miércoles, 25 de febrero de 2009

El Drambuie


El Drambuie, licor escocés de larga tradición, se elabora desde el siglo XVIII con ingredientes tan nobles como el güisqui, la miel y ciertas hierbas aromáticas. Su nombre proviene de la expresión celta "Am Dram Buidheac", o lo que es lo mismo "la bebida que satisface".

Su historia está enraizada con la historia de Escocia. Es necesario remontarse al 1745, cuando el príncipe inglés Carlos Estuardo, también conocido como Bonnie Prince Charlie, lideró una revuelta jacobita que al final resultó ser un fallido intento de recuperar el trono de Escocia. Tras la derrota en Culloden, el príncipe y un reducido grupo de sus seguidores lograron escapar con vida y refugiarse en la isla de Skye.
Carlos Estuardo obsequió a uno de sus seguidores, John McKinnon como premio a su gran lealtad, con la receta del Drambuie; un singular licor elaborado con whisky escocés y una mezcla de dulce miel y hierbas aromáticas (lo que nadie sabe es cuanto tiempo llevaba el príncipe elaborando este licor). Y es que aunque el príncipe perdiera la batalla por el trono de Escocia, ganó la guerra en lo que concierne al Drambuie, pues no dejó que la receta de su licor personal cayera en manos enemigas.

Ciento cincuenta años más tarde, la familia McKinnon comenzó a comercializar este trago, que muy pronto se popularizó entre la población y se consumía tanto después de la cena (pousse-café) o como ingrediente principal de numerosos cócteles, salsas o dulces.
Todavía hoy en día, solo la matriarca de la familia McKinnon conoce la receta original del Drambuie y se asegura que la receta se encuentra guardada a buen recaudo y se transmite de generación en generación.
Comercialización
La familia McKinnon comienza su andadura en el comercio de Drambuie allá por el año 1900 con gran éxito. Tal es su popularidad que el Drambuie se convierte en el primer licor en ser aceptado en los sótanos de la Cámara de los Lores británica y en el Palacio de Buckingham. Los reyes de Inglaterra al conocer el gran éxito de la comercialización de esta bebida y también embaucados por sus grandes características, decidieron abrir sus puertas y sus bodegas al Drambuie y desde entonces forma parte imprescindible del palacio.

Actualmente el Drambuie se produce en la localidad de Kirkliston, en las afueras de Edimburgo. Se elabora con una combinación de güisquis, ya sean de un solo tipo de cebada (single-malt güisquis) o de una mezcla de diferentes tipos de este cereal. A esto hay que añadir que quizá el Drambuie es uno de los pocos licores en el mundo que no contienen alcohol neutral en su composición, pues basta simplemente con la unión del güisqui, la miel y las especias y hierbas aromáticas para elaborar una bebida que enamora casi al instante de su consumo.
Elaboración
Es en el proceso de elaboración cuando adquiere su carácter inconfundible. Comienza en grandes barriles de madera donde el güisqui se guarda en condiciones controladas. No vale cualquier güisqui para la elaboración de Drambuie, pues para la fabricación de esta bebida se utiliza una mezcla propia y específica de güisquis escoceses, generalmente son de malta y su edad oscila entre los 15 y los 17 años.

En una segunda etapa se añade la miel, normalmente de brezo pues es muy común esta planta en los bosques europeos. En una última etapa, se añade la mezcla secreta de hierbas y especias, que la familia McKinnon ha sabido guardar con celo generaciones y generaciones y que otorgan al Drambuie su carácter único e inconfundible. El proceso de producción termina con la filtración de las impurezas que las hierbas y especias han dejado en el licor y con el posterior embotellado. Se obtiene así un licor de tono amarillo-ámbar brillante, de aromas que recuerdan al regaliz y a la miel.

Las hierbas y la miel que participan en su elaboración, le conceden un carácter especiado, condimentado sin recrearse demasiado en lo dulce. Este licor cuenta también con una versión a la crema, también muy popular, que se consume normalmente como añadido a un helado de vainilla o sobre fresas o frutos rojos con crema chantilly.

Aunque su consumo en solitario es lo más deseado para apreciar todas sus características, a menudo se sirve en un cóctel llamado Rusty Nail (clavo oxidado), en el que se combinan partes iguales de Drambuie y de güisqui escocés. Solo o con hielo, el Drambuie regala al bebedor su agradable sabor y sus fragantes y singulares aromas.

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