La crisis económica mundial y la crisis interna constituyen una
peligrosa combinación para Argentina que da como resultado un
estancamiento en los mercados, precaución frente a las ventas y aumentos
de precios. La preocupación: perder competitividad.
Durante 2011, tanto el mercado interno como externo
se ha estancado y Argentina ya no está creciendo al ritmo que lo venía
haciendo los últimos años. Entre enero y setiembre del 2011, las bodegas
argentinas exportaron US$ FOB 534,313, 15,742 millones de cajas de 9 litros a un precio promedio de US$ FOB / Caja 9 Litros
33,94. Comparado con el 2010, el valor aumentó un 10.4%, el valor cayó
un 3.3% y el precio promedio subió 14.21%.
Por
un lado, haciendo una comparación en términos de valor y volumen de las
exportaciones de vino embotellado argentino a Estados Unidos, entre los
periodos enero-agosto de 2010 y enero-agosto de 2011, se observa una
fuerte caída del segmento de precios menor a U$S 15.
Según datos de Caucasia Wine Thinking, Argentina perdió en esta categoría el 69,9% en volumen, pasando de exportar 522.389 cajas de 9 litros en 2010 a 157.000 cajas en 2011. En valor, esta caída representa el 70,2%, bajando su recaudación de U$S 6.867.426 FOB a U$S 2.045.333 FOB.
Un
dato no menor fue la reacción de los vinos ubicados en el segmento de
U$S 39 a U$S 60 por caja de 9 litros. Comparando los primeros ochos
meses del año 2010 contra igual periodo de 2011, aumentó 51,1% en
volumen, mientras que en valor, la ganancia fue del 47,2%.
Lo
mismo ocurre con el segmento que va de U$S 60 a U$S 110 la caja de 9
litros, que creció en comparación 2010 vs. 2011 un 46% en valor y
volumen.
En el caso de Brasil, según datos de
Trade Map, en el período comprendido entre enero y julio de 2010,
Argentina exportó a Brasil 25.507 miles de dólares. En el mismo periodo
de 2011, este valor fue de 26.536 miles de dólares. Comparando los
mismos meses en volumen, lo números muestran que en 2010, Argentina le
vendió a su país vecino 8.480.931 litros contra 7.822.417 en 2011.
Traduciendo a valores porcentuales, las ventas de vino embotellado argentino a Brasil cayeron el 7,76% en volumen mientras que subieron el 4,03% en valor.
Finalmente,
en lo que respecta al mercado canadiense, según muestran los datos
estadísticos de las exportaciones de vino embotellado argentino con
destino a Canadá, los valores se mantienen, mientras que el volumen
disminuye. En el período comprendido entre enero y marzo de 2010, se
exportaron 21.263 miles de U$S contra 21.015 miles de dólares en los
mismos meses de 2011. La diferencia, por tanto, es de tan solo el 1,63%
negativo.
Sin embargo, en términos de volumen
la diferencia negativa es mayor. En enero-marzo de 2010 entraron a
Canadá 5.103.814 litros de vino argentino, mientras que en 2011 la cifra
bajó a 4.474.097 litros. Esto significa que Argentina exportó 12,33%
menos en ese período.
Aumentar precios, misión imposible
En base a esto, los encargados de las exportaciones destacan que hoy el
mercado está reaccionando con precaución, esperando ver cómo se van a
ir comportando los consumidores antes de realizar aumentos en los vinos.
Además, otro problema con el que se enfrentan es
que a medida que las bodegas aumentan los precios, las líneas van
saltando de rango de precios. De esta forma, la franja más codiciada
para el vino argentino y más competitivo (US$15 - US$20), va perdiendo
terreno.
Alejandro Panighini,
gerente de Exportaciones de Norton, mencionó que “hay que estar muy en
sintonía con lo que está pasando en los mercados para no perder
posiciones en los distintos segmentos”. Sin embargo, aclaró que es inevitable que haya una desaceleración en los volúmenes de exportación.
En
el caso de los mercados europeos, Panighini destacó que “hablar de
aumentos es una complicación grande porque estos se superponen con las
variaciones del tipo de cambio euro-dólar que generan aumentos reales
aún mayores”.
Uno de los
mercados que se ha visto más afectado es Canadá. “Las exportaciones en
volumen cayeron aproximadamente un 20%, mientras que el precio aumentó
un 15%. La caída en volumen se da principalmente en los productos de
precios más bajos, que tuvieron que generar aumentos de precios mayores
que terminaron posicionándolos en precios al público más altos,
perdiendo participación. Este fenómeno se da en los precios FOB por
debajo de USD 30. Por encima de este nivel los volúmenes siguen
creciendo”.
“En Estados Unidos, muchos
no están aceptando el incremento porque los productos salen de sus
segmentos originales. En general, los compradores están muy cautos;
antes algunos se stockeaban ante oportunidades de negocio, hoy esta toma
de riesgos se redujo”.
En concordancia, Lucas Lowi, export Manager de Chandon y Terrazas de Los Andes, coincidió que “en
el actual escenario mundial existe mucha incertidumbre, sobre todo
porque los compradores están esperando ver cómo se interpretan las
diferentes señales macroeconómicas”.
En un
respiro de aliento, Lowi confía que los mercados Latinoamericanos serán
los que mejor reacciones a estas crisis, y continuarán con interesantes
tasas de crecimiento; a diferencia de Europa y Estados Unidos”.
En
el caso de Sebatián Sicilia, export Manager de los mercados de Estados
Unidos y Canadá de Finca La Celia y Tamarí, comentó que “aquellos vinos
menores de U$S 20, aumentaron sus precios incluso superando los 20
dólares. En el caso de los vinos de entre U$S 20 y U$S 25 han tenido
algunos aumentos menores, mientras que en los de más de U$S 26 los
precios se han mantenido estables”.
“Por
ahora -continúo Sicilia- la mayor cantidad de nuestros productos siguen
estando en el rango de precio más competitivo en Estados Unidos y sobre
todo para el exportador argentino que es entre U$S 10 y U$S 20. Es en
este segmento de precios que se encuentra nuestra gama media y media
alta. Sin embargo, este año no hemos logrado el crecimiento deseado en
esta categoría”.
Realidad argentina, la otra punta del cañón
En
una nota publicada en Área del Vino, Michel Rolland destacó lo
siguiente: “Afuera, la competencia es fuerte y como siempre hay que
competir, hacer el producto adecuado para un mercado y estar al mismo
precio; pero hoy los precios del Nuevo Mundo no son mucho más baratos
que los de Francia. Si Argentina sigue con la locura de la inflación y
con el aumento de los salarios, en algunos años tendrá vino más caro que
Francia y matará su competitividad. De hecho, no me asusta más la
situación de Francia que la de otros países. Si las cosas siguen así,
Francia será un fuerte competidor para los países del Nuevo Mundo en
pocos años”.
Con respecto a esto,
Patricio Reich, CEO de Renacer, agregó que “el euro ha tenido una
fuerte corrección y los países productores de la Euro Zona se han vuelto
más competitivos. Es por esto que no sólo vemos competencia con otros
países (como Francia), sino que también con nosotros mismos. El tema es
que hay mucho Malbec de excelente calidad en las góndolas de todo el
mundo. Los vinos que están a U$S 20 retail están frenados por lo que
deciden rematarlos al 50%, y se puede ver no sólo en góndola, sino
también en Internet. A medida que la crisis sigue creciendo, la
competencia es aún más feroz”.
Si los problemas
económicos continúan a este ritmo, la competitividad y los vinos de
excelente relación precio-calidad con la que Argentina siempre se
diferenció del resto puede quedar sólo en el recuerdo.
Mirando
al 2012, los encargados de las exportaciones destacan que será un año
complicado, particularmente para Argentina que tiene complicaciones
adicionales. Reich
agregó que “la inflación ha disminuido considerablemente la
rentabilidad. Esto, unido a un tipo de cambio estable, nos deja con
pocas herramientas para mantener la rentabilidad”.
Panighini,
mencionó que “es difícil saber cómo va a seguir todo, la crisis
internacional influye en todos los mercados en mayor o menor medida y la
alta volatilidad en los tipos de cambio en el mundo, no permiten
visionar. A esto, hay que sumarle un año de elecciones y con una
inflación que viene creciendo a dos dígitos”.
Igualmente,
“en el contexto de crisis mundial, un componente positivo es que sigue
creciendo la aceptación por los vinos argentinos, esto puede ayudar a
compensar las dificultades que se prevén”, resaltó.
El Viejo Mundo está atento a la crisis - Opinión de Gabriela Malizia
La crisis económica
internacional iniciada en 2008 no deja de causar estragos en el mundo.
Los productores de los principales países vitivinícolas están muy
preocupados por sus efectos actuales. En Francia y España la crisis es
un tema ineludible al hablar de estrategias, futuro, promoción y ventas
en las bodegas. Por un lado se da la gran caída del consumo dentro de
cada país; en Francia, según se pronostica, podría caer de 42 a 37
litros en dos años. En España, la tasa de desempleo que trepa a más del
20% (4,8 millones de desempleados) y con un salario mínimo de 650 euros,
la situación para el consumo de vinos es desalentadora. Dato a tener
en cuenta porque estos países están apuntando todos sus cañones a los
mercados externos, especialmente a Estados Unidos y Brasil (los
principales para Argentina).
España y el Sur de Francia, zona muy productiva, tiene muchos vinos que compiten en precio con los del Nuevo Mundo y la calidad es interesante. Los precios de los vinos top de Burdeos -los Grand Cru Classé- se vendieron "en primeur" a muy buenos precios este año atados a la demanda de China. Esta mejora -recordemos que los vinos bordeleses por la crisis cayeron fuertemente en 2009 - estabiliza los valores para el resto de Francia, aunque la demanda de productos de otras regiones no sea igual de constante. En estas zonas productivas las bodegas se esfuerzan por ahorrar en costos -la mano de obra es el más importante- y optimizar precio y calidad. Gracias a la estabilidad en los costos de producción y a una moneda sólida, más la ayuda que prestan los organismos gubernamentales y los trabajos de promoción externa que hacen los organismos regulatorios, estos países productores son amenazas para exportadores como Argentina que, en pleno período de posicionamiento en los mercados externos, padece inflación e inestabilidad. La crisis no quedó atrás y se avecinan nuevos frentes de tormenta. El Viejo Mundo se prepara para enfrentarlos con políticas austeras y subsidios ¿Cuál será la estrategia del gobierno argentino? La respuesta a esta pregunta llegará, esperemos, después del 23 de octubre.
España y el Sur de Francia, zona muy productiva, tiene muchos vinos que compiten en precio con los del Nuevo Mundo y la calidad es interesante. Los precios de los vinos top de Burdeos -los Grand Cru Classé- se vendieron "en primeur" a muy buenos precios este año atados a la demanda de China. Esta mejora -recordemos que los vinos bordeleses por la crisis cayeron fuertemente en 2009 - estabiliza los valores para el resto de Francia, aunque la demanda de productos de otras regiones no sea igual de constante. En estas zonas productivas las bodegas se esfuerzan por ahorrar en costos -la mano de obra es el más importante- y optimizar precio y calidad. Gracias a la estabilidad en los costos de producción y a una moneda sólida, más la ayuda que prestan los organismos gubernamentales y los trabajos de promoción externa que hacen los organismos regulatorios, estos países productores son amenazas para exportadores como Argentina que, en pleno período de posicionamiento en los mercados externos, padece inflación e inestabilidad. La crisis no quedó atrás y se avecinan nuevos frentes de tormenta. El Viejo Mundo se prepara para enfrentarlos con políticas austeras y subsidios ¿Cuál será la estrategia del gobierno argentino? La respuesta a esta pregunta llegará, esperemos, después del 23 de octubre.
Fuente: Area del Vino
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