino.
¡Salud!
Fuente: Club Torres Online
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