Fuente: clarin.com
El precio del azúcar aumentó 85% en los últimos 12 meses. Los cortes de carne más populares subieron entre el 55% y el 70% en apenas un año. El pollo entero aumentó el 42% y la leche un 36%. Y una gran cantidad de frutas y verduras de la canasta básica alimenticia también registró incrementos similares.
Estos datos no fueron compilados por consultores privados en base a metodologías que ofrezcan flancos débiles. Se trata, en cambio, de datos oficiales y públicos. Y corresponden a la ciudad de Rosario, que cuenta con una estructura de población y de comercio que son similares a la de amplias zonas de la Capital y el GBA.
Además, corresponden al relevamiento elaborado por el Instituto Provincial de Estadísticas (IPEC) de la provincia de Santa Fe. Es un organismo oficial que cuenta con una particularidad que lo hace relevante: su forma de producción de estadísticas no pudo ser intervenida por la conducción política que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) desde fines de 2006.
El IPEC sigue aplicando la misma metodología que el Instituto Nacional aplicaba hasta que el área de Indice de Precios al Consumidor fue intervenida a comienzos de 2007, tras el desembarco del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
El organismo provincial lo hace, lógicamente, con sus propios relevamientos de precios en ese territorio. Luego, todos los meses, publica el listado con más de 60 productos básicos, con un detalle de sus precios promedio y las variaciones registradas.
Esta era una práctica que también existía en el INDEC hasta que dejó de hacerlo en marzo de 2008 -por orden de la intervención- con el argumento de que el listado de productos era “superfluo”.
Por eso, ya no es posible cotejar las cifras de ambos organismos simplemente porque el INDEC las borró del acceso público. Lo que sí se pueden cotejar son los índices generales por rubro, con las variaciones promedio de cada uno.
Según el IPEC, y respaldados por los precios del listado por productos, los alimentos en Rosario aumentaron un 34,7% entre junio pasado y el mismo mes de 2009. En esos mismos 12 meses, el INDEC registró un incremento de apenas el 15,7% en los alimentos.
La diferencia entre una y otra medición no es menor: representa una brecha de más del 100% en un apenas año. En tanto que si se computan desde fines de 2006 -cuando empezó la manipulación de los índices- las diferencias se amplifican aún más: para el IPEC los precios de los alimentos aumentaron en ese lapso el 97,5% y para el INDEC el 32,7%. La brecha es del 200 por ciento.
¿Cuál de estas mediciones es más creíble?, se podría preguntar.
El IPEC publica los precios promedio de los productos que releva. Así en junio, el kilo de nalga estaba a $ 28; el medio kilo de yerba a $ 3,87, o la leche entera en sachet a $ 3,43. Estos valores se aproximan a los efectivamente pagados por los consumidores.
Además, según surge de las renovaciones de convenios salariales, tanto los sindicatos como los empresarios acordaron en la mayoría de los casos aumentos que oscilan entre el 25 y 30% y que se aproximan más a las cifras santafecinas que a las del INDEC.
En la misma línea van las declaraciones del camionero Hugo Moyano cuando aclara que discute en las paritarias en base al índice “de las amas de casa” y no el del INDEC. Por su parte, inquilinos y propietarios vienen renovando los alquileres también en porcentajes más elevados que los informados por el organismo nacional.
Por último, los informes de las universidades nacionales que monitorearon las estadísticas del INDEC remarcan que las divergencias se deben a la poca confiabilidad de los precios relevados e imputados por el organismo en su base de datos a la hora de elaborar el índice de precios.