A pesar que mucha gente que se lleva las manos a la cabeza, la fiebre por los productos "light" y "sin" llegó también a la enología, con el vino sin alcohol y "bajo en calorías". Las empresas han encontrado un nuevo nicho de mercado hasta ahora poco explotado.
Este vino fue presentado en el salón Bizkai-Vinos, celebrado en el Palacio Euskalduna de Bilbao, y el delegado comercial del un grupo empresario (Matarromera), David Núñez, restó importancia, en sus declaraciones, a la sorpresa que en algunos clientes causa el caldo, porque "esto pasaba hace 20 años con la cerveza" sin alcohol.
Matarromera cuenta con bodegas en las denominaciones de Origen de Ribera del Duero, Rueda y Toro.
Núñez explicó que se somete al vino a una "deconstrucción" para separar los aromas, el alcohol y el resto, para luego reconstruirlo sin la carga alcohólica, y definió el proceso como "no agresivo" y totalmente "natural".
El público "todavía no" lo pide, pero el delegado de la bodega se mostró optimista, porque "el 90% de las llamadas que recibimos son para preguntar por el vino sin alcohol y dónde lo pueden encontrar en su zona", y apuntó que "es el hostelero el que tiene que apostar por el producto".
Los promotores del caldo se han fijado en "un público femenino joven" como objetivo, aunque David Núñez explicó que en otros lugares hay "muchísima demanda, sobre todo en países donde no se puede beber alcohol".
En una cata improvisada, Núñez calificó el vino como "jovial" y "fresco", aunque dejó claras sus diferencias con el mosto: "200 kilocalorías por cada 100 gramos frente a las 4 kilocalorías" de su producto.
Fuente: clarin.com
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