Italiano o sueco, el origen del fernet sigue siendo un misterio. Y como todo gran misterio, cada productor guarda celosamente la fórmula “mágica” para lograr la combinación perfecta entre las hierbas y el alcohol.
Cuenta la leyenda que da origen al fernet que esta bebida nació de la habilidad en la alquimia de un investigador anónimo de Lombardía. El alquimista colocó en la infusión varias hierbas aromáticas y medicinales en alcohol de alta graduación, revolviendo el líquido con un hierro candente. De ahí el origen del nombre (fer, hierro y net, limpio).
Otros, sin embargo, atribuyen los orígenes de la bebida a un doctor sueco de apellido Fernet que, según dicen, habría inventado la fórmula a fines del siglo XVIII.
Cada productor considera un secreto su propia fórmula, con porcentajes de hierbas y raíces que deben ser minuciosamente respetados. No suelen faltar la china, la genciana, y el ruibarbo. Aunque también se sabe que el fernet contiene Aloe, las hojas de la alloro, ajenjo, anís, naranja amarga, albahaca, cardamonio, liquerizia, nuez moscada, menta del piperita y azafrán.
Desde sus inicios, el fernet fue reconocido por sus beneficiosas virtudes anticoléricas y digestivas, pero con los años se fue incorporando a la categoría de licores amargos sin perder el aura o mito de bebida de alto grado que no hace mal. Aún hoy, muchas abuelas la recetan como bebida digestiva y saludable.
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