Botellas, bolsas y jeringas son sólo algunos de los objetos
plásticos -material que no se biodegrada- que flotan en el Pacífico Norte, entre
los Estados Unidos y el Japón, conformando lo que algunos han bautizado como una
"isla o sopa de basura".
Con el objetivo de estudiar la composición de esa inmensa
masa de desechos, y su efecto sobre la vida marina y la cadena alimentaria,
partieron días atrás los buques New Horizon y Kaisei desde las costas de
California, y por estas horas se acercan a su objetivo.
Se estima que la sorprendente "mancha" de residuos tiene una
superficie de casi 1,4 millón de kilómetros cuadrados (lo que equivale a la
mitad de la superficie continental argentina), y que contiene más de seis
toneladas de plástico.
Además de objetos identificables, está compuesta por millones
de partículas microscópicas, algunas del tamaño de un grano de arena.
Agrupados bajo la denominación Proyecto Kaisei, quienes llevan adelante la investigación son científicos, ecologistas, amantes de los océanos, marinos, y entusiastas de los deportes que se reunieron para estudiar los desechos para determinar la manera de recuperarlos, tratarlos, y de evaluar si podrían ser utilizados para transformarse en combustible.
Agrupados bajo la denominación Proyecto Kaisei, quienes llevan adelante la investigación son científicos, ecologistas, amantes de los océanos, marinos, y entusiastas de los deportes que se reunieron para estudiar los desechos para determinar la manera de recuperarlos, tratarlos, y de evaluar si podrían ser utilizados para transformarse en combustible.
"En esta expedición, por el momento, no lo estamos
intentando. La idea es primero analizar la basura y entonces podremos discutir
la mejor manera de lidiar con ella", dijo a BBC Mundo el líder del proyecto,
Doug Woodring.
Woodring agregó que el problema principal es que la "isla"
está en aguas internacionales. "Nadie pasa por allí, no es parte de las
principales rutas comerciales, no está bajo ninguna jurisdicción y el público no
sabe de su existencia", explicó el científico. La gran masa de residuos fue
descubierta hace más de una década por el oceanógrafo Charles Moore, quien se
internó en esa ruta y se topó de sorpresa con el inusual y desagradable paisaje.
Los organizadores, que tienen previsto el regreso de la
misión para principios del mes próximo, informaron que las acciones podrán ser
seguidas por el público a través de Internet.Camino a la mancha de residuos, el
barco New Horizon va tomando muestras de aguas oceánicas, a veces de grandes
profundidades.
Esas muestras de "mar limpio" servirán para ser comparadas
luego con las que se tomen luego entre los residuos. Woodring está enviando
periódicamente una bitácora desde el New Horizon, que se puede seguir en el
sitio http://www.projectkaisei.org/.
El peligro para los animales es cada vez mayor
El projecto Kaisei tiene como objetivo analizar el impacto de la basura marina en la vida de los peces pequeños, aves, plancton y otros microorganismos. La intención es saber los efectos de esos desechos, principalmente compuestos por trozos de plástico, en las pequeñas especies de niveles inferiores de la cadena alimentaria oceánica. Pero los animales grandes vienen padeciendo los efectos negativos de la basura desde hace tiempo. Uno de los casos más estudiados es el de las tortugas marinas, que realizan largos viajes para desovar. En el camino se cruzan con bolsas de plástico que no sólo modifican sus planes: las ponen en riesgo de muerte.
Fuente: clarin.com
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