Hasta ahora se sabía que el elevado contenido en azúcar de refrescos y bebidas energéticas podía resultar perjudicial para el corazón. Nueva evidencias advierten ahora además de los riesgos de estas bebidas para nuestra dentadura.
Un experimento llevado a cabo por científicos de la universidad de
Southern Illinois (EEUU), ha demostrado que los compuestos ácidos que
contienen las bebidas energéticas son capaces de causar daños
irreversibles en el esmalte de los dientes; cuya debilidad puede acabar
causando sensibilidad al frío o al calor, caries o incluso pérdidas
dentales.
Para demostrar que bebidas tan populares entre deportistas y
adolescentes como Gatorade o Red Bull son perjudiciales para el esmalte,
el equipo dirigido por Poonam Jain llevó a cabo una serie de pruebas
que ahora acaban de publicar en la revista 'General Dentistry'.
Como recoge abcNews,
Jain y su equipo sumergieron una serie de piezas dentales en nueve
bebidas energéticas diferentes y 13 refrescos para deportistas durante
15 minutos, seguido de una inmersión en saliva artificial; cuatro veces
al día durante una semana. Precisamente, la asociación que reúne a los
fabricantes de bebidas en EEUU (American Beverage Association)
ha criticado la metodología del trabajo asegurando que nadie mantiene
el líquido en la boca durante 15 minutos tantas veces a la semana.
"Además, la incidencia de caries y otros problemas bucales dependen de
muchos otros factores individuales, como la genética o la higiene", ha
añadido uno de sus portavoces.
En el ensayo de Jain, el esmalte dental sufrió un importante
deterioro tras el contacto con el ácido que contienen los refrescos
energizantes, cuyos daños fueron dos veces superiores a los causados por
las bebidas para deportistas. Según explican en el trabajo, al contacto
con las bacterias presentes en la boca, el azúcar presente en estos
líquidos se transforma en compuestos ácidos capaces de dañar el esmalte.
Entre las 22 bebidas analizadas, los investigadores observaron una
amplia diversidad en los niveles de acidez, incluso entre dos refrescos
de la misma marca con distinto sabor.
Según el Consejo General de Dentistas de EEUU, entre el 30% y el 50%
de los adolescentes en aquel país consume bebidas energizantes y al
menos un 62% bebe al menos un preparado líquido para deportistas una vez
al día. "Muchos de ellos", asegura su portavoz, Jennifer Bone,
"desconoce el efecto que este hábito está teniendo en su dentadura".
Por eso, Bone recomienda limitar la ingesta de estas bebidas o
aclararse la boca con agua y masticar chicle sin azúcar después de
beberlas (puesto que estos gestos aumentan la producción de saliva que
ayuda a recuperar los niveles de acidez normales de la boca). Y, sobre
todo, "esperar al menos una hora para cepillarse los dientes después de
beberlas, para evitar que el cepillado aumente la acción erosiva del
ácido por toda la dentadura".
Fuente: elmundo.es
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