miércoles, 4 de agosto de 2010

Comer bueno, rico y ecologico


Slow food en Argentina: suma adeptos el movimiento que defiende el derecho a la comida sana.

La filosofía en la que se alistan es la de la vida con calma y su símbolo internacional es el caracol.

Slowfood.com surgió a fines de los 80 en Italia, como una internacional en defensa del derecho al placer, a favor del buen vivir (y el buen comer).

Militan contra el enemigo globalizador: la fast food -comida rápida, chatarra- y el frenesí de la vida moderna. Y abogan por la diversidad y el cuidado de la tierra. No se los debe ceñir a la cintura vegetariana, macrobiótica, raw (ingredientes crudos) o light, aunque puede incluir a todas estas variantes.

Hay tres requisitos para pertenecer: que los productos sean buenos, limpios (ecológicos) y justos (que respeten la diversidad).

Los seguidores abogan por el cuidado de la tierra y sus frutos hasta que llegan a la mesa. Y eso vale también para quienes eligen comer carnes o disfrutan de una buena pizza casera. Esta, que es una organización no gubernamental, ya alista a 80 mil personas en 104 países. "En Argentina este año hubo un crecimiento muy importante de productores y restoranes que se sumaron a nuestra filosofía", dice Florencia Tonnelier, una de las comunicadoras de Slow Food Buenos Aires Norte.

Se registró un crecimiento que llegó de la mano de la consolidación de cierta industria nacional de alimentos de buena calidad que aportan a la cocina saludable y rica. Ya hay siete "conviviums" (centros difusores). Dos en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Tucumán, Rosario y Mar del Plata. Hay unos 500 productores de alimentos y bebidas asociados.

Uno de los objetivos es enseñar "educación sensorial" y cultura de la alimentación. Defienden el derecho a reconocer los gustos (dictan talleres). Están en contra de la homogenización de los sabores, el exceso de agroquímicos, agrotóxicos y transgénicos y apoyan la elaboración orgánica.

La chef Juliana López May desde su programa Good Food del canal El Gourmet.com se suma a la cresta slow. En cada capítulo ofrece recetas para las que utiliza ingredientes naturales para diversificar y mejorar la alimentación. En sus platos predominan los vegetales, granos, legumbres, semillas, frutas, especias y algas. "Busco una cocina orientada a la salud desde la elección de los productos. Poco manoseo, simpleza, estacionalidad".

Con respecto al crecimiento slow dice: "Argentina siempre fue un país donde conseguir productos muy buenos. Por la crisis económica reciente algunos productores empezaron a elaborar cosas que antes se importaban, y lo hacen con excelencia".

Salud, gusto y bienestar, la estrategia del caracol marcha lenta pero sin pausa.

Fuente: viaresto.clarin.com

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