El Queso Gouda es mundialmente conocido por su particular olor y delicioso sabor, ideal para acompañar vinos en un maridaje excelente. Este queso se caracteriza por ser de color amarillento y le debe su nombre a la ciudad del mismo nombre ubicada en la parte Meridional de Holanda. Lo curioso es que la Ciudad de Gouda no produce los mejores quesos del tipo Gouda de Holanda. Estos se hacen en la región Septentrional, y gozan de excelente reputación por su buena calidad. La denominación “Gouda” no se encuentra registrada, y por este motivo es que se puede producir este tipo d queso en cualquier parte de Holanda sin ningún problema.
La elaboración del Gouda comienza a partir de la leche pasteurizada de vaca, procesándola y recalentándola hasta que los cuajos se separen del suero. El diez por ciento -en promedio- de la mezcla se compone de cuajos, los cuales son presionados dentro de moldes circulares durante un par de horas. Estos moldes son los responsables de la forma del queso, al que inmediatamente se le impregna en salmuera. Así se obtiene un mejor sabor y una corteza más dura. Luego la sal es absorbida y se seca el queso alrededor de 4 días, evitando que se seque del todo. Después se lo recubre y se añeja por lo menos durante dos semanas. Pasado este tiempo está listo para consumirse.
El Gouda suele presentarse en formatos desde los 2,5 kilos hasta los 30 kilos de peso. Su pasta es de textura firme, de color pajizo y es fácilmente cortable. En el interior del queso se presentan múltiples ojos de diferentes tamaños.
El tiempo ideal para consumir un queso de tipo Gouda es de 5 semanas. En el caso del mini-Gouda -entre 180 gramos y 1,5 kilos-, tres semanas de maduración. Usualmente son embaladas en bolsas de vacío y se recomienda mantener a una temperatura de 6°C como máximo.
Fuente: viajesdeeuropa.com
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