Logré encontrar la medida intensidad que a mí me satisface y les doy las cantidades. Claro está que si a alguno le resulta muy esto o aquello debe proceder a reemplazar o disminuir la cantidad de esa especia, hasta encontrarle su ajuste al paladar propio.
Se necesita encontrar primero un té negro que les sea de su agrado. Cualquiera que les haya ido bien con leche y azúcar va a servir.
Ingredientes:
200 Ml. de leche
200 Ml. de agua
2 vainas de cardamomo enteras
5 cms de canela en rama (o 1 cdta. en polvo)
3 clavos de olor
1 estrella de anís
1 rebanadita de gengibre fresco, pelado con cuchara
2 granos de pimienta negra
2 cucharadas bien llenas de té negro.
(De arriba hacia la derecha: Gengibre, pimienta, clavo, canela, anís, y en el centro cardamomo)
Procedimiento:
Poner en una sartén las semillas de cardamomo, clavo deolor, canela, pimienta y estrella de anís, hasta que se doren y se sientan sus perfumes.
Colocarlas en el mortero y procesarlas.
Pasar el resultado a un hervidor junto con la leche, agua y cucharadas de té y llevar a un hervor que dure la intensidad deseada de sabor. (4-5 minutos está bien para mi).
Pasar por un colador de tela de café y servir directo en un cuenco.
Agregar la cantidad deseada de azúcar o miel.
Esta cantidad hace exactamente un cuenco de los míos, uno de esos jarros térmicos que me ayudan a disfrutarlo pausadamente.
También puede llenar dos tasas austeras, si lo mantienen tapado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario