Desde tiempos remotos, este fruto,
conocido también como melocotón, forma parte de la dieta regular de
muchas personas, no sólo por ser una de las frutas más apetecibles sino
por sus grandes beneficios a la salud
del hombre.
El durazno estimula nuestros sentidos pues su color resalta
a la vista, su textura aterciopelada no puede pasar inadvertida al
tacto, su aroma delicado es agradable al olfato y su apetitoso sabor
agridulce lo hace exquisito al gusto.
¿Qué más podríamos pedir? El
durazno procede originalmente de China y ha sido considerado en esta
cultura como signo de longevidad.
Entre los beneficios que ofrece el durazno, podemos mencionar los siguientes:
• Contiene
las vitaminas A, B y C, que contrarrestan la acción perjudicial en las
células, de las moléculas oxidantes conocidas como “radicales libres”.
Al ser una fuente de antioxidantes, previene el crecimiento de tumores y por consiguiente, de ciertos tipos de cáncer.
• Es rico en minerales como el potasio, que regula la tensión arterial; el fósforo, fundamental para el sistema nervioso y el cerebro; y el magnesio que contribuye a prevenir los estados de cansancio, ansiedad y estrés.
• Tiene un buen contenido de calcio, muy aconsejable para prevenir el deterioro del sistema óseo en las mujeres.
• No contiene muchas calorías.
• Es diurético, activa la función renal y favorece a la disolución de las “piedras en el riñón”.
• Por su contenido de hierro es recomendable para personas con anemia y falta de apetito.
• Beneficia la actividad intestinal y gracias a su elevado contenido de fibra, es muy aconsejable para combatir el estreñimiento.
• Depura el organismo y elimina toxinas.
• Es rico en minerales como el potasio, que regula la tensión arterial; el fósforo, fundamental para el sistema nervioso y el cerebro; y el magnesio que contribuye a prevenir los estados de cansancio, ansiedad y estrés.
• Tiene un buen contenido de calcio, muy aconsejable para prevenir el deterioro del sistema óseo en las mujeres.
• No contiene muchas calorías.
• Es diurético, activa la función renal y favorece a la disolución de las “piedras en el riñón”.
• Por su contenido de hierro es recomendable para personas con anemia y falta de apetito.
• Beneficia la actividad intestinal y gracias a su elevado contenido de fibra, es muy aconsejable para combatir el estreñimiento.
• Depura el organismo y elimina toxinas.
Estos y muchos otros beneficios convierten al durazno en un excelente
elemento nutricional que no debe faltar en nuestra dieta regular. Es
aprovechable en forma completa pues su cáscara contiene una considerable
cantidad de vitamina A. Sin embargo, las personas con problemas
digestivos deberán retirarla porque hará más lenta su digestión. No es
recomendable saborear la pepa (hueso) por el ácido que contiene y que
causa molestias como dolor de estómago, de cabeza y vómito.
Hay esencialmente dos tipos de duraznos, los de piel aterciopelada y
los duraznos nectarinos. Además, entre los duraznos de piel
aterciopelada podemos distinguir los que tienen el hueso adherido a la
carne y aquellos en los que el hueso no es adherente y que es el más
común en los mercados.
Esta
sabrosa fruta se consume en forma natural en todas partes del mundo.
También se la comercializa en almíbar, mermelada, gelatinas, jugos y en
el popular helado Melba. Además, es una fruta deliciosa para incluirla
en cualquier postre, en el que aparte de su sabor nutritivo, añadirá un
toque a la decoración. Por sus propiedades, el durazno es una excelente
alternativa para el refrigerio de los niños en edad escolar.
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