Fronteras adentro los industriales se pueden defender más o menos de los costos internos retocando precios cerca de la inflación, pero en los mercados mundiales sienten que les sube el piso de los costos internos, contra un techo inmóvil de los precios mundiales.
En el balance de los primeros 5 meses del año, el INV puso sobre la mesa los datos del consumo interno: 7% de aumento en los volúmenes comercializados en total y recuperación de mayo 2011 respecto a igual mes del año pasado (23,5% más) y superación respecto de abril pasado (3,58%).
En las exportaciones, en cambio, bajaron los volúmenes del vino fraccionado (-4%) y mejoraron claramente los envíos de vino a granel (55% más en los caldos sin mención varietal, por ejemplo y 17% más en los que llevaban mención varietal).
Es decir mejoraron los volúmenes de vinos sin identificación ni regional ni varietal, que es buena noticia pero que no deja huella de calificación propia. Otro que se anotó en la lista de las alegrías es el mosto concentrado, que vendió 8.500 toneladas más que en los 5 meses del magro año pasado y que cerró el período con una suba del 27% en volumen total exportado (a precio buenos y estables, por otra parte).
Pero en los encuentros de análisis y perspectivas, los referentes exportadores coincidieron en que el ‘alto riesgo de que el ritmo inflacionario evolucione muy rápido y que la industria del vino no pueda acoplarse a esos cambios’’. Por eso concluyeron en que la competitividad de las empresas está en peligro y por ende (los precios mundiales son poco menos que intocables) peligran mercados en el exterior. Todos se quejaron de la inflación acelerada y el dólar devaluado.
Fuente: Diario de Cuyo
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