Empezar un nuevo año marca un quiebre cronológico de momentos y épocas en la vida de relación de las personas. Podría considerarse un cierre seguido de una nueva apertura, en cuanto a las asignaturas o carátulas pendientes, y en la continuidad de lo ya empezado. Quizás, el tiempo no es tan benevolente con las asignaturas pendientes. Vivimos creyendo que mañana, será mejor tiempo para encausar lo postergado. La curiosidad es que lo postergado, no ocupa en el alma del gordo lo olvidado, por lo contrario, ocupa lo próximo a empezar.
Empezar por fin con la asignatura pendiente, la dieta 2009, indica cronológicamente un inicio que acentúa en el ahora, un comienzo impostergable. Resolver estas asignaturas pendientes, nos devuelven el buen ánimo, que es la matriz de lo que nos anima, lo que nos impulsa; también el buen humor, que es el eje de la relación interpersonal con los otros, y la realización, clave en la autoestima personal, de lo que me considero bien habilitado de hacer.
Resolver es ponerse en marcha para reconstruir lo mal construido. Y reconstruir se puede desde el cimiento mismo de la ruina, por lo tanto se lo hará desde la fragilidad, o también puede asentarse sobre una nueva superficie, que nos permita ver crecer nuestra obra.
Te deseamos, lo más saludable que cabalmente podemos, tu ultimo comienzo, nada hablara mejor de vos que el tener en tu haber un final, lo meritorio de cualquier asunto no está puesto en lo estoico que podes llegar a ser, sino en cuan integro te encuentres, mental y físicamente, en ese tiempo que será mejor seguramente que después.
Fuente: La Nacion
Por Máximo Ravenna y Alejandro Caratozzolo
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