martes, 24 de febrero de 2009

Crecen las exportaciones a Japón y se convierte en un mercado interesante

Los envíos de vino embotellado en 2008 crecieron 67% en volumen y 58% en valor. En tanto, las exportaciones de vino a granel reportaron ingresos por U$S 9,5 millones. Aunque es un mercado difícil, puede convertirse en una gran oportunidad.

Con la crisis financiera internacional pisando los talones de todos los países del mundo, buscar nuevos y remotos mercados parecería ser la solución. No obstante, abrir mercados es una tarea que requiere de paciencia e inversión antes de poder ver resultados. Este es el caso de Japón, un país con ciudades superpobladas, una de las tasas de nacimientos más bajas del mundo, y con una población envejecida pero de buen nivel económico, que puede convertirse en un mercado interesante para los vinos de alta gama y también para los graneles.

Según datos de la consultora MRT, durante el periodo enero/diciembre de 2008 se enviaron a Japón 264.900 cajas de 9 litros de vino, lo que supuso un aumento en las exportaciones del 67,01%. Mientras que en el 2007 las exportaciones de vino a ese país representaron ingresos de divisas por U$D 4.576.886, en el 2008 esa cifra ascendió a U$S 7.269.300, mostrando un crecimiento en valor de los vinos argentinos del 58,83%.

La producción de vinos de Japón es muy chica por lo que la gran cantidad de los vinos que se consumen son de origen extranjero. Un informe del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) indica que "los países exportadores de vinos tranquilos en envases inferiores a 2 litros, durante 2007, han sido: en primer lugar, Francia, líder indiscutible tanto en volumen como en valor, con un 44% y un 61 % respectivamente. En segundo lugar, Italia, con el 19% del volumen y un 14% del valor. Tercero en volumen, Chile (9% volumen; 4% valor) mientras que en valor se mantiene en la quinta posición. En cuarto lugar por volumen, y tercero en valor se sitúa EE.UU. Australia con el 6% del volumen y el 4% de valor, ha retrocedido hasta la sexta posición por volumen, debido fundamentalmente a la prolongada sequía y a la fortaleza del Dólar australiano. España ocupa el quinto lugar en cuanto a volumen de exportaciones (7%, casi un 1% más que en 2006) y sexto por valor (3,54%). Por debajo de España, encontramos otros países productores como Alemania, Sudáfrica, Argentina, Nueva Zelanda y Portugal".

Un mercado con grandes posibilidades
En este año de crisis, la tentación por hacer negocios en Asia será grande. Las economías asiáticas serán de las únicas en el mundo que seguirán creciendo, aunque a tasas menores. Sin embargo, el mercado de Japón es uno de los más difíciles para entrar y en los que hay que invertir mucho tiempo y dinero.

Consultado sobre este tema, Jeff Mausbach, de Bodega Catena Zapata, describió que "nosotros empezamos hace 5 años. Es un mercado que cuesta mucho. En principio por su cultura, los japoneses, en general, necesitan que demuestres un compromiso de largo plazo en la relación con ellos, antes de que uno empiece a ver grandes saltos en términos de volumen. Japón es un mercado de desarrollo lento, donde hay que ser muy persistente en las acciones y políticas".

"Recién en 2008 -continuó Mausbach- hemos empezado a ver crecimientos interesantes. Costó 4 años de muchas visitas y contactos para lograrlo, no es un mercado en donde se hace una visita y comienzan a llegar los pedidos".

El mercado de graneles
La venta de vinos a granel a Japón puede resultar una gran oportunidad. Frente a la caída de varios grandes mercados que demandan este vino, Japón podría llegar a ser un excelente destino para colocar esta clase de productos.

Datos de la consultora MRT muestran que Japón es el quinto destino en las exportaciones de vino a granel de nuestro país. Durante 2007 se enviaron 7.957.260 litros, mientras que en 2008 se exportaron 8.695.810 litros, lo que supuso un aumento en el volumen comercializado de 9,28%. Pero el dato que llama la atención es el gran aumento en valor de estas exportaciones. En 2007 las envíos de graneles generaron ingresos por U$S 6.638.371, mientras que en 2008 se facturaron U$S 9.508.946, lo que significó un aumento en valor del 43,24%.

Consumidores novatos
Desde el ICEX aseguraron, en un informe sobre el mercado de vinos tranquilos en Japón, que el vino no se encuentra presente en la alimentación japonesa; su consumo fue introducido en el siglo XVI por misioneros y nunca fue considerado como un producto de consumo. Las bebidas alcohólicas japonesas eran en su mayor parte licores de frutas o arroz y con un sabor menos fuerte que el vino.

Desde la Segunda Guerra Mundial la sociedad japonesa se ha ido transformando muy rápidamente y los hábitos de consumo se han ido alineando cada vez más con los occidentales, aún guardando una especificidad propia. De esta forma, el vino se introdujo poco a poco en Japón aún siendo siempre visto como un producto "extraño".

El primer gran aumento de ventas tuvo lugar en los años 80 y éste fue progresivo hasta 1996 - 1998 en donde las ventas se dispararon por diversos factores coyunturales, la fortaleza del yen y la fuerte popularidad de Italia y Francia.

En la actualidad, varios factores contribuyen al crecimiento del mercado del vino, en primer lugar una continua occidentalización de la sociedad que sigue las tendencias marcadas desde EE.UU. o Europa en cuanto a consumo y, por otra parte, al reconocimiento del vino como un producto beneficioso para la salud y al establecimiento de una cultura del vino.

Aunque desde 1994 el consumo de bebidas alcohólicas permanece estable, el consumo de vino ha crecido y se hace poco a poco más popular, aunque es aún muy inferior en cantidad al consumo de cerveza o de otras bebidas alcohólicas.

Según una encuesta realizada en el año 2000, el consumo del vino es aún muy ocasional y con una frecuencia relativamente baja cuando se compara con países occidentales. En estos momentos el consumo de vino en Japón es de 2,4 litros anuales frente a los 7,7 de Estados Unidos, los 14,6 de Reino Unido o los 60 de Francia.

Sin embargo, se prevé que la progresiva desregularización junto a la occidentalización de los hábitos y formas de vida de la sociedad japonesa, contribuirán a que el consumo tienda a equipararse con otros países occidentales.

La mayoría de los consumidores conoce el vino y lo toma al menos una vez al mes. Este es un dato positivo puesto que significa que el producto ya ha sido introducido en el mercado a diferencia de, por ejemplo, el queso, y que por tanto la receptividad es mayor con lo que un incremento de la frecuencia es posible.

Una novedad del mercado japonés es la creación de un grupo de promoción con la intención de elevar el consumo hasta los 5 litros por persona. Esta cantidad puede parecer pequeña en comparación con otros países donde la cultura del vino está muy arraigada, pero se trata de un objetivo deseable y posible de alcanzar dentro de los patrones de consumo japoneses.

Sobre los tipos de vino preferidos por los consumidores, después del gran "boom" de vinos tintos en el año 1998, los gustos de los consumidores parecen orientarse hacia el consumo de blancos, a los que seguirían espumosos y rosados.

Fuente: Esta nota fue publicada por el Suplemento Fincas, de Diario Los Andes.

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