Situada a los pies del Lago de Annecy, subordinada por los poderosos Alpes que dominan la zona, se encuentra la antigua Annecy, una ciudad que en parte nos recuerda a la legendaria Venecia italiana.
Gracias a su situación geográfica, Annecy fue un principal punto estratégico que unió tres sitios de gran importancia: Italia, Ginebra y Francia, siendo por consiguiente, una ciudad deseada por los Saboya a lo largo de su historia.
Durante siglos, esta ciudad dependió del Condado de Ginebra,
convirtiéndose en la capital durante el siglo XIII, cuando los condes
fueron expulsados de la ciudad, por graves problemas con los obispos.
Tras la extinción de la Casa de Ginebra en 1394, el condado pasa a manos de la Casa de los Saboya, importante familia que gobernó gran parte de Italia y la zona alpina. Siglos después, tras la anexión de los Saboya a Francia, Annecy se convierte en la capital del nuevo departamento de Alta Saboya.
Esta bella ciudad cuenta con una gran cantidad de monumentos de gran
interés cultural, tales como las viejas prisiones de la ciudad, llamadas l´Isle, provenientes del siglo XII y consagrándose como una de las esquinas más fotografiadas de la ciudad. También se encuentra el Castillo de Annecy, antigua residencia de los condes de Ginebra y numerosas iglesias y monasterios, tales como la Iglesia de Santa Mauricia, del siglo XV, la Catedral de San Pedro del siglo XVI y el Monasterio de la Visitación, fundada en 1610.
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