sábado, 14 de agosto de 2010

Panorama político, económico y vitivinícola

Estos ejes fueron analizados en el tercer Encuentro de coyuntura de la Sociedad Argentina de Profesionales del Vino (SAPV). Aquí, algunas de las conclusiones de la dinámica de estas tres importantes áreas de cara al año próximo.

El tercer encuentro de Coyuntura organizado por SAPV (Sociedad Argentina de Profesionales del Vino) y operado por Área del Vino, tuvo como disertantes a José Luis Toso, analista político del diario Los Andes, que tocó el panorama político, Gustavo Reyes, economista Jefe del IERAL Mendoza (Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana), quien habló sobre el panorama económico, y el encargo de desarrollar el panorama vitivinícola fue Javier Merino, director de Área del Vino.

Mirando al mundo, Reyes mencionó que "hay gran incertidumbre en el mercado financiero a causa de una débil recuperación de EEUU, fragilidad en los mercados europeos, a causa de la recesión y sus problemas financieros. Mientras que los países desarrollados están teniendo un bajo crecimiento conjuntamente con alta deuda. Acorde a esto, los que salen del círculo de la incertidumbre son los países emergentes con alto crecimiento pero probabilidades de altas inflaciones. Los PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) están teniendo altos gastos con gran endeudamiento, realizando aumentos de salarios por encima de la productividad, lo que produce problemas sociales por pánico a la recesión y problemas de solvencia relación deuda/ PBI cada vez mayor, que según se prevé el crecimiento 2010-2014 sea sólo de un 1%".

En cuanto a los países desarrollados, Reyes indicó que "si los países deficitarios no reducen su gasto y los superavitarios no compensan reduciendo su ahorro (aumentando su gasto), la demanda global puede desplomarse".

De esta forma, según el economista, la recuperación puede darse en forma de W. Qué quiere decir, una caída fuerte, recuperación y nuevamente una caída.

"Pese a los problemas del mundo, hay bajas tasas de inflación pero también bajas tasas de crecimiento y alto endeudamiento, lo que preocupa a la Argentina. Los PIIGS y su alto endeudamiento y lenta recuperación generan un riesgo para Argentina por la pérdida de competitividad y del cambio real. Aquellos países desarrollados, al tener una lenta recuperación, pueden perjudicar y debilitar las exportaciones de nuestro país y el riesgo W debilita el apetito del inversor. Por otro lado, el crecimiento que han tenido los países emergentes difícilmente se mantenga, ya que están tomando medidas para enfriarlo por temor a la inflación. En este sentido podrían llegar a reducirse las exportaciones, sobre todo a Brasil".

El mundo para Argentina

Gustavo Reyes mencionó que el panorama no es tan negro, ya que hoy las exportaciones están creciendo al mismo promedio que el mundo, sobre todo por los precios de la soja, el maíz y el trigo que se recupera n. "La tasa de crecimiento Argentina del segundo semestre está en el promedio de los países que más crecieron (9% anual para el II trimestre). La TIR (tasa interna de retorno) de los bonos Argentinos a 10 años también está dentro de las más altas del mundo. Sin embargo, la inflación es de las más altas en el mundo, explotando en el primer trimestre al 32% anual, calmándose un poco en el segundo trimestre un 21% anualizado".

En cuanto al tipo cambio, Reyes indicó que hoy está prácticamente congelado (3%) pero con fuerte caída en términos reales (US$ -8.7%, 20% el euro).

"La tasa de crecimiento -continúo- se explica en un 50% por el agro (alta cosecha), seguido por la industria 17% (exportaciones automotrices a Brasil) y el comercio 12%. Por el lado de la demanda en el primer semestre del año se recupera el consumo (cae el pánico, aumenta el gasto primario y la tasa de interés real cae) y la inversión. Este boom de demanda genera una restricción de cantidades (problemas energéticos), una alta inflación, un aumento de las importaciones que hacen que el superávit comercial este disminuyendo".

En lo que respecta a las proyecciones de lo que resta del 2010 y principios del 2011, Reyes mencionó "que es difícil que se mantenga el nivel de expansión en el futuro porque los mecanismos de ajustes tarde o temprano limitan la expansión y gran parte de los motores que generan esta expansión podrían perder fuerza en el futuro".

Mencionó que "se cree que el gobierno va a querer mantener los niveles de expansión de la economía, para esto cuenta con tres instrumentos: fiscal, monetario y salariales. Pero el uso de estos tiene efectos negativos, que provocan desequilibrios fiscales e inflacionarios, debido a que puede caer el tipo de cambio real y por ende cae la entrada de dólares por exportaciones y aumenta la salida por las importaciones".

Para finalizar, dijo temer que el escenario macro para el 2011 sea peor que el de 2010, "porque habrá un menor crecimiento, mayor inflación y atraso cambiario. Esta conclusión surge de que se espera que el crecimiento para este año esté entre el 7% y 8% y que caiga para el año que viene al 4%. La tasa de inflación anualizada se aguarda que este alrededor del 24%-26% al terminar el año y para el año 2011 que esté entre el 25%-35%.

Apostó que "el tipo de cambio peso dólar, hasta las elecciones, probablemente seguirá creciendo, pero lentamente y bastante menos que la inflación y termine el año alrededor de 4,1. En el año 2011 este entre el 4,4 y 4,8".

Panorama vitivinícola

Javier Merino, director de Área del Vino fue el encargado de evaluar a partir de esta realidad económica, cómo el vino argentino puede llegar a ser afectado.

"El mercado de vinos está teniendo en 2010 un aumento de facturación del orden del 5% si se considera la variación de precios mayoristas (10,9% anual). Si se corrige por índices de precios más realistas esta evolución puede ser nula e inclusive negativa. Tal cual sucede desde hace varios años el crecimiento viene del lado exportador (8,2%) y del segmento de vinos de precios medios altos en Argentina".

"Las exportaciones argentinas totales de vinos en 2010, continúan la tendencia de los últimos 12 meses, y pueden llegar a alcanzar una cifra de 675 millones de dólares, un 6,8% mayor que en 2009, lo cual demuestra que a pesar de la buena performance en algunos mercados, la caída en otros y la fuerte disminución de graneles ha tenido su impacto".

En mercado interno, resaltó que "los despachos de vino al mercado interno muestran una declinación generalizada (5%) y son los vinos en botella los de menor caída. Las grandes disminuciones de volumen se observan en vinos básicos al mercado interno y vinos a granel en la exportación".

Lo interesante, en el caso de Argentina, es que ha mostrado una gran recuperación en facturación a causa de los aumentos de precios de venta, que han compensado la caída de más del 5% en los despachos. "Si se proyecta lo sucedido en los primeros 5 meses del año es posible que por primera vez se perfore el piso de 10 millones de hectolitros de consumo interno. El precio promedio del vino ha tenido un crecimiento del 17% en valores reales en el último año como consecuencia de una importante mejora en el promedio exportado por la disminución de graneles y la mayor participación de vinos de mayor precio en el mercado doméstico".

De continuar la tendencia de los últimos 12 meses Estados Unidos y Canadá se consolidarían como los dos principales mercados de Argentina con casi el 50% de las ventas de vino fraccionado. Y Brasil podría ser el tercer mercado en facturación relegando a Reino Unido al cuarto lugar. Estos tres mercados son los que muestran crecimiento comparando las ventas con las de 2009 mientras que Reino Unido tiene una importante caída. El dato a tener en cuenta, indicó Merino, es la disminución en promedio del precio de venta al mercado de Estados Unidos en los últimos 12 meses (casi un dólar por caja desde 26,4 a 25,6). Mientras que en los otros mercados aumentan los precios.

Concluyendo, indicó que las principales variables macroeconómicas argentinas le juegan en contra al sector: tipo de cambio, a la inflación y la poca disponibilidad de créditos que hay para el sector. "Es difícil pensar en una reversión pues depende de un cambio sustancial de política económica dijo".

Año de elecciones

José Luis Toso, analista político de diario Los Andes, habló sobre el panorama político actual y las proyecciones de acá a un año, vísperas de elecciones.

Según Toso," la etapa del kirchnerismo está llegando a su fin".

Sin embargo aclaró que el kirchnerismo "no tiene una oposición fuerte y una cabeza que lidere las elecciones", aunque destacó que "está pisando fuerte el radicalismo.

Bajo el paraguas del radicalismo hay dos precandidatos: Alfonsín y Cobos. "El primero tiene la imagen del político respaldado por una estructura fuerte como el radicalismo, mientras que Cobos tiene aspecto del hombre al que la gente mira con atención por no tener la imagen del político tradicional, pero aún es incierta su candidatura, ya que tendría que renuncias a la vicepresidencia".

Por otro lado, "hay dos candidatos que vienen muy bien en las elecciones. Uno de ellos es Reutemann, que puede postularse pero no quiere y Francisco De Narváez que quiere asumir el puesto pero no puede por su nacionalidad". Agregó que quien "está empecinado con la presidencia es Eduardo Duhalde y quiere utilizar la posición que tiene hoy Reutemann acercándose a él".

Toso arriesgó que las elecciones 2011 pueden llegar a definirse en segunda vuelta. ¿Con qué protagonistas? "Puede que, según sondeos revelados por la prensa, Néstor Kirchner llegue tranquilamente el primer puesto, pero su participación se complica en una eventual segunda vuelta. Tenemos un porcentaje de indecisos (40%) pero la imagen negativa de Kirchner supera el 47%, mientras que la gestión de gobierno de Cristina es rechazada en un 60%".

Finalmente, aclaró que hay algo importante y es que la gente pide una moderación en el estilo de gobierno y un mínimo de garantía, al igual que los empresarios. En base a esto, "es que podemos predecir algún cambio en el gobierno".

Fuente: Area del Vino

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