Catalogada como una de las más bella ciudades de Francia y situada
en un marco majestuoso entre un lago y las montañas, Annecy ha sabido
preservar el patrimonio único de los Condes de Ginebra y de la Casa de
la Seda.
El Castillo de Annecy (siglo XIII a XVI), antigua residencia de los Condes de Ginebra, domina la localidad con sus cuatro torres y alberga el Museo de Annecy.
Las calles con arcadas del Viejo Annecy albergan acogedores restaurantes, galerías de arte y de artesanía, las fachadas llenas de colorido de los palacetes construidos hace más de cinco siglos y las iglesias de estilo saboyardo, gótico y barroco.
Siempre reina un ambiente festivo en Annecy, con sus puentes floridos, sus mercados y rastrillos, sus festivales y celebraciones –el Carnaval Veneciano (en febrero), el Festival Internacional del Cine de Animación (junio), la Fiesta del Lago (agosto) y le Retour des Alpages (fiesta sobre tradiciones populares, en septiembre). www.lac-annecy.com
La vida de Annecy está íntimamente relacionada con la de su lago, cuyas aguas son tan límpidas que es considerado el más puro de Europa. Unos circuitos inolvidables en bicicleta, en barco de crucero, en coche o a pie (por senderos señalizados), permiten descubrir playas y calas, grandes restaurantes y merenderos, así como pueblos pintorescos a orillas del lago: Veyrier-du-Lac, feudo del “cocinero botanista” Marc Veyrat, uno de los chefs más originales de la cocina francesa; el imponente castillo medieval de Menthon-Saint-Bernard, habitado por la misma familia desde el siglo XII; el pueblo de Talloires que inspiró a Cézanne, con sus hoteles con encanto para una estancia romántica en un marco excepcional –l’Abbaye de Talloire, Le Cottage, L’Auberge du Père Bise, les Prés du Lac.
Fuente: es.franceguide.com
El Castillo de Annecy (siglo XIII a XVI), antigua residencia de los Condes de Ginebra, domina la localidad con sus cuatro torres y alberga el Museo de Annecy.
Las calles con arcadas del Viejo Annecy albergan acogedores restaurantes, galerías de arte y de artesanía, las fachadas llenas de colorido de los palacetes construidos hace más de cinco siglos y las iglesias de estilo saboyardo, gótico y barroco.
Siempre reina un ambiente festivo en Annecy, con sus puentes floridos, sus mercados y rastrillos, sus festivales y celebraciones –el Carnaval Veneciano (en febrero), el Festival Internacional del Cine de Animación (junio), la Fiesta del Lago (agosto) y le Retour des Alpages (fiesta sobre tradiciones populares, en septiembre). www.lac-annecy.com
La vida de Annecy está íntimamente relacionada con la de su lago, cuyas aguas son tan límpidas que es considerado el más puro de Europa. Unos circuitos inolvidables en bicicleta, en barco de crucero, en coche o a pie (por senderos señalizados), permiten descubrir playas y calas, grandes restaurantes y merenderos, así como pueblos pintorescos a orillas del lago: Veyrier-du-Lac, feudo del “cocinero botanista” Marc Veyrat, uno de los chefs más originales de la cocina francesa; el imponente castillo medieval de Menthon-Saint-Bernard, habitado por la misma familia desde el siglo XII; el pueblo de Talloires que inspiró a Cézanne, con sus hoteles con encanto para una estancia romántica en un marco excepcional –l’Abbaye de Talloire, Le Cottage, L’Auberge du Père Bise, les Prés du Lac.
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