Representan el 85% de los
ingresos que dejaron a Mendoza los envíos a ese país en 2011. El sector
vitivinícola mostró cautela por las represalias tras el pedido de no
importar productos británicos.
El pedido del
Ejecutivo nacional acerca de 20 empresas para que dejen de comprar
productos británicos puede tener consecuencias en Mendoza. La
posibilidad de que Inglaterra tome represalias por la decisión oficial
generó revuelo, sobre todo en el sector vitivinícola, pues de los 52
millones de dólares que la provincia exportó en 2011 a ese país, cerca
del 85% fue por venta de vinos fraccionados y a granel, lo que
representa aproximadamente 44 millones de dólares, según datos de
ProMendoza.
Si bien la mayoría de los referentes
de entidades intermedias y cámaras de bodegas esperan que la medida del
gobierno de Cristina Fernández se oficialice, la preocupación está
abonada sólo por la posibilidad de que el Reino Unido desaliente la
compra de productos locales, que va desde verduras y frutas (frescas y
secas) hasta bombas centrífugas.
Los argumentos
que justifican el pedido que hizo la titular de Industria, Débora
Giorgi, a una veintena de empresas nacionales y multinacionales están
vinculados con la soberanía sobre las Malvinas, aunque en lo formal “es
impedir que se siga reduciendo el superávit comercial que tiene
Argentina con Inglaterra y privilegiar las relaciones comerciales con
naciones que respetan la integridad territorial, los reclamos soberanos y
los recursos que pertenecen al país”, según Télam.
La
noticia cruzó el Atlántico y motivó que el primer ministro británico,
David Cameron, la considerara “contraproducente” y evaluara que “poner
barreras no beneficia el interés económico de Argentina”, tal como
consignó Europa Press.
Por ahora, las autoridades
locales observan con cautela lo que ocurre entre la Nación e
Inglaterra. En lugar de salir a confrontar con las decisiones de la Casa
Rosada, Eduardo Sancho, quien representa a la Asociación de
Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), analizó ante Diario UNO
que “estas medidas suelen tener muchas repercusiones mediáticas, pero
después no pasa mucho más. Habrá que ver cuándo y cómo se aplica”.
Si
bien el Reino Unido ocupa el cuarto lugar en el listado de mercados que
compran vinos argentinos, la mayoría de los empresarios y autoridades
de entidades intermedias, como ProMendoza, consideraron que el impacto
mayor excede lo estrictamente comercial. “El mercado británico funciona
como vidriera de los vinos mendocinos y es la entrada al resto de
Europa”, aseguró Guillermo García, titular del Instituto Nacional de
Vitivinicultura (INV).
En esa línea, el titular
de ProMendoza, Alejandro Fadel, dijo que “el Gobierno nacional deberá
manejarse con sutileza”. Mientras que el gerente de la Unión
Vitivinícola Argentina (UVA), Sergio Villanueva, dijo que “son señales
que se dan y hay que tener cuidado de que no se aprovechen otros
países”.
La mayoría de los referentes
vitivinícolas consultados apuntó a las razones geopolíticas y
diplomáticas de la estrategia nacional para recuperar las islas Malvinas
y sólo mostró cautela hasta saber cómo responderá Inglaterra.
Fuente:
Diario Uno
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