Surfeando la cresta de la ola

Tiempo de éxitos para Marcelo Pelleriti. Enólogo de Monteviejo, músico y nóvel locutor de radio, en estos días también recibió la noticia de que obtuvo excelentes puntos Parker para su vinos de Francia.

Sin temor a equivocarme, diré que en este tiempo a Marcelo Pelleriti le toca surfear, con éxito, la cresta de la ola. Al enólogo de Monteviejo (una de las bodegas de Clos de los Siete) el trabajo le está brindando muchas satisfacciones; ya sacó al mercado su propio vino (Sol Fa Sol, selección y reserva); la semana pasada recibió la noticia de que Robert Parker puntuó con 97+ la ultima cosecha de Chateau Le Gay y con 97 puntos la de Chateau La Violette, vinos que elabora en Pommerol; y hasta presentó un programa de radio, In Vino Veritas, durante el festival que organizó en la bodega de Vistaflores, llamado Monteviejo Wine Rock. El programa de radio saldrá al aire en breve, y en él están además Alejandro Vigil (chief winemaker de Catena), el periodista Mauricio Llaver y el chef-artista-poeta, José Bahamonde.

Abordemos ahora cada una de las buenas noticias en la vida de este personaje de la vitivinicultura argentina, por separado.

El sueño del vino propio

Este año salieron al mercado los primeros vinos propios de Marcelo Pelleriti; las marcas Sol Fa Sol, Marcelo Pelleriti Selección y Marcelo Pelleriti Reserva. ¿Cómo surgió? "Siempre quise tener mi proyecto y luego de analizar bien, con ayuda de mi esposa, la posibilidad de hacerlo me asocié a un amigo que se ocupa de la comercialización y que aportó grandes ideas, sobre todo a la imagen que debe tener; vender vino no es fácil, una marca puede ser una más en el mercado, por lo tanto mis vinos deben hablar de la pasión por hacerlos y por mi otra pasión de vida, la música", responde el autor.

La elaboración, que se hace parte en Monteviejo y parte en Lorca, ha sido de aproximadamente 30.000 botellas, con todas las gamas de varietales. "Los resultados han sido excelentes, la mitad de la producción ya se exportó a Brasil, Canadá y Estados Unidos. Por este motivo en mercado interno no estaré hasta el año próximo, no tengo volumen para soportar las ventas locales", detalló.

Por ahora compra la uva para sus vinos, pero está ensayando zonas y viñedos, porque su idea es tener una parcela de tierra propia en Valle de Uco y en Cafayate.

El hecho de trabajar con Michel Rolland, durante tantos años es una experiencia que rescata. "Obviamente que trabajar con Michel en Francia y Argentina desde hace 10 años me dio muchas herramientas, Clos y Monteviejo, son parte de mi vida y pretendo seguir siempre en el proyecto, quiero muchísimo tanto a Monteviejo, como a los Chateaux Le Gay y La violette, en todos fui quién hizo el primer remontaje y eso es algo que no puedo olvidar, es más necesito de esta adrenalina que me genera el trabajo. Así que seré su winemaker hasta que encuentre sucesor, pero por ahora lo veo difícil", bromeó.

Al hablar de estilos y de por qué un consumidor podría elegir el suyo, evaluó que quienes gustan de los vinos de alta gama, como Lindaflor y Monteviejo, bien pueden probar el suyo, porque el estilo -estructura, redondez, cuerpo y textura- es similar. No así las etiquetas, que son más "rockeras". "Si es alguien apasionado por tomar buenos vinos, verá que la botella dice y mucho, no solo del vino en sí sino del origen, del hacedor, y porque no de la historia del hacedor. Yo quiero que se refleje esa historia por mis pasiones, el vino mismo y la música", resumió.

Su relación con la música

En movimiento ascendente va la pasión de este enólogo por la música, la cual comparte con sus compañeros de Soulmate - banda mendocina que nació como tributo a las grandes bandas inglesas y sobre todo, a Alcohol Etílico - ; el amor de Marcelo por la guitarra empezó a los 7 años, cuando sus padres le regalaron la primera criolla, y no paró hasta hoy.

"A los 18 años empecé a estudiar guitarra, la agarré fuerte, después la dejé, en la secundaria tuve un primer acercamiento para hace una banda, pero no había recursos financieros. De grande me compré una guitarra mejor, estudié con Joe Moya, muy buen violero, y después más seriamente comencé a estudiar con Andrés Ceccarelli (de la escuela de músicos de Robert Fripp). El me ha motivado mucho, hace casi 3 años que con Manuel Montilla nos juntamos a cantar y a tocar como entretenimiento; después invitamos a Guillermo Rigattieri; se sumaron Oscar Logia, Piero Raguzzo y Mario Aranatti en batería. En alguna época estuvo en la banda Gustavo Parra. Así nació Soulmate que actualmente está trabajando para tocar algunos temas propios". La banda se presentó con mucho éxito el sábado pasado en Monteviejo donde también tocaron el reconocido guitarrista Rano Sarbach y 4Espacio, la banda de Matías Camisani.

Los puntajes Parker

Muy comentada fue la noticia de los 97 plus que obtuvo Chateau Le Gay y 97 La Violette, en los últimos puntajes que sacó Robert Parker de Burdeos. "Desde hace un tiempo, con todos los cambios que se vienen haciendo, estamos entre los 20 primeros Chateaux de Burdeos, haciendo una media de puntajes y comentarios de distintos críticos, con ambos Chateaux", se entusiasmó Pelleriti que a 10 años de hacer vendimia en Burdeos ya tiene la mitad de su corazón en Francia.

"La mayor alegría que tuvimos fue con Chateau Montviel, que es más pequeño, donde "la señora" (se refiere a madáme Catherine Peré-Vergé, la propietaria) me permite hacer lo que quiero; éste sacó 93 puntos Wine Spectator, cuando nunca había sacado más de 87. Creo que éste es un reconocimiento a cambios que se han hecho, que han dado buenos resultados".

El equipo en Francia está conformado por Catherine y su hijo, además de Marcelo y dos operarios de bodega argentinos de gran confianza suya; Marcelo Méndez a cargo de la vinificación en tanques y Ceferino Carmona a cargo de microvinificación.

"Son 33 hectáreas y 120 parcelas, este es el cambio de concepto; cuando me permitieron actuar con más libertad decidí cosechar en pequeñas parcelas por lo que son; individuos, cada una tiene una personalidad diferente y eso ayuda".

Con una vida hecha, un hijo de 6 años, Lucas, y una bebé en camino, Rafaella, y gracias a la compañía de su mujer, Gabriela, Marcelo mira hacia atrás y se siente satisfecho. "Diez años parece poco pero cuando mirás para atrás, es mucho tiempo; hoy tengo una vida acá pero otra allá, mi habitación, mi ropa y mis amigos; cuando puede mi familia me acompaña al menos un mes; ahora con mi chico en la escuela veremos qué pasa, pero estoy muy feliz por todo lo que estoy viviendo".

Fuente: Area del Vino