lunes, 5 de noviembre de 2012

Chile sigue ganando posiciones en Brasil

Si bien el gigante del Mercosur es todavía un mercado emergente para el vino, su gran tamaño y el crecimiento de su clase media son factores que lo hacen cada vez más atractivo para los exportadores de vinos. Chile es el primer exportador de vinos fraccionados a este mercado, con un share del 32,5% en 2011, seguido por Argentina con 22,5%. Para ambos países, se trata de un mercado muy importante. En el caso de Chile, representa el cuarto destino y un 6,3% de sus exportaciones de vinos fraccionados. En el caso de Argentina, Brasil es el tercer destino en orden de importancia y representó el 7,9% del valor exportado en 2011.

En el acumulado enero/septiembre de 2012, Chile exportó vinos fraccionado a Brasil por un valor de 68,4 millones de dólares estadounidenses, un 14,8% más que el mismo período de 2011. Se destaca notablemente el aumento de la participación del país trasandino, alcanzando un 36,9% del total importado entre enero y septiembre de 2012, comparado con un 33,9% para el mismo período del año anterior. Al mismo tiempo, el resto de los países más representativos en el mercado de vinos brasileño, redujeron su participación, siendo los más llamativos los casos de Argentina e Italia.

La dinámica del mercado de vinos brasileño se manifiesta en el crecimiento de sus importaciones. En el período analizado las importaciones de vinos fraccionados tuvieron un incremento del 5,6%, mientras que en el caso de los vinos espumantes, este incremento ascendió al 21,7% interanual. El gran auge de este tipo de vinos se vio impulsado a su vez por la gran popularidad de los espumantes de producción local. Estos vinos se consumían normalmente en ocasiones especiales, como las fiestas de Fin de Año, sin embargo se están bebiendo cada vez más a lo largo del año en reuniones familiares, fiestas, y en bares y restaurantes. Los consumidores clave de espumantes en este mercado son los jóvenes, por lo que los productores han invertido mucho para incrementar su consumo en el canal on-trade, donde los márgenes son más altos. 

Chile no fue ajeno a esta tendencia, mostrando un incremento interanual del 103% en las exportaciones de espumantes a este país, sin embargo las exportaciones de vinos tranquilos siguen representando la mayor parte de su facturación.

Días atrás se conoció la decisión del gobierno de Brasil de desistir del aumento de las trabas a las importaciones de vinos. La solicitud había sido realizada por los productores locales, argumentando que las importaciones estaban amenazando el futuro de la industria vitivinícola local. Sin embargo, se llegó a un acuerdo con los importadores y comercios minoristas para abrir espacios para los vinos de producción local, sin caer en medidas proteccionistas. La discusión en torno a esta medida generó mucha preocupación entre los países exportadores, principalmente Chile y los europeos. Una disposición de este tipo habría tenido efectos muy perjudiciales sobre los exportadores chilenos, que actualmente gozan de acuerdos comerciales que le permiten introducir sus vinos al mercado a tasa cero. Sin embargo, pasada la amenaza, los vinos chilenos tienen vía libre para continuar su consolidación en este importante mercado. 

 La situación de Argentina en el mercado brasileño es completamente diferente a la de Chile. En el acumulado enero-septiembre de 2012 las exportaciones cayeron un 16% en valor para los vinos fraccionados y un 4% para los vinos espumantes, respecto del mismo período del año anterior. Sólo aumentaron las exportaciones de vinos a granel, aunque no son significativas en este mercado.

 Las cifras están en línea con la mala performance de la exportación de vinos fraccionados del país durante 2012, aunque el caso de Brasil es uno de los más marcados. 


Fuente: Area del Vino

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