Es muy sencilla de hacer, solo hay que juntar los ingredientes siguiendo un orden (no es magia, es física y química) y luego acertar el punto del horno.
180 gr de harina integral. 60 gr de harina blanca de repostería 1/2 cucharada de jengibre molido (5 gr)
1/2 cucharada de canela molida (5 gr)
1 cucharada de bicarbonato sódico (10 gr)
1/2 cucharada de sal (5 gr)
1 cucharadita de esencia de vainilla (2,5 gr)
100 gr de mantequilla sin sal en pomada. 150 gr de azúcar moreno. 4 huevos grandes (250-260 gr)
60 gr de uvas pasas 60 gr de orejones de melocotón, picados 60 gr de orejones de manzana, picados 60 gr de nueces, picadas 100 cc de cerveza negra
Procedimiento:
Los frutos secos pueden ser sustituidos por los que más nos gusten, pero conviene que haya variedad y no abusar de almendras o avellanas. Yo he sustituido los orejones de manzana por dátiles deshuesados.
Las fases de la preparación son estas:
Pon el horno a 180°C, mientras se calienta, embadurna bastante bien de mantequilla un molde para horno.
Mezcla las harinas, el jengibre, la canela, el bicarbonato y la sal.
Aparte, batir la mantequilla en pomada (blanda) y el azúcar moreno. Agrégale a la mantequilla los huevos uno por uno, quiere decir batiendo cada unidad, y al final la vainilla.
Después añádelo a la mezcla de harinas, luego los frutos secos y al final, la cerveza. La cerveza se añade poco a poco mientras se amasa, hasta la que admita, depende de las harinas. Ha de quedar una masa blanda, no como la de pan o pizza, como de magdalenas.
Vierte la mezcla en el molde y hornea en el tercio bajo del horno entre 40 y 45 minutos, según el horno, si es de aire puede que cueste menos, hasta que deje de crecer y que al meterle un palillo éste salga seco.
Deje enfriar la torta durante 10 minutos, y desmóldala mientras todavía esté tibia.
Esta torta se puede conservar bien durante unos10 días. A mí nunca me ha durado tanto.
Que aproveche.
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