miércoles, 11 de septiembre de 2013

La rentabilidad de las pymes cayó 5 puntos en dos años

Que la situación financiera de las bodegas cada vez se complica más, al punto de tener que ajustar e incluso avanzar en cambio de manos, no es novedad. Así las cosas, los números permiten medir la evolución en los últimos años y corroborar que la rentabilidad está en una pendiente, sobre todo para pymes cuyo margen bruto promedio cayó 5 puntos en dos años.

Con un ratio de rentabilidad del 29% hasta 2012, las bodegas pequeñas y medianas aparecen claramente en desventaja, no sólo si se comparan sus ingresos (sin descontar gastos financieros y de comercialización, entre otros) con los del ciclo 2010 y 2011, sino frente al promedio del mercado durante el último año, que fue del 34%, dos puntos por debajo del ciclo anterior, gracias al mejor margen de las grandes firmas.

Así resulta del último Reporte de la Industria Vitivinícola elaborado por PWC (Price Waterhouse Coopers), que obtiene valores relativos de los balances de 45 establecimientos que representan 70% de las ventas del mercado, incluidas exportaciones. El estudio toma como parámetros una facturación anual inferior a $ 20 millones para las bodegas pequeñas; de hasta $ 100 millones para medianas y por encima para las grandes.

La "canibalización" del mercado interno, convertido a la fuerza en vedette por las complicaciones para vender afuera, es un efecto previsible, con unas 500 etiquetas en pugna. Y como era de esperarse, mientras el margen bruto de las compañías de mayor estructura promedia el 40%, las más golpeadas resultan, como también es de esperarse, las firmas con menos espalda financiera.

"Algo que se observaba y ahora se confirma es que el de la vitivinicultura es un negocio que requiere volumen; salvo contadas excepciones, ya no hay un modelo basado en precio. Además, aun en las buenas épocas nunca fue una industria de grandes márgenes", analiza Carlos Brondo, associate partner de PWC Argentina, a cargo de la oficina en Mendoza y coordinador del reporte.

Cómo incrementar las ventas

Por eso, a su criterio, "las bodegas pequeñas que armaron su estructura para posicionarse en el exterior, si quieren ahora ganar un lugar en el mercado nacional se topan con obstáculos como la falta de canales de comercialización desarrollados".

Un aspecto particular en este contexto es cuánto gasta la industria en estrategias de marketing y recursos para vender más, teniendo en cuenta que los insumos para la producción ocupan 65% de la estructura de costos y sumando. La conclusión divide realidades: mientras las grandes destinan $ 27 de cada $ 100 de ingresos al ciclo de ventas, de acuerdo al reporte anual las pequeñas empresas se ajustan a su realidad, como lo demuestra el hecho de gastar 17% de lo percibido en acciones comerciales.

Menos margen, más pasivo

La evolución de un año a otro también marca distancias. Los establecimientos que más facturan incrementaron su gasto comercial 6 puntos desde 2010, y los de facturación menor sólo lo ajustaron 2 puntos en ese lapso.

A nivel de resultados, se asume que el ratio de rentabilidad se estrecha paulatinamente. Pero a juicio de Brondo, "si bien un punto de retracción es mucho, es similar al de otros países vitivinícolas como Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda".

¿Cómo se solventa la actividad vitivinícola hoy? En virtud de que no existe la receta única y cada cual conoce su metabolismo, la respuesta también es dispar. El estudio señala una relación 70/30 a favor del financiamiento bancario o a través de proveedores frente a la inversión genuina de los accionistas, un mix que no cambió al menos en las tres últimas temporadas.

En cambio, para las bodegas chicas el mix sí sufrió una metamorfosis: en 2010 comprometían un 66% de su patrimonio, y se endeudaban sólo 34% con terceros. Tal vez porque la cuota de confianza fue modificándose, lo cierto es que con una curva decreciente en el primer caso y en ascenso en el segundo, ya el último año la relación se equilibró en 52% y 48%

respectivamente. No obstante, el promedio del mercado señala que el recurso de financiarse con terceros roza el 60% de los activos, cuando en 2010 apenas superaba el 50%.

Por todo lo que configura la lucha por la supervivencia, un nuevo mapa vitivinícola es lo que varios auguran en no mucho tiempo. "La industria se encamina a la concentración, porque no resiste un nivel de dispersión como el actual. Y creo que el mercado generará las herramientas para propiciarlo", visualiza Brondo a modo de conclusión del estudio anual de la industria.

Fuente: http://losandes.com.ar/notas/2013/9/8/rentabilidad-pymes-cayo-puntos-anos-736999.asp

Fuente: Area del Vino

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