Los primeros en elaborarla fueron los mayas y los aztecas quienes la utilizaban como un ingrediente clave para preparar distintas clases de salsas, denominadas moles. La mantequilla de maní es una cremosa pasta elaborada con maníes, valga la redundancia, que primero son tostados y luego molidos. Posee un alto valor proteíco que lamentablemente se ve afectado durante el proceso de industrialización.
Es un producto que puede conseguirse fácilmente en cualquier supermercado, aunque también puede ser realizada artesanalmente en nuestro hogar.
El país que más mantequilla de maní consume anualmente es Estados Unidos. Existen dos variedades: dulce y salada. Contiene aproximadamente 100 calorías por cucharada de té.
Antes de ingerirla por primera vez o de servirla en alguna reunión debemos asegurarnos de que ni nosotros, ni ninguno de nuestros invitados sean alérgicos al maní.
¿Por qué es estrictamente necesario tomar medidas precauciones al respecto?
Generalmente todas las reacciones alérgicas son molestas pero se curan con medicamentos u inyecciones. En el caso de las personas que poseen alergia al maní, particularmente, la ingesta de este alimento provocarles un shock anafiláctico ( Los rasgos de la cara se alteran, la facies palidece y se cubre de sudor. El corazón aumenta su ritmo y se vuelve difícilmente auscultable. La tensión arterial desciende abruptamente; las extremidades se enfrían y el enfermo pierde la conciencia, e incluso puede convulsionar) con serias consecuencias que pueden llegar a tener un desenlace fatal.
Es por esto que en algunas escuelas se ha prohibido el ingreso de dulces que contengan este producto.
Fuente e Imagen: Wikipedia
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