En el último encuentro de coyuntura de la Sociedad Argentina de Profesionales del Vino (SAPV) organizado por Área del Vino, en el hotel NH, expusieron Susana Balbo, presidenta de Wines of Argentina, Antoine Thibaud, propietario de Ruca Malén y Tres Blasones, Carlos La Rosa, columnista de Diario Los Andes, Rodolfo Cavagnaro, de Cavagnaro y Asociados y Javier Merino, director de Área del Vino, quienes brindaron un detallado panorama político, económico y vitivinícola.
Merino desglosó los puntos más relevantes del escenario del vino. Especificó que si bien la facturación creció 9% entre 2008 y 2009, las ventas cayeron un 11% en volumen, especialmente en el mercado externo de graneles. El precio promedio, a su vez, creció 22% si se promedian los aumentos en mercado interno y externo (10% y 62% respectivamente).
Los números indican que el precio del vino de traslado aumentó 31% el año pasado frente a 2008, impactando fuertemente en los márgenes de mercado interno donde creció 9%. "La relación entre el precio de traslado y el precio promedio de venta de vino ha crecido notablemente en las últimas tres temporadas. La escasez relativa se ha hecho sentir", señaló el director de Área del Vino.
Cosecha y precios
"El precio promedio de la uva sube influido por un conjunto reducido de variedades. En 2009, claramente se dio por la restricción de oferta", continuó en su presentación sobre oferta y demanda de uvas tintas y blancas, Javier Merino.
Entre 1999 y 2008 se invirtió en viñedos 1.291 millones de dólares, pero desde 2006 en adelante, la inversión anual fue cada vez más baja, llegando a sólo 37 millones en 2008.
Como contraparte, la demanda siguió en ascenso, sobre todo en el caso del Malbec que pasó de 782 mil hl. en 2004 a 1,6 millones en 2009.
"La demanda de Malbec y Sauvignon Blanc tuvieron una tasa de crecimiento de 15%, y 13,8% respectivamente", ejemplificó.
La superficie plantada, por ejemplo de Malbec, pasó de 20.000 ha en 2004 26.000 ha en 2009. "Mientras el Malbec creció en demanda al 15%, la oferta en tierras creció 4,8%. Hay una necesidad de abastecimiento de demanda del Malbec del 105%, cuya proyección a 2011 llegará a 125%. Se necesitan al menos 8000 hectáreas más para satisfacer esta demanda". No pasa lo mismo con otros varietales. Se necesita 50% de Syrah y 82% de Sauvignon Blanc. Es interesante la abundancia de Torrontés, cuyo déficit llega sólo al 18%.
En cuanto al rango de precios, Merino explicó que las exportaciones están focalizadas en Ultra Premium y Súper Premium, las dos categorías que dominan en valor en los mercados de Estados Unidos y Canadá y en los varietales Malbec y Cabernet Sauvignon.
Mercado mundial
"La crisis impactó seriamente las importaciones mundiales de vino que cayeron de 29 mil millones de dólares a algo más de 24 mil. El volumen de las importaciones también se deterioró pasando de 9 mil millones de litros a algo más de 7 mil, un nivel parecido al de cinco años atrás", destacó Javier Merino.
En precio promedio se recuperaron los valores de 2007. "En los últimos 8 años, el precio tuvo un crecimiento promedio de 51% pero en los últimos 3 años se amesetó, lo que está relacionado con el famoso ‘trade down' dado en la economía a nivel mundial", subrayó.
La tasa de crecimiento en exportaciones cayó algunos puntos. "Veníamos creciendo a una tasa del 11% y caímos el 15%. En algunos países, la caída fue muy fuerte como Japón. Sin embargo, en países como Estados Unidos, donde la importación general cayó 13%, Argentina creció el 26%. En Reino Unido, donde la caída fue del 19%, Argentina cayó 8% y en Suecia se creció 22%. En este juego de ganadores y perdedores, Argentina fue el gran ganador de share de 2009. Atrás estuvieron Chile y Nueva Zelanda. El gran perdedor fue Australia, con tasas negativas en prácticamente todos sus mercados", recalcó.
¿Donde estará el foco en los próximos años?
Merino indicó que las grandes oportunidades se ven en países con bajo consumo de vino per cápita pero con mucho crecimiento en su economía y en sus importaciones, como China, Estados Unidos, Japón, Canadá, Rusia, Suecia, Noruega y Brasil.
La oportunidad moderada de mediano plazo está en países con altos consumos per cápita y suaves crecimientos en importaciones, como Países Bajos, Suiza, Bélgica, Alemania, Dinamarca y Reino Unido.
En tanto, hay oportunidades para analizar en España, Italia, Australia y Francia, en segmentos atractivos para los jóvenes, como oportunidades de nicho.
Otras opiniones
Según Carlos La Rosa, la revolución de países emergentes y su consecuente crecimiento de la clase media -26 millones de personas en los últimos años se han transformando en clase media en Brasil, 250 millones en la india y 550 en China- es una oportunidad invalorable para las exportaciones de materia prima de Argentina.
Sin embargo, en cuanto al contexto político dijo que estamos igual que en 1920. "En lugar de mirar hacia adelante y hacia afuera, Argentina decidió mirar hacia adentro y hacia atrás. No sólo el gobierno, sino el país que se siente disgregado y pide un poder fuerte que controle la anarquía". Agregó que la situación política está trabada y que la única forma de avanzar será tomar el ejemplo de figuras como Alberdi que en 1853, pese a estar enfrentado con Rozas, tomó lo mejor de ese Gobierno para la Constitución.
Por su parte, Rodolfo Cavagnaro, de Cavagnaro y Asociados, afirmó que "la crisis recién empieza". Se refirió en este sentido a las tasas de desempleo en Estados Unidos, al déficit fiscal de la Comunidad Europea y que China, India y Brasil estarían en una especie de "burbuja" por los capitales que fluyen hacia esos países, inflando sus monedas.
Sobre Argentina, recalcó que si bien sus niveles de producción se recuperan al ritmo de la industria automotriz - fogoneada por la demanda de Brasil - el fantasma más fuerte es la inflación. "Estamos creciendo a una tasa muy alta de emisión de moneda, el gasto público crece 36% contra 25% de ingresos. El gobierno no quiere ajustar, pero está ajustando por la inflación", dijo.
Sostuvo que el año, si se rige por los precios del primer trimestre, terminará con un 30% de inflación, "el peor veneno para una economía. El salto más fuerte lo tuvo la carne. Por la sequía se liquidaron muchos animales, lo que significa que cada vez nacerán menos terneros. El panorama de precios sigue en aumento a menos que el gobierno genere una política para que los ganaderos preserven vientres. El otro sector complicado es el de la leche. Cerró el 50% de los tambos por las retenciones. Estamos al límite del abastecimiento de granos, de gas y vamos a tener que importar petróleo crudo", graficó.
Fuente: Area del Vino
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