No falla. El almanaque indica que comenzó la primavera.
El termómetro supera los 20º. Y las "urgencias" por empezar la dieta y bajar
los kilos de más que dejó el invierno pasan a ser prioridad.
Ese es el momento en el que muchos se ven tentados de
dar inicio a una dieta "relámpago", que en pocas semanas traiga de regreso la
silueta perdida. Y por lo general se trata de planes de alimentación "de moda" basados
en líquidos, un solo grupo alimenticio u otras características que prometen
resultados rápidos y duraderos.
Esta es la fórmula perfecta para poner en riesgo la
salud de quienes la siguen, ya que producen desde desequilibrios nutricionales
hasta el temido "efecto rebote", que lleva a recuperar los kilos perdidos
rápidamente.
"La ecuación es sencilla: si alguna de las
dietas milagrosas diera resultado real, no habría tanta gente con
sobrepeso buscando la nueva dieta año a año"
El doctor Silvio Schraier (MN 57.648), médico especialista
en Nutrición, presidente de la Fundación Argentina de Nutrición (FAN) y director de la Carrera de Médicos
Especialistas en Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA (sede Hospital
Italiano de Buenos Aires) explicó que "la fantasía tradicional es que en
la primavera, con la ropa más liviana, hay que lucir el cuerpo y bajar de peso.
Esto es muy bueno si se aprovecha ese envión para emprender un plan de vida más
saludable, y así llegar al próximo año con un mejor peso y poder mantenerlo".
Pero, lamentablemente, para el ex presidente de la
Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) "junto con la necesidad de bajar de
peso, viene la fantasía de la solución mágica o milagrosa. Y aparecen las
dietas que no tienen ninguna base científica, supuestamente recomendadas por
algún famoso, que ofrecen resultados rápidos y duraderos a costa de un gran
esfuerzo a corto plazo, y cuya única consecuencia segura es el 'efecto rebote',
es decir que los kilos vuelven al poco tiempo, y de peor 'forma'. La ecuación
es sencilla: si alguna de las dietas milagrosas diera resultado real, no habría
tanta gente con sobrepeso buscando la nueva dieta año a año. La realidad es que
el mismo individuo que quiere hoy adelgazar fracasó por intentos
anteriores".
Las dietas de moda permiten un descenso rápido de peso,
ya que "en lugar de grasa (el objetivo de todo tratamiento para la
obesidad), se pierde gran cantidad de agua y de masa muscular. Ello hace que
cada vez sea más difícil bajar de peso, puesto que al reducirse la cantidad de
músculo disminuye la cantidad de 'maquinaria metabólica' para 'quemar
grasa'", comentó el especialista. "Eso, sin mencionar los déficit
nutricionales y riesgos para la salud que comporta, por ejemplo, seguir planes
alimenticios que 'prohíben' los carbohidratos, los vegetales, los sólidos o
cuanta prohibición se le ocurra a la dieta de moda. Desde mayores niveles de
colesterol y triglicéridos (como en las dietas hiper tipo Atkins) o riesgo de
sobrecarga a los riñones (con dietas hiperproteicas como la 'del astronauta')
hasta carencias vitamínicas y minerales que, según el paciente, pueden ser muy
riesgosas a corto o largo plazo", enfatizó Schraier.
No obstante, "como 'la mentira tiene patas cortas',
después de comprobar que las dietas de moda fracasan, se vuelve otra vez a lo
sensato, que consiste en un plan de alimentación razonable, adaptado al perfil
de cada paciente, con una leve reducción de calorías, lógica, a expensas de
adecuar el tamaño de las porciones, sin alimentos 'prohibidos'; una actividad
física moderada (no pensando en volverse un deportista de alto rendimiento), y
suplementos dietarios de eficacia probada que contribuyen al descenso de
peso", subrayó el médico nutricionista.
La asociación terapéutica de suplementos dietarios como
el ácido linoleico conjugado original (Metabolic cla®), reducen la cantidad de
grasa en personas físicamente activas. Los efectos se observan en particular en
la grasa abdominal, que es la que más riesgo genera para la salud, donde ésta
es reemplazada paulatinamente por tejido muscular. Esto se logra mediante un
doble mecanismo químico que reorienta el metabolismo graso. Varios estudios
señalan que este suplemento es seguro y eficaz, siempre como complemento de un
abordaje integral de la problemática del paciente, por lo que se recomienda que
su indicación esté en manos del médico especialista.
Signos
para reconocer una dieta de moda
Existen varias pautas que por lo general caracterizan a
una dieta "de moda":
· Aseguran una pérdida de peso rápido o relámpago (más
de 5 kilos por mes).
· Sostienen que sus efectos duran toda la vida
· Prometen que son fáciles de seguir.
· Afirman ser seguras y sin riesgos para la salud.
· Prohíben determinados alimentos, que se estigmatizan
como los 'culpables' de impedir la reducción de peso.
· Generan ansiedad y estrés en quienes siguen la dieta.
· Producen pérdida de volumen o fuerza muscular,
cansancio, problemas para conciliar el sueño, pérdida de cabello o fragilidad
en las uñas
El "efecto
rebote" y cómo bajar de peso
¿Por qué se produce el 'efecto rebote'? Por un descenso
inadecuado de peso. "Si, por ejemplo, bajo 10 kilos rápido, lo más seguro
es que 8 kilos sean de grasa, y el resto de agua y músculo. Cuando 'dejo la
dieta' y me realimento de golpe, gano más grasa que músculo: recupero los 10
kilos, pero van a componerse casi íntegramente de grasa, que luego será más
difícil bajar", detalló Schraier, quien enfatizó que "por si esto
fuera poco, la motivación está desgastada en el paciente que se sometió a
dietas muy restrictivas durante 15 o 30 días o más y luego recuperó el peso
perdido; hay que entender que la obesidad es una enfermedad con componentes
socioafectivos, no es una actitud voluntaria, y es un paciente que se debe
tratar a largo plazo. Si restringe la alimentación en forma exagerada, va a
'compensar' esa restricción con comilonas cuando deje la dieta, y cada vez le
cuesta más seguir un plan".
Por eso, lo recomendable para mantener el peso es
desarrollar hábitos saludables. No prohibir, sino razonar. "No sirve
'coserse la boca', porque es necesario alimentarse y de manera equilibrada;
tampoco sirve 'matarse en el gimnasio', porque en el descenso de peso el 70% se
logra con la alimentación y apenas el 30% con la actividad física", afirmó
el médico, quien ejemplificó: "una caminata activa de 60 minutos consume
unas 300 calorías, pero se tarda apenas cinco minutos en comer un alfajor, que
implica la misma cantidad de calorías. Es decir que lo que costó una hora de
esfuerzo 'quemar', se cubre en cinco minutos con comida. La solución es comer
en forma equilibrada para no incorporar tantas calorías, y seguir un plan de
actividad física adaptado a cada persona".
Otro rol importante de la actividad física es cuando ya
no se debe restringir más las calorías. "Para bajar de peso, reduzco la
cantidad de calorías, por ejemplo unas 400 calorías menos por día. Al principio
se van a ver resultados, durante dos, tres meses. Pero recordemos que 'de
fábrica' venimos preparados para 'ahorrar', es decir, para guardar las calorías
a fin de sobrevivir. Entonces, como el organismo no distingue entre una
decisión voluntaria para bajar de peso y una hambruna, se llega a la 'meseta',
cuando se frena la reducción de peso. Es entonces cuando, en lugar de
restringir más la dieta y generar enojo y frustración tanto en el paciente como
en el médico, se debe aumentar la actividad física; en general, no se debe
hacer planes de alimentación de menos de 1200 calorías para un adulto",
destacó Schraier.
Dietas
de moda
Dieta
de los hongos o M-Plan
Seguida por famosas, es una dieta proveniente del Reino
Unido y se la conoce como el M-Plan (Mushroom Plan). Promete reducir 'rollitos'
y mantener las curvas. Se trata de reemplazar alimentos por hongos,
champignones, portobello y otros.
Disociada
Consiste en separar los tipos de alimentos y nunca
consumirlos juntos en una comida, ya que supuestamente "al encontrarse
alimentos incompatibles en el tracto digestivo se produce el aumento de
peso".
Detox
Ayunos que consisten en evitar cualquier alimento y
solamente tomar agua, jugo de limón, caldos, jugos, pimienta de cayena y otros
líquidos para "desintoxicar" el organismo.
Dukan
Es un régimen hiperproteínico al estilo de la dieta
Atkins con 4 fases, rico en proteínas bajas en calorías que reducen el apetito
y obligan a quemar calorías sin perder masa muscular. Primero se comen sólo
proteínas, luego se suman verduras, alternando estas fases hasta alcanzar el
peso deseado.
De
los cinco bocados
Los seguidores pueden comer lo que deseen en el almuerzo
y la cena, pero sólo cinco bocados, y no deben desayunar.
Comida
de bebé
Supuestamente impulsada por famosos personal trainers de
Hollywood, consiste en reemplazar comidas por comida de bebé en potes.
Hollywood
o del pomelo
Inspirada en la clásica Dieta Scardale, dice que se debe
comer medio pomelo con cada comida, ya que las enzimas de la fruta 'romperían'
los adipocitos. Esta dieta es muy baja en carbohidratos y alta en grasa y
proteínas.
De
los siete colores
Consiste en comer alimentos de un solo color (naranja,
amarillo, verde, u otros) por día, finalizando la semana con un día en el que
se comen todos los colores. El objetivo es comer más frutas y verduras.
Fricker
Se puede seguir por dos meses como máximo, para perder
peso rápido. Consiste en comer carne, pescado, verduras con algo de materia
grasa, lácteos y fruta, evitando harinas y dulces. Es alta en proteínas y baja
en calorías.
Además de los riesgos de carencias alimentarias que generan este tipo de dietas, llevan
al paciente al cansancio, a perder la motivación para adelgazar, y a un aumento
de peso muy rápido al abandonar la dieta.
Se baja de peso, pero no se adelgaza, ya que apenas
se retoma la alimentación habitual se recuperan los kilos perdidos y no se
adquieren hábitos saludables.
No se adquieren buenos hábitos alimenticios, y al dejar
la dieta es muy habitual recuperar todo el peso perdido, lo que se conoce como
'efecto rebote', que dificulta la pérdida de peso en nuevos intentos.
Algunas aumentan además los niveles de colesterol y
triglicéridos.
Fuente: infobae.com
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