Es fácil comprobar que la dieta equivocada actúa negativamente sobre la salud produciendo sobrepeso y numerosas enfermedades de las llamadas ”de estilo de vida”, que abarcan desde la hipertensión hasta la diabetes. Más difícil es observar lo contrario, cómo la dieta adecuada contribuye al bienestar y la salud.
Los especialistas, que basan sus afirmaciones exclusivamente en evidencias observadas en poblaciones significativas, siempre son cautos al hablar de las propiedades de los alimentos. Sin embargo existe consenso sostener que algunos alimentos funcionan de forma positiva, fortaleciendo el sistema inmunológico.
En esta nota hay links a dos artículos, uno sobre la cúrcuma y otro sobre el te verde, que no dejan dudas hasta que punto lo que comemos y tomamos puede proteger la salud. Está comprobado que los antioxidantes, algunos minerales y vitaminas, en proporciones adecuadas, contribuyen decididamente con la salud. Y hay que tener en cuenta una cosa, algunos estudios demostraron que las vitaminas y minerales tienen un mejor desempeño cuando son incorporados directamente en la dieta, y no como suplementos. Es decir, en lo posible es mejor comer naranjas que tomarse una pastilla de vitamina C.
La lista
Ajo
El ajo pertenece al “Hall de la fama” de los superalimentos (Superfood). Sus propiedades abarcan desde la estimulación inmunológica hasta antitumorales. Es un poderoso antioxidante.
Brócoli
Pocos vegetales tienen mejor prensa que el brócoli. Estos “árbolitos” también son antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades y también el envejecimiento. Son fuente de vitamina A, C y E. El brócoli debería formar parte de la dieta todo el año, y es un ingrediente dúctil para sumar a toda clase de preparaciones.
Calabaza/zapallo
La calabaza posee abundante vitamina A y C y potasio, hierro y zinc. La vitamina A contribuye a que las proteínas regulen las comunicación entre células. Investigaciones recientes sugieren que la vitamina A puede ayudar a mantener el sistema respiratorio saludable, o sea, clave para la temporada invernal.
Cúrcuma
La cúrcuma es una especia muy utilizada en la medicina china y muy popular entre los que practican dietas supersaludables. Es un agente quimiopreventivo de probada eficacia contra el cáncer (ver Efectos quimiopreventivos y terapéuticas de la cúrcuma en Cancer Letters) y un estimulante del sistema inmunológico.
Jengibre
Ante resfríos y decaimiento, el jengibre es utilizado como una infusión. Un compuesto llamado gingerol hace del jengibre un alimento picante. Tomado como te favorece la producción de sudor.
Morrones (pimientos rojos)
Los pimientos son los reyes de la vitamina C. En efecto, tienen casi el doble de vitamina que el que se encuentra en frutas y verduras. Algunos científicos consideran que las megadosis de vitamina C pueden prevenir los resfriados. En cualquier caso, las investigaciones recientes culminan que la vitamina C reduce la duración de los síntomas de resfrío y su severidad.
Orégano
Todas las hierbas tienen compuestos antioxidantes y el orégano más que ninguna otra. Además, el orégano tiene propiedades antimicrobianas que protegen al cuerpo de bacterias. Combinado con ajo y tomate, el orégano provee su cobertura a la salud.
Ostras
Las ostras son ricas en zinc, uno de los nutrientes requeridos para la producción de la testosterona, de allí su fama de ser un alimento que favorece el desempeño sexual de los varones (no hay evidencia al respecto). Pero sí está probado que el zinc mejora la función de las células T, indispensables para alertar al sistema inmune. El zinc se encuentra además en la carne de vaca, pollo y mariscos. Adquirir zinc es un problema para aquellos que realizan dietas sin proteínas animales, en esos casos deben procurar comer semillas de zapallo, lentejas, porotos y eventualmente tomar suplementos minerales.
Té verde
El té verde merece un párrafo especial en esta lista. Después del agua, el té verde es la segunda bebida más consumida en el planeta. Cada año se producen en todo el mundo 3.000 millones de kilos. Sus propiedades saludables son incontables y producen permanentes hallazgos en el mundo médico. Por ejemplo en el año 2006 la revista JAMA (The Journal of the American Medical Association) publicó los resultados de un estudio en Japón que analizó el consumo de té verde y la mortalidad por cualquier causa. Una población de más de 40.000 personas fueron monitoreados por 11 años. Las conclusiones demostraron que aquellos que tomaban té verde habían tenido una mortalidad menor por enfermedades cardiovasculares, cáncer e infecciones. El té verde, concluyen, posee efectos protectores para la mortalidad. (Leer artículo publicado en Science Daily)
Yogur
Y al final el yogur. La American Diet Association asegura que es cierto que el yogur con probióticos funciona protegiendo el tracto intestinal de gérmenes. Los Lactobacillus y Bifidobacerium de los que tanto habla la publicidad, según la ADA son aliados de la salud y se incorporan a través la ingesta del yogur.
Fuente: cukmi.com
Los especialistas, que basan sus afirmaciones exclusivamente en evidencias observadas en poblaciones significativas, siempre son cautos al hablar de las propiedades de los alimentos. Sin embargo existe consenso sostener que algunos alimentos funcionan de forma positiva, fortaleciendo el sistema inmunológico.
En esta nota hay links a dos artículos, uno sobre la cúrcuma y otro sobre el te verde, que no dejan dudas hasta que punto lo que comemos y tomamos puede proteger la salud. Está comprobado que los antioxidantes, algunos minerales y vitaminas, en proporciones adecuadas, contribuyen decididamente con la salud. Y hay que tener en cuenta una cosa, algunos estudios demostraron que las vitaminas y minerales tienen un mejor desempeño cuando son incorporados directamente en la dieta, y no como suplementos. Es decir, en lo posible es mejor comer naranjas que tomarse una pastilla de vitamina C.
La lista
Ajo
El ajo pertenece al “Hall de la fama” de los superalimentos (Superfood). Sus propiedades abarcan desde la estimulación inmunológica hasta antitumorales. Es un poderoso antioxidante.
Brócoli
Pocos vegetales tienen mejor prensa que el brócoli. Estos “árbolitos” también son antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades y también el envejecimiento. Son fuente de vitamina A, C y E. El brócoli debería formar parte de la dieta todo el año, y es un ingrediente dúctil para sumar a toda clase de preparaciones.
Calabaza/zapallo
La calabaza posee abundante vitamina A y C y potasio, hierro y zinc. La vitamina A contribuye a que las proteínas regulen las comunicación entre células. Investigaciones recientes sugieren que la vitamina A puede ayudar a mantener el sistema respiratorio saludable, o sea, clave para la temporada invernal.
Cúrcuma
La cúrcuma es una especia muy utilizada en la medicina china y muy popular entre los que practican dietas supersaludables. Es un agente quimiopreventivo de probada eficacia contra el cáncer (ver Efectos quimiopreventivos y terapéuticas de la cúrcuma en Cancer Letters) y un estimulante del sistema inmunológico.
Jengibre
Ante resfríos y decaimiento, el jengibre es utilizado como una infusión. Un compuesto llamado gingerol hace del jengibre un alimento picante. Tomado como te favorece la producción de sudor.
Morrones (pimientos rojos)
Los pimientos son los reyes de la vitamina C. En efecto, tienen casi el doble de vitamina que el que se encuentra en frutas y verduras. Algunos científicos consideran que las megadosis de vitamina C pueden prevenir los resfriados. En cualquier caso, las investigaciones recientes culminan que la vitamina C reduce la duración de los síntomas de resfrío y su severidad.
Orégano
Todas las hierbas tienen compuestos antioxidantes y el orégano más que ninguna otra. Además, el orégano tiene propiedades antimicrobianas que protegen al cuerpo de bacterias. Combinado con ajo y tomate, el orégano provee su cobertura a la salud.
Ostras
Las ostras son ricas en zinc, uno de los nutrientes requeridos para la producción de la testosterona, de allí su fama de ser un alimento que favorece el desempeño sexual de los varones (no hay evidencia al respecto). Pero sí está probado que el zinc mejora la función de las células T, indispensables para alertar al sistema inmune. El zinc se encuentra además en la carne de vaca, pollo y mariscos. Adquirir zinc es un problema para aquellos que realizan dietas sin proteínas animales, en esos casos deben procurar comer semillas de zapallo, lentejas, porotos y eventualmente tomar suplementos minerales.
Té verde
El té verde merece un párrafo especial en esta lista. Después del agua, el té verde es la segunda bebida más consumida en el planeta. Cada año se producen en todo el mundo 3.000 millones de kilos. Sus propiedades saludables son incontables y producen permanentes hallazgos en el mundo médico. Por ejemplo en el año 2006 la revista JAMA (The Journal of the American Medical Association) publicó los resultados de un estudio en Japón que analizó el consumo de té verde y la mortalidad por cualquier causa. Una población de más de 40.000 personas fueron monitoreados por 11 años. Las conclusiones demostraron que aquellos que tomaban té verde habían tenido una mortalidad menor por enfermedades cardiovasculares, cáncer e infecciones. El té verde, concluyen, posee efectos protectores para la mortalidad. (Leer artículo publicado en Science Daily)
Yogur
Y al final el yogur. La American Diet Association asegura que es cierto que el yogur con probióticos funciona protegiendo el tracto intestinal de gérmenes. Los Lactobacillus y Bifidobacerium de los que tanto habla la publicidad, según la ADA son aliados de la salud y se incorporan a través la ingesta del yogur.
Fuente: cukmi.com
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