Dora Tramontana, quien está a cargo de las acciones de Responsabilidad Social Empresaria en Chandon, nos comenta cuáles son los beneficios de trabajar con este tipo de actividades.
-¿Cómo surgió la idea de crear un programa de RSE?
- Desde el inicio, Bodegas Chandon se ha involucrado con la comunidad más allá de los objetivos del negocio como una forma de contribuir a mejorar en forma permanente de la calidad de vida del entorno.
El programa "Educar en vendimia" lleva 6 años consecutivos en marcha. Además, la bodega trabaja durante el año en diferentes programas relacionados con la educación.
- ¿A cuántas personas se beneficia con este programa?
- Puntualmente, el Programa Educar en Vendimia beneficia alrededor de 40 familias de diferentes fincas. Son más de 70 niños los que participan del programa.
-¿Cómo miden los resultados de este tipo de acciones?
- Medir los resultados es una tarea compleja, ya que son resultados intangibles. Igualmente se realiza un análisis objetivo al finalizar cada programa para ver los aspectos a mejorar a futuro. Hoy estamos en un proceso de mejora de los indicadores.
-¿Qué acciones de RSE tienen planeadas desde Chandon para el resto de 2011?
- Este año continuaremos con diferentes acciones de apoyo a la comunidad. Entre ellas, podemos nombrar los dos proyectos más importantes en cuanto a la duración (abril- noviembre): "Racimos de colores" orientado a desarrollar la creatividad y la imaginación de niños de 5 a 12 años y "Mi árbol, mi escuela y yo". El objetivo de este programa es desarrollar en docentes y alumnos, una actitud de respeto y valoración a la naturaleza y sus recursos, a partir de una conciencia ambiental y forestal, que siente las bases para una mejor calidad de vida.
Educar en Vendimia
Más de 70 niños y adolescentes, hijos de cosechadores locales y migrantes, son trasladados diariamente, según sus edades, desde las fincas hasta el jardín maternal "Cachorritos" o el polideportivo "Francisco Rizzo", ubicado en la ciudad de Tupungato.
Allí participan de actividades recreativas y educativas, guiados por docentes especializados que los contienen y atienden durante el tiempo en que sus padres cosechan. Además, reciben desayuno, refuerzo alimentario y almuerzo, cubriendo una dieta saludable. Los niños y adolescentes que participan son de las zonas de Villa Bastías, Gualtallary y Cordón del Plata, de Mendoza y de la provincia de Tucumán.
Fuente: Area del Vino
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