viernes, 11 de marzo de 2011

El aceite con mas cualidades


El término ACEITE,
etimológicamente, proviene del árabe AZ-ZAIT que significa "jugo de ACEITUNA", al igual que OLEO proviene del latín OLEUM que significa "jugo de OLIVA". Por tanto los términos Aceite y Oleo significan lo mismo y son empleados erróneamente para designar a las grasas líquidas o fluidas no procedentes de la aceituna u oliva.

El olivo, protagonista indiscutible de la agricultura mediterránea, tiene una larga historia que va unida a la evolución de los hombres y de los cultivos que -como el trigo y la vid- han sido básicos en la alimentación de los pueblos del Mediterráneo.

La importancia del aceite de oliva venía dada por sus muchas utilidades, ya que servía no solo como alimento, sino que era un producto básico para la medicina tradicional, la higiene y la belleza. Se utilizaba como combustible para la iluminación, como lubricante para las herramientas y los enseres del campo, como impermeabilizante para las fibras textiles y, ademas, su comercio -especialmente por via marítima- tuvo un papel predominante en el desarrolllo de la economía mediterránea.

La calidad de un producto puede definirse como el conjunto de características propias que posee y que permiten considerarlo como mejor, igual o peor que los restantes de su misma especie.

Los criterios de calidad que se aplican normalmente al aceite de oliva virgen vienen definidos por:

Parámetros químicos: grado de acidez, estado de oxidación, componentes anormales.

Análisis sensorial de sus caraterísticas organolépticas (olor y sabor), definidas por los expertos a traves de una cata.

Respecto a la acidez es importante saber que el grado de acidez no se refiere a lo que la palabra "ácido" significa normalmente. Como parametro químico, la acidez se refiere a la proporción de ácidos grasos libres que contiene el aceite, expresada en grados.

Estos grados no tienen relacion con la intensidad del sabor.

Un aceite de oliva virgen extra de baja acidez no es un aceite de poco sabor. Se trata de la garantía de un fruto sano, elaborado en condiciones óptimas en todo su proceso.

Quede claro pues que los grados de acidez del aceite de oliva son una pauta para catalogar, pero no guardan ninguna relación con el sabor.

La calidad de un aceite de oliva nace en el campo por la combinación de factores ambientales (clima y suelo), genéticos (variedad de aceituna) y agronómicos (técnicas de cultivo), y continua con las operaciones siguientes a la recolección hasta el envasado.

CATA.
Las caraterísticas organolépticas del aceite de oliva (sabor, olor y color) dependen sustancialmente de los componentes presentes en la carne del fruto y que son extraídos del aceite que contiene.

Aspecto
Se valorarán como buenos o normales los aceites que presentan un aspecto limpio de filtrado y limpio de decantación. Se consideran defectuosos los que presentan un aspecto turbio, sucio u oscuro.

Color
La gama de colores normales abarca las siguientes tonalidades:
amarillo paja, amarillo dorado, amarillo verdoso, verdoso y verde intenso.
Se consideran defectuosos los aceites que presentan colores atípicos y poco corrientes: rojizos, blanquecinos, parduscos y oscuros.

Generalmente, los tonos amarillo-dorados corresponden a aceites de oliva dulces, extraídos de aceitunas maduras de recolección tardía.

Los tonos amarillo-verdosos son propios de aceites de oliva afrutados, un punto amargos, que provienen de las aceitunas que aún no han ultimado su procesos de maduración.

Flavor (examen olfato-gustativo)
Se valorarán las sensaciones aromáticas, pudiendo ser agradables y desagradables.
Agradables: aromas de fruta madura, fruta verde, fruta de aceituna, manzana, hojas o hierba verde.
Desagradables: los aromas avinagrados, avinado, agrio, alpechín, humedad, metálico, borras, atrojado y rancio.

Dentro de los aceites de oliva se pueden distinguir:

En comparación con los de semillas, el de oliva es mucho más aromático y sabroso, de elaboración más simple, más estable y más apropiado para la fritura, ya que aguanta mejor las altas temperaturas sin descomponerse.

Tipos de aceite de oliva:

Virgen: se consigue triturando las aceitunas hasta obtener una pasta o torta, aplicando presión en frío para exprimir el aceite. Tan solo se somete a procesos físicos que eliminan las partículas sólidas que contiene en suspensión y para hacerlo transparente. En función de la cantidad de ácidos grasos libres y según las características del fruto, su calidad y suavidad será mayor o menor.
Extra: de sabor y aroma afrutados y suaves, la acidez es inferior a 1º (1% de ácidos grasos libres).
Fino: la acidez máxima es de 2º.
Corriente: hasta 3º de acidez.

Refinado: es aquel que se obtiene a partir de un aceite que en su inicio contiene muchos ácidos grasos libres debido a que ha sido obtenido mediante presión en caliente a partir de la torta de aceitunas o a que procede de frutos de poca calidad, por lo necesita ser refinado para hacerlo comestible. Es de color pálido, su acidez no llega a 0,2º por lo que apenas tiene sabor y contiene muy pocas vitaminas, fitosteroles y sustancias responsables de aroma.

Aceite de oliva o puro de oliva: es una mezcla del de oliva virgen y de aceite de oliva refinado. Su acidez no debe superar 1º. Es el aceite más común en el mercado.

Aceite de orujo de oliva: se obtiene a partir de la torta o residuo que queda después del prensado de las olivas y que contiene todavía entre un 10-20% de aceite que también se puede aprovechar. Es el de peor calidad y necesita ser refinado para reducir su acidez máxima a 0,3º.

Propiedades del aceite de oliva…
Dentro de los diferentes tipos de aceite de oliva, el virgen y el puro de oliva o de oliva, son los más ricos en vitamina E (de acción antioxidante) y fitosteroles (sustancias que contribuyen a reducir los niveles de colesterol en sangre).

En conjunto, todos ellos destacan por su elevado aporte de un tipo de grasa llamada monoinsaturada; sobre todo, ácido oleico.

El aceite de oliva, debido a su particular composición, contribuye a reducir los niveles de colesterol total en sangre, a expensas del llamado mal colesterol (LDL colesterol) y evita su oxidación, uno de los factores que hace que el colesterol tienda a adherirse a las paredes de los vasos sanguíneos, en relación con las enfermedades cardiovasculares. Así mismo, aumenta los niveles en sangre del llamado 'buen colesterol' (HDL-colesterol).

Consejos en el empleo
Conviene usar el aceite de oliva para freír, ya que resiste mejor que los de semillas (girasol, maíz, soja....) temperaturas de hasta 160-190º, que son las que se alcanzan con la fritura.

Es el aceite más estable, se descompone más lentamente que el resto de aceites y, así mismo, impregna menos de grasa al alimento.

No se recomienda mezclar nunca aceite nuevo y viejo, ni tampoco el de oliva con los de semillas. Tienen diferentes puntos de humo, el de oliva aguanta más temperatura que los otros y si los mezclamos, uno quema al otro y se producen sustancias irritantes y potencialmente tóxicas.

Hay que evitar el sobrecalentamiento. Lo preferible es no sobrepasar durante la fritura la temperatura de 170º. Si se utiliza una freidora eléctrica, hay que regular el termostato para que el aceite no humee ni se oscurezca. Si la temperatura es demasiado elevada se generan sustancias irritantes y potencialmente tóxicas por lo que deberemos desechar siempre el aceite sobrecalentado.

Los alimentos deben estar en lo posible secos, el agua favorece la descomposición del aceite.

Se debe filtrar el aceite tras cada fritura para eliminar restos de alimento que quedan flotando y que favorecen su oxidación y descomposición.

Cambios frecuentes del aceite de fritura. Un aceite no debería utilizarse más dos o tres veces para freír, en especial si ha humeado o está oscurecido.

Si queremos que los alimentos empanados o rebozados queden más crujientes y se empapen menos aceite, se ha de añadir por cada huevo batido una cucharada de agua. Si además ponemos papel absorbente de cocina para que empape el exceso de aceite tras la fritura, mejor.

El aceite de oliva virgen y el puro de oliva, son los más ricos en vitamina E (antioxidante natural).

En comparación con los aceites de semillas, el de oliva, es mucho más aromático y sabroso, de elaboración más simple, más estable y más apropiado para la fritura, ya que aguanta mejor las altas temperaturas sin descomponerse.

En la Salud
El aceite de oliva virgen es un zumo de frutas naturales que conserva el sabor, aroma, vitaminas y todas las propiedades del fruto del que procede, siendo además el único aceite vegetal que puede consumirse directamente virgen y crudo.

Su valor calórico es de 9 calorías por gramo. La misma proporción calórica que cualquier otra grasa animal o vegetal.

Las grasas (o lípidos) son nutrientes indispensables para el organismo. Su función es predominantemente energética. Aportan la energía que permite al individuo desarrollar actividades físicas e intelectuales y son una fuente de calor.

Además de hacer las comidas más apetitosas, poseen un evidente valor biológico ya que los tejidos necesitan los lípidos para desarrollar su actividad. Por otra parte como algunas vitaminas (A, D, E, K) sólo son solubles en las grasas, necesariamente dependen de los lípidos para ser absorbidas.

Los lípidos están constituidos por ácidos grasos que pertenecen a dos grandes grupos:

Los ácidos grasos saturados, que se encuentran en las grasas de origen animal (carne, quesos, mantequilla, nata) y en los aceites de coco y de palma.

Los ácidos grasos insaturados (no saturados) presentes en los aceites vegetales y en los pescados, comprenden a su vez los ácidos monoinsaturados y polinsaturados.

De estos ácidos grasos presentes en los aceites vegetales, hay dos que resultan fundamentales para la vida humana:

El ácido oleico (monoinsaturado), que constituye el 80% del aceite de oliva.

El ácido linoleico (polinsaturado) también presente en el aceite de oliva, que es esencial para el organismo.

El colesterol es una sustancia grasa contenida en los organismos animales que juega un importante papel en las funciones vitales. Muchas hormonas del organismo, indipensables para la vida, se elaboran en el cuerpo humano a partir del colesterol.

Las grasas y el colesterol, para ser transportadas por la sangre, se asocian con proteínas formando unas asociaciones moleculares llamadas lipoproteínas.

La proteína de baja densidad LDL (o colesterol malo)
La proteínas de alta densidad HDL (o colesterol bueno)
El colesterol malo (LDL) se deposita en las paredes internas de las arterias en forma de placas de ateroma, estrechándolas, siendo el factor causante de la ateroesclerosis, que es una forma de arteroesclerosis, con el peligro que esto conlleva para las enfermedades cardiovasculares.

El aceite de oliva, por la cantidad de ácido oleico que contiene, se considera la grasa ideal.

El ácido oleico aumenta el colesterol bueno (HDL), que ejerce un papel de protector, ya que transporta el colesterol malo depositado en las arterias hasta el hígado para su eliminación, reduciendo los riesgos de trombosis arterial y de infarto.

Resumiendo, los efectos beneficiosos del aceite de oliva sobre el organismo son:

Aparato circulatorio
Ayuda a prevenir la arterioesclerosis y sus riesgos.
Aparato digestivo
Mejora el funcionamiento del éstomago y páncreas, el nivel hepatobiliar y el nivel intestinal.
Piel
Efecto protector y tónico de la epidermis.
Sistema endocrino
Mejora las funciones metabólicas.
Sistema óseo
Estimula el crecimiento y favorece la absorción del calcio y la mineralización.
Por su contenido en vitamina E y el efecto antioxidante de ésta sobre la membrana celular, el aceite de oliva está especialmente recomendado para la infancia y la tercera edad.

Cómo comprar, mantener y utilizarlo
Al comprar aceite de oliva, dentro de la amplia gama que existe actualmente, su elección dependerá del uso que le vaya a dar, puesto que del mismo modo que se elige un vino para acompañar cada plato, Ud. puede elegir y utilizar un aceite distindo dependiendo del alimento que vaya a preparar.

En crudo, para aliñar ensaladas, verduras y pescados blancos, resultan excelentes los aceites de oliva suaves. Estos aceites son igualmente adecuados para tortilla, revueltos, huevos fritos, salsa mahonesa y repostería.

Los aceites de oliva con un sabor frutado medio darán más personalidad a las ensaladas y otros platos regionales (escabeches, pescados en salsa verde, bacalao, gazpachos, etc).

Para potenciar el sabor de los fritos, en especial de las patatas, y como base de los sofritos, guisos y estofados, darán un excelente resultado los aceites de oliva con un sabor frutado más intenso e incluso con un matiz amargo.

Con la práctica, Ud. puede llegar a sabe seleccionar un aceite de oliva por sus cualidades sensoriales y por su lugar de origen, entre la amplia gama existente, todos ellos con sus características propias diferentes, sin que esto implique que unos sean mejores que otros.

El aceite de oliva es un producto «vivo». Para conservar su frescor e integridad hay que mantenerlo alejado del excesivo calor, del aire, de la humedad y, sobre todo de la luz.

El aceite de oliva virgen extra conserva todas sus propiedades biológicas y las cualidades sensoriales cuando se utiliza en crudo. Es el más apropiado para ensaladas, aderezos o para untar pan o tostadas.

La salsas emulsionadas en frío (la mahonesa, por ejemplo) se debe preparar con un aceite de oliva de sabor poco pronunciado.

Las masas para empanadas, empanadillas, etc, adquieren una mejor textura al utilizar aceite de oliva como ingrediente.

En la repostería el aceite de oliva tiene un protagonismo indiscutible puesto que participa tanto en lo interno, como ingrediente de las masas, como en lo externo cuando estas masas requieren una fritura posterior.

El aceite de oliva en las frituras
La fritura es un sistema de cocción que consiste en sumergir los alimentos crudos o cocidos en un baño de aceite de oliva, en un recipiente hondo, a una temperatura lo suficientemente elevada (mínimo 130°) para que queden dorados y crujientes, evitando así que se embeban en el aceite de la cocción.

En las condiciones adecuadas de temperatura de fritura (no calentándolo en exceso), el aceite de oliva no manifiesta ningún cambio sustancial de su estructura y conserva mejor que otros aceites sus propiedades dietéticas. Otra ventaja del aceite de oliva como grasa de fritura es la formación de una corteza en la superficie del alimento que impide la penetración de aceite en el interior del mismo.

Consejos prácticos para frituras
No se debe mezclar aceite de oliva con otros aceites vegetales ni con otras grasas.

Dependiendo del alimento que se fríe, el aceite de oliva puede utilizarse más o menos veces. En general, no debe emplearse en más de cuatro a cinco ocasiones.

Y para terminar recuerde que el aceite de oliva es el más, el más ligero y el más sabroso para las frituras, siempre que lo utilice adecuadamente.

Fuente: alimentacion-sana.com.ar

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