En verano hay que hidratarse', 'debemos beber ocho vasos de agua al día', 'tomar de un litro y medio a dos de agua cada día es bueno para la salud'. Mensajes como estos son cada vez más frecuentes, sobre todo en días tan calurosos como los que se presentan pero, ¿qué hay de cierto en estas recomendaciones? ¿Qué dice la ciencia sobre el tema?
Margaret McCartney, médico de familia de Glasgow (Escocia), analiza estos consejos y expone la evidencia científica que hay detrás de estos mensajes. Según expone en un artículo publicado por la revista 'British Medical Journal', el lema de 'beber de seis a ocho vasos de agua al día para prevenir la deshidratación' "no sólo no tiene sentido sino que se puede desacreditar rigurosamente". Y para ofrecer esta afirmación tan tajante menciona algunos estudios publicados en revistas científicas en los que se afirmaba que faltaban datos científicos sobre el beneficio de beber más cantidad de agua.
Además del análisis de algunos estudios que valoran el consumo del agua sobre la salud, McCartney hace hincapié en las recientes campañas que se han creado para potenciar la hidratación y señala que algunas de ellas, como la 'Hidratación para la Salud', obedecen a intereses de determinadas compañías, en este caso Danone, para aumentar sus ventas de agua embotellada. 'Hidratación para la Salud' ha presentado información basada en estudios sin calidad para su propósito inicial", afirma.
Sin embargo, tal y como también apunta esta médico, el consejo de beber de un litro y medio de agua a dos cada día está recomendado por numerosas instituciones, incluido el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
"Hay que distinguir entre los mensajes que puedan venir de la industria y los que vienen de las instituciones administrativas. Independientemente de los programas corporativos, lo que es cierto es que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria ha publicado recientemente los requisitos de agua que tiene la población y son consejos que vienen de expertos que no tienen ningún interés económico. Ellos han concluido que el aporte medio de líquidos está en torno a los tres litros al día. Algo más de un litro proviene de los alimentos ingeridos, por lo tanto estamos hablando de 1.500-1.800 cc de agua o de líquidos, es decir, unos ocho vasos de agua", explica Lluis Serra, presidente de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación.
Este especialista en nutrición señala que también hay que tener en cuenta las características de la propia persona y sus circunstancias. "No serán las mismas necesidades las que tenga una persona que esté haciendo ciclismo en verano que aquella que vaya en su coche con aire acondicionado", explica.
Beneficios del agua
Serra comenta que si bien es cierto que una persona puede vivir con cuatro vasos de agua, una ingesta adecuada se relaciona con unos mejores parámetros de salud. "Aunque no hay muchos estudios sobre el tema, cada vez hay más evidencia de que una buena hidratación influye en los niveles de lípidos plasmáticos, si la persona está bien hidratada sus niveles serán menores y su riesgo cardiovascular también será menor. También se sabe que al orinar se favorece la eliminación de tóxicos y que beber mejora el tránsito intestinal y la eliminación fecal. Incluso hay estudios que apuntan a que una correcta hidratación se relaciona con un mayor rendimiento cognitivo", argumenta Serra.
Para McCarney la razón de que se ofrezcan estos mensajes de hidratación es que "hay muchas organizaciones con grandes intereses creados que les gustaría decir a los médicos y a los pacientes lo que tienen que hacer". De hecho, según recoge en el artículo, "la industria de agua embotellada describe cada año aumentos en el consumo de este agua que ahora excede en 33 litros anuales por persona".
No obstante, tal y como explica Serra, "no hay evidencia para recomendar un consumo menor de agua. En este caso es mejor pasarse por encima que por abajo. Es verdad que no es necesario ir siempre con una botella de agua en la mano. Estamos en un país en el que se puede abrir el grifo y beber en cualquier lado. Es verdad que antes había más fuentes en las calles y ahora recurrimos a botellas. Quizás las autoridades deberían tomar nota y pensar en esto".
Por último, el especialista español recuerda el verano de 2003, el año más caluroso en los últimos tiempos, en el que miles de ancianos murieron debido a un golpe de calor. "Seguramente si hubieran bebido la suficiente agua no habrían muerto. Si hubieran tenido presente esta recomendación quizás la hubieran aplicado. A veces las campañas tienen un sentido sin ningún interés comercial".
Fuente: elmundo.es
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