Constantemente estamos escuchando que los hidratos de carbono
deben desaparecer casi enteramente de nuestra dieta por ser un tipo de
nutriente que lo único que hace es conseguir que engordemos sin
apenas darnos cuenta. Desde luego que esta afirmación no tiene ningún
fundamento, sino que simplemente es un mito que muchas personas siguen
creyendo a pies juntillas, y más ahora que están tan de moda las dietas
ricas en proteínas. Por ello vamos a desmentirlo.
Como ya sabemos, los hidratos de carbono son la principal fuente de energía
que recibe nuestro cuerpo. Nos aportan glucosa que convertimos en
energía y combustible para poder realizar todas las actividades
cotidianas. Pero los hidratos en sí no son los responsables de que
engordemos, sino que el cómputo total de calorias son las que se encargan de que nuestro cuerpo engorde.
Es muy sencillo, simplemente se trata de una operación que siempre
debemos tener en la mente cuando queremos mantener nuestro peso. La cantidad de calorías que consumimos nunca debe sobrepasar a las que quemamos.
Si las superamos tenderemos a engordar, ya que nuestro cuerpo las
acumulará en forma de grasa, mientras que si no llegamos echaremos mano
de las reservas de grasa de nuestro cuerpo y adelgazaremos.
Es cierto que los hidratos de carbono contienen muchas calorías, pero son fácilmente asimilables y rápidas de quemar por parte del organismo.
Además de este tipo de nutrientes, el resto que ingerimos, como las
proteínas tienen también calorías que no podemos pasar por alto. La
solución es controlar lo que ingerimos y la cantidad de alimento que nos
vamos a llevar a la boca.
Pero las calorías que nos tienen que preocupar realmente son las que provienen de las grasas,
ya que son las que el organismo acumula con más facilidad y apenas
quema como lo hace con las que provienen del resto de alimentos, y sobre
todo las que se desprenden de los hidratos de carbono.
Las calorías
originadas de los hidratos de carbono aumentan la glucosa rápidamente,
por lo que nos dan una dosis de energía instantánea que podemos quemar
al momento si realizamos actividad física. Pero si consumimos hidratos integrales la liberación de las calorías es más lenta, con lo que la quema de las mismas es más efectiva.
Es muy importante que ante esta afirmación que dice que los hidratos
engordan sin más sepamos diferenciar entre los diferentes tipos de
hidratos. Los citados anteriormente son dos ejemplos, pero no debemos
pasar por alto las calorías vacías que nos prestan
muchos alimentos que simplemente tienen contenido calórico sin más. Un
ejemplo son las bebidas alcohólicas, los dulces elaborados a base de
azúcares refinados…
La manera en la que nuestro cuerpo asimila las calorías vacías es muy rápida, ya que hace que los niveles de glucosa aumenten rápidamente,
igual de rápido que bajan y se acumulan en el organismo en forma de
grasa. Una manera de aumentar de peso sin darnos cuenta. Por este motivo
no podemos generalizar y decir que los hidratos de carbono son malos
sin más, sino que hay que ahondar más en este tema para saber cómo
proceder y elegir adecuadamente los alimentos que nos llevaremos a la
boca.
Fuente. vitonica.com
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