De los
primeros asentamientos a la Edad Media
Los primeros asentamientos conocidos
son de tribus teutonas que se instalan durante la era del Imperio Romano
en las orillas del Havel. Se han encontrado restos prehistóricos
en el distrito de Pankow y Steglitz, y algunas herramientas de la era del
Bronce y otros restos de asentamientos humanos en Neukölln.
La mayor repoblación del área
de Berlín se inicia hacia el año 600, durante la baja Edad
Media, cuando tribus eslavas procedentes del Este se instalan en las orillas
del Spree y del Havel, donde poblaciones germanas había emigrado
a otros asentamientos. Los eslavos se instalaron en Spandau y en Neukölln
y permanecieron hasta el 928, cuando el Rey Enrique I capturó el
castillo eslavo de Brandeburgo. En el 948 su sucesor, el rey Otto el Grande,
funda la diócesis de Havelberg y Brandeburgo.
La fundación
de Berlín
Pero la categoría de ciudad
no vendría hasta las migraciones ascanias, del centro de Alemania;
de la zona del Rin, e incluso, de Franconia. Alrededor de 1230 los Margraves
Johann y Otto III le conceden el título de ciudad. Desde entonces
un núcleo de población en torno a Mühlendamm, el verdadero
centro de las ciudades de Cölln y Berlín, daría origen
a la ciudad actual. No obstante los historiadores consideran más
probable el año de 1237 como en de su fundación.
La primera población se fundamenta
sobre la existencia de una fortaleza militar para la protección
de las fronteras y las disputas sobre su comandancia son constantes. Finalmente
estas disputas terminan cuando es nombrado Gobernador Federico VI de las
casa de Hohenzollen, y Burgrave de Nuremberg por el Kaiser Segismundo.
Federico VI restituyendo parte del territorio y otras posesiones robadas
por los nobles Johann y Dietrich Quitzow. Como premio en el Concilio de
Costanza de 1415 es nombrado Elector de Brandeburgo y el parlamento de
Brandeburgo le nombra como el Elector Federico I.
La decadencia
de Berlín
Su sucesor, Federico II desagravió
a sus súbditos al iniciar la construcción del castillo de
Cölln y cuando les privó de ciertos privilegios, incluida la
unidad de las dos ciudades, Cölln y Berlín. En 1447 y 1448
las poblaciones de Cölln y Berlín se alzaron contra el monarca
pero este sofocó la rebelión popular y este es el primer
hecho histórico en que se restringen los poderes populares y el
autogobierno conseguidos por la nueva burguesía de comerciantes
y artesanos de estas dos ciudades.
Tras la brutal represión de
ambas poblaciones, la ciudad se redefine para ser residencia permanente
del príncipe y en 1470 el castillo de Cölln se convierte en
residencia permanente de la nobleza. Pero este hecho no solo no influye
en la prosperidad de la ciudad, sino que la perjudica, iniciando un constante
declinar económico y comercial que alcanza su punto más bajo
durante el reinado del Elector Joaquín II, que se convierte al protestantismo
dando origen a la destructiva guerra de los Treinta Años. Hacia
el 1600, por todos estos sucesos más los efectos de la peste, Berlín
solo tiene 12.000 habitantes.
"El Gran
Elector"
La recuperación de la ciudad
comenzaría hacia 1640, con la elección del nuevo elector
Federico Guillermo. Realizó importantes obras publicas de mejora
en la ciudad, como el Canal Oder-Spree. Construyó el palacio de
Köpenick, el Luftgarten, activando el comercio entre las ciudades
de Hamburgo y Breslau. También permitió que otros grupos
de población con diferentes religiones pudieran instalase en Berlín,
como la comunidad judía. Promulgó el Edicto de Postdam que
otorgaba derechos de asentamiento a otras comunidades con diferentes confesiones
religiosas, como los Hugonotes, perseguidos por razones religiosas en Francia,
permitiéndoles que construyeran sus propias iglesias y escuelas.
Por todas esta razones Federico Guillermo ha pasado a la historia alemana
como "El Gran Elector". Su hijo, Federico III, continuó la tradición
de tolerancia y fomento de la cultura con la creación de la Academia
de las Artes fundada en 1696 y Gottfried Wilheilm Leibnitz fundó
en 1700 la Academia de las Ciencias.
Los primeros
reyes de Prusia
Tanto esplendor
y desarrollo tendría forzosamente que llevar a nuevas aspiraciones
por parte de los Electores. En 1701 un Elector amante del Barroco, de sus
ostentosa parafernalia y muy cercano a los gustos imperiales de su época,
se coronó primer Rey de la joven nación de Prusia en Königsberg.
Sus extravagancias barrocas y gusto afrancesado le llevó a tener
cientos de franceses en su corte y hasta 6000 franceses entre los 56.000
habitantes de aquella época. Durante su reinado se construyeron
palacios como el de Charlottemburgo, el Arsenal, el hospital "Charité"
(Nombre francés para un rey afrancesado) y se creaba el primer gran
núcleo urbano reuniendo las en otro tiempo pequeñas localidades
de Cölln, Friedrichswerder, Dorotheenstadt y Friedrichstadt. Su sucesor,
Federico Guillermo I "El Rey Soldado" salvó al estado de la quiebra,
al imponer durante su reinado entre 1713 y 1740 una forma de vida mucho
más austera y recortar drásticamente los gastos públicos
en general. Este rey además impuso en parte el tradicional carácter
"espartano" y austero por el que que conocida en todo el estado prusiano.
Federico
II "El Viejo Fritz"
Las economías
de su predecesor, su imposición de autoridad y laboriosidad en la
sociedad prusiana permitieron a su sucesor, Federico II, apodado "El Grande"
y "El viejo Fritz" hacer de Berlín una de las ciudades más
importantes de la Europa de su tiempo, la tercera después de París
y Londres, con una población de 200.000 habitantes.
En muchos sentidos
Berlín era el centro de importantes corrientes sociales y culturales
de su época, como el Movimiento Romántico unido a nombres
como Tieck, Schlegel, Chamisso o E.T.A. Hoffman. Durante esta tumultuosa
época, los franceses al mando de Napoleón ocuparon la ciudad
el 27 de octubre de 1806, pero la ocupación apenas tuvo influencia
en la ciudad. Con la derrota de Napoleón en Jena, Berlín
empieza una de las épocas más brillantes de su historia hasta
convertirse a finales del siglo XIX en una de las metrópolis de
mayor renombre internacional.
En 1816 navega
por el Spree el "Princesa Carlota", el primer barco de este tipo construido
en Alemania. En 1826 se inaugura la iluminación a gas. En 1838 se
inaugura el primer ferrocarril que une Berlín con Potsdam. Un año
después circula el primer transporte público urbano arrastrado
por caballos entre Alexanderplatz y la Potsdamerplatz. Se construyen numerosos
edificios de gran prestigio internacional, muchos de ellos diseñados
por el gran arquitecto berlinés Karl Friedrich Schinkel, y se ponen
los cimientos para la rápida industrialización de la ciudad,
en parte debido a los crecientes problemas de la masiva emigración
de las zonas rurales en busca de nuevas oportunidades en esta nueva gran
ciudad.
La Revolución
de Marzo
Tantos cambios
y la masiva migración de campesinos a Berlín, unido a las
malas condiciones laborales de los nuevos trabajadores industriales, terminaría
en una inevitable explosión social. El descontentó popular
no se limitaría a reivindicar mejoras en su situación laboral,
sino que se extendería, de acuerdo al pensamiento progresista de
la época, a reivindicar libertad de prensa, libertad de asociación
política y para la elaboración de una nueva Constitución
para un nuevo sistema democrático y popular basado en la República
y donde la vieja monarquía prusiana ya no tenía ningún
lugar.
El primer parlamento
democrático prusiano se reúne por primera vez en 1847. Pero
tiene una corta vida, ya que el 18 de marzo de ese mismo año, el
príncipe Guillermo (más tarde rey Guillermo I) ordena que
se abra fuego contra las multitudes que se manifestaban frente a su palacio.
En aquella trágica jornada 250 berlineses perdieron la vida, a este
sangrienta represión le siguió la formación
de barricadas por toda la ciudad y la consiguiente nueva represión.
El 19 de marzo el Rey se vio obligado a permitir la libertad de prensa,
de asociación y a permitir la creación de partidos políticos,
así como el derecho al voto, pero el Ejército seguía
siendo el encargado de mantener el orden social.
El 21 de Marzo,
Federico IV, un rey que añoraba el esplendor romántico del
viejo estado prusiano, intenta la restauración del "viejo orden"
haciéndose proclamar jefe del Estado, pero el 3 de Abril de 1849
declina la oferta del Parlamento de Francfort de ser coronado emperador
de Alemania. Su sucesor, el rey Guillermo I, nombraría por primera
vez un primer ministro en la persona del influyente político conservador
Otto von Bismarck. En 1866, y como consecuencia de la revolución
de Marzo, Berlín se convierte en la capital de la Federación
del Norte de Alemania y sede del Reichstag (Parlamento imperial)
Berlín,
ciudad imperial
El 18 de Enero
de 1871 Berlín se convierte en la capital de un recién proclamado
Imperio Alemán, siguiendo la tendencia europea de su tiempo. Por
entonces tiene ya 823.000 habitantes y su nuevo "Káiser" (Emperador)
el rey Guillermo I le dará un nuevo impulso en su desarrollo que
terminará violentamente con el estallido de la I Guerra Mundial.
Durante esta
época cabe resaltar las importantes innovaciones técnicas
que sufre la ciudad, como la introducción de la primera lámpara
eléctrica en 1879; el primer tren eléctrico que se pone en
funcionamiento coincidiendo con la feria internacional de Moabit de 1881
o el servicio telefónico ese mismo año. En 1902 se abre la
primera linea de metro entre el Zoo y la Warschauer Tor. En 1905
los transportes públicos arrastrados por caballos son reemplazados
por vehículos a motor. Ha principio del siglo XX Berlín ya
tiene 1.900.000 habitantes. Pero tantas y tan rápidas innovaciones
no iban acompañadas de mejoras en las condiciones de vida de la
clases trabajadoras, lo que hizo que en Berlín se creasen las organizaciones
laborales más numerosas y poderosas de toda Alemania.
En 1918, tras
el fin de la primera Gran Guerra europea, Phillip Schneidemann, del partido
social demócrata, proclama en el Reichtagsgebäude (Edificio
del parlamento) la República, tratando de evitar lo que parecía
inevitable por el rápido ascenso del Partido Comunista. Pero ese
mismo día, desde el balcón del Castillo, el comunista Karl
Liebknecht proclama, a su vez, la República Socialista. El 10 de
noviembre de ese mismo año el káiser Guillermo II marcha
al exilio en Holanda. El conflicto entre ambas repúblicas se resuelve
con el levantamiento de Junio de 1919. Se suceden escaramuzas y tiroteos
por las calles de Berlín entre ambas fracciones. El 15 de enero
los principales líderes de la sublevación comunistas, Rosa
Luxemburgo y Karl Liebknecht son ejecutados por soldados del cuerpo de
voluntarios leales a la República. Después de la derrota
de los extremista de izquierda, la derecha reaccionaria intentaría
un nuevo golpe para la restauración de la monarquía. Tropas
voluntarias ocupan Berlín en 1920, pero una huelga general termina
con el llamado "Golpe de Kapp".
La República
de Weimar y los felices años 20
Superados los
primeros dramáticos momentos de la llamada "República de
Weimar" una época de impresionante desarrollo tanto económico
como cultura hace que Berlín se convierta en la capital indiscutible
de la cultura europea, especialmente en el nuevo arte del cinematógrafo
y en una renovadoras propuestas escénicas lideradas por realizadores
como Fritz Lang, y directores y escritores como Bertok Brecht. Nombres
como Erwin Piscator, Max Reinhart, Elisabeth Bergner, Josephine Baker o
Kurt Tucholsky hicieron de Berlín la ciudad más vibrante
y creativa de Europa en los dorados años 20".
Pero la cultura
y el arte en general no podía superar las históricas diferencias
políticas surgidas tras la proclamación de la República
y las consecuencias directas sobre las economía de la ciudad del
hundimiento de la Bolsa de Nueva York en 1928 que terminaron con el ascenso
del fascismo. El 30 de enero de 1933 Hitler se convierte en el nuevo canciller
de Alemania. Desde entonces la historia de Berlín se vería
inevitablemente unida a los trágicos acontecimientos que suceden
casi inmediatamente después y que tienen su trágico final
en el suicido de Hitler en su búnker de Potsdamer Platz el 30 de
Abril de 1945. Sobre los tejados del búnker queda una ciudad destruida
en sus dos tercios y una población que antes de la guerra era de
4,300.000 personas diezmada. De los 82.000 judíos que residían
en Berlín antes de la guerra solo 7247 sobrevivieron a la llamada
"Solución final".
La cifras de
destrucción son elocuentes:
Después de la guerra en las calles de Berlín había 75 millones de m3 de escombros. De los 245 edificios que había entes de la guerra, 52 quedado irrecuperables. El 75% del centro de la ciudad era una auténtico montón de escombros.
La división
de Berlín
Tras la Guerra,
las potencias aliadas ocuparon Berlín en cuatro sectores con sus
respectivas administraciones locales. Para tratar de unificar en los posible
los sectores divididos, en 1946 se celebraron las primera elecciones municipales
que ganó el SPD por un claro margen. Los aliados promovieron la
creación de una nueva constitución para Berlín, pero
el sector pro soviético lo interpretó como una maniobra para
limitar su influencia. Tres meses más tardes el mando soviético
ordenó el famoso "Bloqueo de Berlín" que los aliados evitaron
con la puesta en marcha del mayor puente aéreo de la historia que
duró hasta el 12 de Mayo de 1949. Todos estos acontecimientos y
la introducción del Marco como moneda en la zona aliada, provocaron
el distanciamiento de ambas zonas, ya claramente enfrentadas. El 23 de
Mayo de 1949 se promulga los fundamentos de la nueva República Federal
de Alemania. La replica en Este no se hizo esperar y se proclamó
la República Democrática Alemana (DDR). Todos estos enfrentamientos
y la tendencia de los berlineses de la zona Este a emigrar hacia las zona
Oeste donde empezaba a haber mayores oportunidades de empleo, culminó
en uno de los acontecimientos que más ha marcado esta ciudad en
sus historia moderna: la construcción del Muro de Berlín
El Muro
de Berlín
Las importantes diferencias entre
la forma de organizar la vida política y la economía del
lado Este y del Oeste terminaron por zanjar estas diferencia con la construcción
de un muro que evitara todo contacto entre una y otra zona. El 13 de Agosto
de 1961 los berlineses se levantaron con la sorpresa de que unas alambradas
impedía que los vecinos de un lado de una calle pudieran reunirse
con los del lado de enfrente. Familias enteras quedaron así dramáticamente
divididas. Los trabajadores del Este no podía ocupar sus puestos
de trabajo en el Oeste. A la incredulidad de lo que estaban viendo le siguieron
pruebas obvias de la seriedad de la situación con las primeras víctimas
al intentar cruzar las alambradas. Unos meses después los alambres
de espinos eran sustituidos por una sólida estructura de hormigón
que ni siquiera permitía la visión de ambos lados de la ciudad
dividida.
La caída
del muro y la capitalidad de Berlín
En 1963 se conceden los primeros
permisos para que los berlineses puedan reunirse temporalmente con sus
familias. En 1971 se restablecen las comunicaciones telefónica entre
ambos sectores. El 3 de Septiembre de ese mismo año se firma un
acuerdo que establece el status quo de la ciudad y se firma un pacto de
no-agresión, al mismo tiempo que la Unión Soviética
asegura el tráfico entre la capital y el resto de Alemania. A partir
de 1972 los berlinés tiene más facilidades para viajar por
el Este de berlín y por el resto de la DDR. En 1984 el S-Bahn, que
estaba
bajo administración del Este, pasa a ser administrado por la BVG.
A finales de los 80 los berlineses
habían alcanzado muchos niveles de entendimiento e intercambiado
gran número de acuerdos para la circulación entre ambos sectores.
Sólo faltaba una excusa para la reunificación que debería
llegar por la mejora en las relaciones entre las dos principales
potencias de la Guerra Fría. Esta excusa vino por el intento de
Mikail Gorbachov de "revisar" el sistema socialista y hacerlo más
transparente. No obstante, la reunificación de Berlín se
precipitó por la decisión del Primer Ministro húngaro
de permitir el tránsito de los alemanes del Este al Oeste a través
de Hungría. El flujo de alemanes del Este fue tan grande que el
propio presidente de la DDR, y sin previo aviso, ordenó el 9 de
Noviembre de 1989 que se abriera el muro y se permitiera el libre acceso
al lado Oeste de Berlín. El 14 de Noviembre, considerado el día
de la Reunificación, se abrieron otros nuevos puntos de acceso.
La caída definitiva el 22
de Diciembre del muro de Berlín, que había divido familias
enteras durante 28 años, se convertiría en otro hito más
de la intensa y apasionante historia de esta peculiar ciudad centro europea.
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