viernes, 5 de agosto de 2011

Reducir el riesgo de Alzheimer con Alimentación


Reducir el riesgo de la enfermedad de Alzheimer con 4 cambios en la dieta

Los expertos afirman que hay una vacuna contra la enfermedad de Alzheimer que se encuentra en la fase de prueba inicial, pero hasta que se perfeccione, hay medidas naturales que se pueden tomar para mejorar la salud cerebral: hacer ejercicio regularmente, mantenerse socialmente activo, participar en pasatiempos que desafíen la mente, evitar el tabaco y proporcionar al cerebro los nutrientes que necesita para funcionar a pleno rendimiento. A continuación, se indican qué cambios se pueden realizar en la dieta:

Tomar omega-3. Los ácidos grasos omega-3 como DHA y EPA (ácido docosahexaeneoico y ácido eicosapentaenoico) puede ayudar a proteger el cerebro del Alzheimer. El DHA es el tipo de ácidos grasos omega-3 más abundante en el cerebro; se encuentra en las membranas que rodean las células nerviosas, especialmente en donde se conectan entre sí. Procurar comer pescado de agua fría (como el halibut, la caballa, el salmón, la trucha y el atún) dos o tres veces por semana y / o tomar diariamente suplementos de omega-3. Tratar también de reducir la ingesta de grasas saturadas y colesterol, asociadas con un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer.

Mejorar la salud del cerebro con bayas. Los antioxidantes en general parecen ser buenos para el cerebro, por lo que hay que tratar de comer una variedad de frutas y verduras cada día. Los antioxidantes trabajan mediante la desactivación de los radicales libres (compuestos naturales que pueden dañar las células sanas). En estudios de animales con y sin síntomas de Alzheimer, se ha observado que las bayas en particular -especialmente los arándanos y las frutillas- mejoran la función cerebral.

Combatir la pérdida de memoria con ácido fólico. Si no se toma suficiente ácido fólico a diario, se podría estar aumentando, sin saberlo, el riesgo de Alzheimer. La dosis diaria recomendada de ácido fólico para la mayoría de los adultos es de 400 microgramos (las mujeres deben tomar más durante el embarazo y la lactancia). Algunos estudios han mostrado que las dietas ricas en verduras de hoja verde (como la lechuga o la espinaca) y las crucíferas (como el brocoli - repollo) también pueden ayudar a proteger la función cerebral. Los expertos creen que la combinación de ácido fólico y antioxidantes procedentes de los vegetales pueden ser de agradecer.

Otro estudio realizado con animales descubrió que un ingrediente incluido en la especia cúrcuma (que se utiliza en el curry) puede reducir la acumulación de placas beta-amiloides en el cerebro. Las placas beta-amiloides son acumulaciones de material que se unen a las células nerviosas, bloqueando la capacidad de las células para comunicarse entre sí. Durante mucho tiempo se ha creído que estas placas desempeñan un papel importante en la enfermedad de Alzheimer.

Fuente: Senior Living

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