Los huesos de las mujeres mayores de 50 años sufren y se
debilitan. De acuerdo a estadísticas conocidas en nuestro país, tres de cada cuatro
mujeres tienen algún trastorno óseo, ya sea osteopenia u osteoporosis.
La osteoporosis es la enfermedad ósea más frecuente. La
pérdida del calcio de los huesos lleva a su aparición habitualmente en forma
"silenciosa", ya que no presenta en la mayoría de los casos
manifestaciones clínicas tempranas, y muchas veces la fractura es el primer
signo.
El depósito de calcio en el esqueleto se produce hasta
los 30 años. A partir de esta edad hay una progresiva pérdida del tejido óseo.
Esta pérdida se acelera en las mujeres después que desaparecen las
menstruaciones, en el período que se conoce como menopausia.
Los huesos se debilitan también por la menor ingestión
de calcio a lo largo de los años unido a una disminución de la actividad física,
lo cual los vuelve más quebradizos y se fracturan.
La prevención de la osteoporosis debe iniciarse en la
infancia y continuar toda la vida, para ello la actividad física debe ser
regular y la alimentación rica en nutrientes que resultan clave para estos
fines.
En ese sentido, siempre se hizo mención al calcio y la vitamina
D como nutrientes fundamentales para la salud de los huesos, pero nueva
evidencia científica agrega a la vitamina K2 que, desafortunadamente, no se
encuentra en cantidades suficientes en nuestra dieta occidental. De ahí que la
mayoría de las personas tengan un deficiente aporte de esta vitamina.
Por qué es tan importante la vitamina K2
La estructura ósea sufre un proceso de remodelación
continuo, regulado por células llamadas osteoblastos (forman el tejido óseo), y
osteoclastos (responsables de la resorción).
Los osteoblastos para cumplir su función producen la
osteocalcina, esta proteína se une al calcio a la matriz ósea y fortalece la
estructura de los huesos.
Mientras la actividad formadora de hueso (absorción) es
mayor que la ruptura (resorción), el proceso de mantenimiento de salud de los
huesos se mantiene bajo control.
Ahora bien, la osteocalcina es una proteína dependiente
de vitamina K, lo que significa que necesita de la vitamina K2 para funcionar
adecuadamente. Así, a largo plazo, la deficiencia de vitamina K2 puede llevar a
la pérdida de calcio en los huesos y la reducción de la calidad del mismo.
La evidencia científica detrás de la vitamina K2
Los números de los estudios realizados relacionaron el
consumo de vitamina K2 (Menaquinona-7) esencial con la salud ósea.
Un breve resumen de los estudios clínicos publicados
durante la última década da cuenta de ello:
- En 2003 se publicó el primer megaestudio europeo en
mujeres post-menopáusicas, donde se demostró que suplementar la alimentación
con vitamina K2 ayuda a promover la salud ósea y conservar la densidad mineral
ósea.
- Otro estudio publicado en la revista Osteoporosis
en 2007, con un seguimiento de tres
años, concluyó que aquellas mujeres que incorporaban vitamina K2 mostraban una
mayor resistencia ósea, resultados similares a los obtenidos en dos estudios
japoneses, que demostraron que el aporte de la forma natural de K2 aumenta los
niveles de osteocalcina activada, ayuda a preservar la salud ósea y disminuye el
riesgo de fractura de cadera.
En el European Journal of Epidemiology (2008) señalaron
a la vitamina K2 como el ingrediente fundamental para la preservación y
fortalecimiento de la estructura ósea, incluso por sobre el calcio y la
vitamina D.
También protege el corazón
El exceso de calcificación de las células que recubren
las paredes de los vasos arteriales puede desempeñar un papel en el aumento de
su rigidez y fragilidad, que impide el flujo normal de la sangre hacia y desde
el corazón.
Durante la última década se identificó la proteína Gla
de la matriz (MGP), dependiente de la vitamina K2 para su activación, como el
inhibidor más potente conocido a la fecha de la calcificación vascular.
El Rotterdam Study (2004) mostró que un alto consumo
dietético de vitamina K2 (pero no de vitamina K1) tiene un fuerte efecto
protector en la salud cardiovascular.
Las conclusiones de este estudio basadas en el seguimiento
por un período de 10 años de 4.807 hombres y mujeres inicialmente sanos mayores
de 55 años de edad, reflejaron que el aporte de un comprimido al día de vitamina
K2 se traduce en una reducción del 50% del riesgo de calcificación arterial y
de mortalidad cardiovascular.
Estos hallazgos fueron constatados en 2008 con otro megaestudio,
denominado Prospect-EPIC, donde participaron 16 mil personas, con un
seguimiento de 8 años, describiendo que por cada 10 mcg. de vitamina K2
consumido, el riesgo de enfermedad cardíaca
coronaria se redujo en un 9%.
Llega a la Argentina el primer complemento de vitamina
K2
Avalada en la evidencia mencionada, ya está disponible
en el país Cados, el primer y único complemento de la alimentación con vitamina
K2 original (Menaquinona-7).
Cados posee vitamina K2 de origen natural y un comprimido
al día contiene la dosificación (45 mcg/día) necesaria para fortalecer, mejorar
la estructura ósea y disminuir el riesgo cardiovascular.
Fuente: infobae.com
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