domingo, 8 de agosto de 2010

El INV ya controla el origen varietal de los vinos de color

El INV controla el origen varietal de los vinos tintos y rosados aportando seguridad y certeza a los consumidores

Con la finalidad de mejorar la fiscalización, en el año 2003, técnicos del INV realizaron cursos de capacitación en Europa con el objetivo de desarrollar un método analítico para garantizar, de manera indudable, la composición varietal de los vinos monovarietales argentinos. La reglamentación argentina considera como vino monovarietal o de variedad única al que se elabora con el por ciento 85 %, como mínimo, de la variedad indicada.

Ya en nuestro país comenzaron a trabajar en la creación de un banco de datos de las principales variedades utilizadas por la industria vitivinícola, para lo cual los técnicos del INV hicieron, durante los años subsiguientes, más de 200 microvinificaciones por año para obtener los patrones que permitirían realizar la comparación con los vinos varietales que se fueran a controlar.

En el año 2006 se completó el banco de datos y se comenzó con el método de control de la autenticidad de los vinos tintos y rosados con relación a la variedad que le dio origen, a través de la determinación del perfil de nueve antocianos (el color de las uvas tintas depende del cepaje, de las condiciones del suelo, del clima, del grado, de la maduración y de la marcha del año) presentes en la uva y, posteriormente en el vino, y la relación que tienen entre ellos con equipos de Cromatografía Líquida de Alta Eficiencia (HPLC) con los que cuenta el laboratorio del organismo de control. En virtud de ello este nuevo servicio del Instituto Nacional de Vitivinicultura es el resultado del impulso y la inversión que la actual gestión está realizando en la incorporación de equipos de última tecnología con el objetivo de lograr una fiscalización eficiente, combinado con un largo y paciente trabajo de estudio que posibilitó crear un banco de datos de variedades puras de origen indudable. De esta manera el INV puede garantizar analíticamente, la autenticidad de los vinos monovarietales tintos y rosados con relación a la variedad que le dio origen.

Esta determinación le permite a la industria vitivinícola argentina consolidar los mercados externos a través de la seguridad que les puede brindar a los consumidores que eligen los vinos varietales de nuestro país. Seguridad que también tiene el consumidor local. El presidente el INV, CPN Guillermo García, explicó que nuestro banco de datos tiene identificadas de manera indudable variedades como Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Tempranillo, Bonarda, Cabernet Franc, entre otras y estamos avanzando fuertemente en el estudio de diferenciación para variedades blancas y se ha dispuesto, para estos nuevos controles, un equipo de técnicos con amplios conocimientos y experiencia en el campo de la identificación varietal. Concluyó García.

Es importante destacar que esta determinación es un método reconocido como oficial para la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), de la que la República Argentina es país miembro y en la que el INV tiene una destacada participación aportando trabajos de investigación de sus profesionales y técnicos en los respectivos grupos de trabajo, subcomisiones y grupos de expertos.

Los antocianos de la uva

Los antocianos son los pigmentos rojos, responsables del color de los vinos tintos. Están localizados en las vacuolas de las células del hollejo y en las tres o cuatro primeras capas celulares de la hipodermis. Están presentes en la pulpa de variedades tintoreas (vitis vinifera Alicante Boushet, Aspirant Boushet)

Según las especies del género vitis se han identificado 21 heterósidos (antocianinas) que son monoglucósidos y derivados acilados (sobre los cuales se fija una molécula de ácido, generalmente el p-cumárico, ácido acético ó el ácido cafeico que forma Pinotin A en variedades sudafricanas.)de cinco antocianidinas diferente, entre las cuales la malvidina es la más importante cuantitativamente .( Excepto en la variedad Elbling que es la peonidina la más abundante).

Los antocianos se llaman también antocianinas y sus derivados privados del azúcar antocianidinas. Los vinos contienen inmediatamente después de la vinificación alrededor de 200 a 500 mg/l de antocianos que disminuyen a la mitad todos los años, luego se estabilizan en 20 mg/l.

El contenido en compuestos fenólicos del vino dependen tanto de la variedad vinífera y el rendimiento de la cosecha como de las condiciones edafoclimáticas y técnicas culturales aplicadas al viñedo.

Una gran cantidad de investigadores han demostrado que la variedad de uvas se puede determinar por el perfil de antocianos y sus cantidades relativas.

El factor decisivo para determinar una variedad de uva es el banco de datos de muestras autenticas con quien comparar resultados y se han establecido criterios sobre cuales antocianos o relación de ellos, cumplen al menos con una determinada variedad.
Fuente: diariodecuyo.com.ar

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